Alemania

La nostalgia por Merkel se difumina en una Alemania en horas bajas

Un 68% de alemanes no echa de menos a la excancillera alemana, aunque las muestras de amor aún abundan

La excancillera Angela Merkel con los ganadores de los premios Nobel de Literatura, Laszlo Krasznahorkai, y de Economía, Peter Howitt, el pasado 10 de diciembre en Estocolmo.
20/12/2025
3 min

BerlínUno de cada cuatro alemanes siente nostalgia de la excancillera Angela Merkel, aunque muchos de sus compatriotas cuestionan su legado, incluso dentro de su partido. Cuatro años después de que abandonara el cargo, el 25% de los alemanes añoran los viejos tiempos en los que la cristianodemócrata era canciller de la República Federal de Alemania.

Merkel, criada en la Alemania comunista, fue canciller federal entre 2005 y 2021. Durante 16 años fue una de las mujeres más poderosas del mundo. El socialdemócrata Olaf Scholz la sustituyó en la cancillería, antes de ceder el testigo, en mayo, al conservador Friedrich Merz. A la pregunta "¿Echa de menos a Angela Merkel como canciller federal?", un 25% de los alemanes encuestados respondió que y más bien sí, mientras que un 68% respondió no y más bien no, según los resultados de una reciente encuesta del instituto de sondeos Civey para los diarios del grupo Funke Mediengruppe.

Curiosamente, Merkel, de 71 años, es más popular entre los jóvenes y los votantes de los Verdes y del partido de la izquierda popular, Die Linke, que entre los conservadores de la CDU-CSU (su partido) y los socialdemócratas. A muchos votantes y políticos conservadores no les ha gustado que Merkel criticara públicamente al canciller Merz. Cada intervención pública suya se examina con lupa y acapara titulares si contiene el menor atisbo de crítica a Merz oa sus políticas.

Veinte años después de jurar por primera vez el cargo de canciller, Merkel tiene muchos admiradores, como se ha visto durante la gira promocional de sus memorias. Su libro Freiheit: Erinnerungen 1954-1921 [Libertad: Memorias, 1954-2021], escrito a cuatro manos con su asesora Beate Baumann, y publicado en España por la editorial RBA, atrae a lectores de varias generaciones; sus charlas públicas llenan teatros y sus firmas de libros siempre tienen cola.

Merkel ya ha vendido más de un millón de ejemplares de su libro en todo el mundo desde que salió a la venta a finales de noviembre de 2024, teniendo en cuenta todos los formatos (impreso, libro electrónico y audiolibro), según datos de su editorial, Kiepenheuer & Witsch (KiWi). En Alemania, sus memorias estuvieron siete semanas en el primer puesto de la lista de libros más vendidos que publica la revista Spiegel y muchas más en otras posiciones.

Merkel genera simpatía y ternura, pero también tiene muchos enemigos, que la culpan de las dificultades actuales que atraviesa Alemania. Sus detractores le reprochan la falta de reformas durante su mandato, su intransigencia durante la crisis griega y su laxitud hacia Rusia y China. Le reprochan haber conducido a Alemania a una dependencia irresponsable del gas ruso, el deterioro de las infraestructuras del país y haber abandonado la energía nuclear pese a los retos climáticos.

Una de sus decisiones más controvertidas fue abrir las puertas de Alemania entre 2015 y 2016 a 1,2 millones de refugiados y solicitantes de asilo, la mayoría sirios. Sus críticos consideran que esta decisión contribuyó al auge de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), segundo partido más votado en las elecciones federales de febrero.

Añoranza de tiempos mejores

Ahora, aunque muchos alemanes no la hayan votado nunca, añoran su estilo de hacer política, en un mundo marcado por las crisis internacionales y por figuras tan polarizadoras como Donald Trump y Vladimir Putin. Pese a que las críticas a su legado siguen siendo enormes, "la gente le aprecia mucho como persona y la encuentra fascinante", ha constatado Gregor Peter Schmitz, director de la revista Stern, después de entrevistarla en un acto público en Berlín.

Asocian sus 16 años como cancillera con una gestión fiable de las crisis, como durante la pandemia, y con una sensación de tranquilidad y continuidad. Muchos valoran su moderado tono, su sensatez, su confianza y su empatía. "Es su tono lo que mucha gente ha empezado a echar de menos, no necesariamente sus políticas", explica la revista Spiegel, que compara la simpatía que todavía genera la excancillera en sus actos públicos con la de la Reina Madre.

Merkel jubilada incluso ha servido de musa para el escritor David Safier, que la ha convertido en la protagonista de una serie de novelas policíacas con dosis de humor que han tenido un gran éxito de público y se han adaptado a la televisión y al teatro. Tras dejar la cancillería, Miss Merkel resuelve casos de asesinatos, al estilo del inspector Colombo o Miss Marple. Al igual que el inspector televisivo y que la protagonista de las novelas de Agatha Christie, Miss Merkel es muy inteligente y sus adversarios suelen subestimarla.

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