El ataque ruso en Ucrania

Ucrania, un país sin armada, avanza en la guerra naval contra Rusia

Kiiv asegura que ha destruido un tercio de la flota rusa en el mar Negro desde que comenzó la invasión

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El buque de guerra ruso Caesar Kunikov en el estrecho del Bósforo, en Turquía, en el 2020.

BarcelonaLas fuerzas ucranianas han informado este miércoles que han hundido el Tsézar Kunikov, un barco de desembarco de tropas que estaba cerca de la costa de Crimea. Moscú no confirmó la información, aunque sí dijo haber abatido a seis drones ucranianos en el mar Negro. Según Kiiv, el barco estaba cerca de Alupka, en el sur de la península ocupada por Rusia desde el 2014, cuando ha recibido el impacto de varios drones navales, como se ve en un vídeo del ejército ucraniano publicado en Telegram.

De confirmarse, este será el segundo ataque a la flota rusa del mar Negro este mes, después de que el 1 de febrero Ucrania lanzara un ataque, también con drones marinos, contra elIvanovets, una corbeta que supuestamente estaba cargada de misiles. La agencia Reuters ha verificado que el barco que sale en el vídeo es el Tsézar Kunikov –un barco de asalto anfibio de 113 metros de eslora y con una tripulación de 90 personas–, pero la ubicación y fecha de la grabación no se han podido confirmar de forma independiente.

El secretario de Defensa de Ucrania, Oleksí Danílov, dijo el 27 de diciembre en una entrevista en el portal Voice of America que el ejército ucraniano había destruido el 20% de la flota rusa en el mar Negro. Era el día siguiente que misiles ucranianos impactaran contra el barco Novocherkassk –similar al Tsézar Kunikov en una base naval en el puerto de Feodosia, en Crimea. Moscú admitió que se había visto afectado e imágenes de satélite mostraron que había sufrido daños importantes y había quedado parcialmente hundido. "No estamos hablando de barracas para 5-30 personas; son grandes barcos de guerra que hemos enviado allá donde enviamos el Moskva, el famoso buque insignia de la flota del mar Negro", dijo Danílov, refiriéndose a la primera gran victoria de Ucrania en este frente al inicio de la guerra, el 13 de abril de 2022, cuando hundió uno de los barcos más importantes de la armada del Kremlin, símbolo de la potencia de Rusia en la zona. El Moskva, sin embargo, no fue el primero. El 24 de marzo las fuerzas ucranianas ya dejaron inutilizada la lancha de desembarco Saratov, que servía para enviar tropas a Mariúpolo, en un ataque en el que también quedó dañado el Tsézar Kunikov.

A principios de este mes de febrero, las fuerzas armadas ucranianas actualizaron la cifra y aseguraron que se han inutilizado un tercio de las unidades de la flota rusa en el mar Negro –una de las cinco que tiene Rusia–. Según el portavoz de la marina ucraniana, Dmitró Pletentchuk, la armada de Vladimir Putin tenía unos 80 buques de guerra en esta región al comienzo de la invasión a gran escala, de los que otros 25 han quedado "neutralizados" y otros 15 están en reparación. "Las operaciones [de la flota rusa en el mar Negro] se han complicado mucho, si no paralizado", aseguró.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha celebrado este miércoles que Ucrania "ha sido capaz de infligir grandes pérdidas en la flota rusa del mar Negro", lo que ha descrito como "un gran hito, una gran victoria para los ucranianos". En una rueda de prensa desde Bruselas, Stoltenberg ha destacado que el éxito en el mar Negro ha permitido que Kiiv haya podido continuar exportando sus productos agrícolas, aunque Rusia suspendiera el pasado verano el acuerdo que garantizaba un transporte seguro hasta Turquía. "Pocos creían que esto fuera posible hace sólo unos meses. Pero ahora, de hecho, las exportaciones de grano desde Ucrania se están produciendo incluso sin acuerdo con Rusia, lo que demuestra las habilidades y la competencia de las fuerzas armadas ucranianas", ha afirmado el jefe de la Alianza Atlántica.

Misiles de los aliados y drones propios

Pese a que Ucrania no tiene fuerza naval –la mayor parte de la armada estaba estacionada en Crimea cuando la península fue anexionada por Rusia–, es en el mar donde está siendo más exitosa en la lucha contra la invasión rusa, sobre todo en los últimos meses, en qué los avances en los diversos frentes terrestres están estancados. Como ha señalado Stoltenberg, el envío de misiles de largo alcance por parte de Estados Unidos, Reino Unido y Francia tiene buena parte de mérito, pero los drones marinos, de fabricación ucraniana, son los que han protagonizado los últimos ataques a la flota rusa.

Igor Delanoë, investigador experto en Rusia del Foreign Policy Research Institute, constataba en un análisis publicado la semana pasada que, "a pesar de que Rusia tenía una superioridad teórica sobre las fuerzas marítimas ucranianas, no ha sido capaz de aprovechar este ventaja" y se ha encontrado "en una postura parcialmente defensiva". "La flota rusa del mar Negro no ha sido capaz de superar todas las dificultades derivadas de una guerra asimétrica en el mar, provocada por el uso de drones navales y misiles de crucero por parte de los ucranianos", añadía.

El servicio de inteligencia militar de Ucrania ha detallado que el Tsézar Kunikov ha recibido el impacto de varios drones del modelo Magura V5, que son pequeñas embarcaciones no tripuladas y cargadas de explosivos que están tomando protagonismo en la guerra naval. También fueron estos aparatos los que hicieron que se hundiera elIvanovets hace dos semanas.

Un ejemplar del dron marítimo ucraniano Magura V5 en una feria de defensa en Londres en septiembre del 2023.

Según la agencia de noticias ucraniana RBC, en noviembre de 2022 el gobierno ucraniano anunció el desarrollo de drones marítimos de combate y se presentaron por primera vez en una feria internacional de armamento en Turquía el pasado verano. Los drones Magura V5 miden 5,5 metros de largo y pesan cerca de una tonelada. Los drones, cargados con unos 250 kilos de explosivos, se controlan a distancia. Tienen una autonomía de 60 horas y pueden recorrer hasta 800 kilómetros, por lo que se pueden arrojar desde zonas todavía controladas por Kiiv hasta Crimea.

Estos aparatos, que cuestan unos 240.000 euros cada uno, son fruto del esfuerzo que está haciendo Ucrania por mejorar tecnológicamente su armamento y ser cada vez menos dependientes de la ayuda exterior, cada vez más incierta.

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