"Evitar el escándalo público": el mensaje del Vaticano ante dos casos de abusos sexuales a menores

El diario italiano 'Domani' publica dos cartas del cardenal de Manacor Lluís Ladària, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe

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Fe Barcelona"Evitar el escándalo público". Este es uno de los objetivos que puso por escrito el cardenal de Manacor Lluís Ladària en una carta al arzobispo francés Philippe Barbarin, que fue condenado a seis meses de prisión por su silencio ante los casos de abusos sexuales cometidos por el cura Bernard Preynat. En el momento de enviar esta carta, Ladària era secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el organismo del Vaticano que investiga y decide sobre los casos de abusos sexuales que se denuncian dentro de la Iglesia católica. El diario italiano Domani ha publicado este viernes dos cartas de Ladària de los años 2012 y 2015 en las que daba instrucciones para mantener un perfil bajo y evitar el escándalo ante los casos de abusos denunciados. En 2017, el papa Francisco ascendió al cardenal mallorquín y lo hizo prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

La carta de Ladària salió a la luz pública en 2018, cuando se inició el procedimiento judicial contra el arzobispo Barbarin. Se solicitó la comparecencia del religioso mallorquín, pero el Vaticano se amparó en la inmunidad de Ladària para evitar su intervención. "Esta Congregación, después de haber estudiado el caso del cura de vuestra diócesis Bernard Preynat, ha decidido confiaros el deber de emprender los adecuados procedimientos disciplinarios, evitando el escándalo público y entendiendo que, en estas condiciones, no se le puede confiar el ministerio sacerdotal, incluyendo el posible contacto con menores. Les pido que tomen las medidas adecuadas para la protección pastoral de las víctimas", decía la carta de Ladària.

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Domani hace referencia también a un segundo caso que salió a la luz pública en 2017 y que afectaba elacura Gianni Trotta, apartado del sacerdocio en 2012. Ladària y el prefecto William Levada firmaron un decreto por el que Trotta abandonaba el sacerdocio como culpable de "delitos contra el sexto mandamiento con menores", pero pedían a los superiores del cura que el caso no produjera un "escándalo entre los fieles".