Francia y el Reino Unido, en pie de guerra por la pesca en aguas del Canal
París amenaza con cortar la electricidad de la isla de Jersey si Londres no concede más licencias a la flota
LondresLas relaciones entre París y Londres no atraviesan su mejor momento y se acerca lo que podría ser una crisis a escala todavía más grande. El ministro de Asuntos Europeos de la república, Clément Beaune, ha hecho una llamativa amenaza –cortar el suministro de energía de la isla de Jersey– como represalia por lo que la presidencia de Emmanuel Macron considera la ruptura de los acuerdos del Brexit en cuanto a la concesión de licencias de pesca alrededor de las aguas territoriales de esta isla del Canal, de soberanía británica pero mucho más cerca de las costas francesas que de las de la Gran Bretaña.
No es la primera vez que tiene lugar la amenaza. En el mes de mayo ya se oyeron, e incluso pescadores franceses bloquearon algunas horas el puerto de la ciudad de Saint Helier, la capital, como protesta por la falta de permisos.
El gobierno británico informaba la semana pasada de que de las 47 solicitudes de embarcaciones de menos de 12 metros de eslora solo 12 habían podido demostrar que habían pescado en la zona durante los cuatro años anteriores a 2016, cuando tuvo lugar el referéndum del Brexit. París había solicitado 87 licencias. Londres, a su vez, asegura que ha emitido unas 1.600 licencias para embarcaciones de la Unión Europea para pescar en las aguas de la zona económica exclusiva de las 12 a las 200 millas. Además, se han aprobado 105 más para barcos comunitarios de menos de 12 metros para pescar en la zona de las 6 a las 12 millas, objeto de la disputa a estas alturas. En principio, 88 corresponden a embarcaciones francesas, argumenta Londres.
En declaraciones este martes en los medios franceses, Beaune ha afirmado: "Defendemos nuestros intereses. Lo hacemos bien y diplomáticamente, pero cuando esto no funciona, tomamos medidas. Las islas del Canal, del Reino Unido, dependen de nosotros para su suministro energético", una manera de poner de relieve el talón de Aquiles de estos territorios. Pero cumplir la amenaza tendría una gravedad extrema y dispararía una tensión ya sobrecalentada por la crisis del acuerdo AUKUS, que ha supuesto una importante pérdida económica para Francia a raíz de la ruptura de un convenio para la construcción de submarinos con Australia, en el que también participan los Estados Unidos y el Reino Unido.
La decisión británica es "totalmente inaceptable e infringe el acuerdo que se firmó en el marco del Brexit", ha dicho también Gabriel Attal, portavoz del gobierno francés, que ha asegurado que París trabajará con la Comisión Europea por "explorar posibles medidas de represalia".
Aparte del AUKUS y el de la pesca en el Canal, París y Londres tienen abierto otro contencioso: la llegada de migrantes sin papeles desde las costas francesas a las británicas y la acusación de Londres de que la gendarmería francesa no hace lo suficiente para parar el flujo.