Guía para los viajeros que quieran salir del país este verano
La temporada de 2021 puede ser mucho mejor que la de 2020, pero igualmente continuará muy lejos de los niveles prepandemia
Bruselas / LondresSeguramente estas últimas semanas deben de haber empezado a recibir correos electrónicos de aerolíneas o vídeos patrocinados de Instagram sobre destinos turísticos. Se acerca el verano y después de que fueran contadas las personas que se atrevieran a viajar hace un año, esta vez será mucho más sencillo, sobre todo para quien esté del todo vacunado. Dentro de las fronteras de la Unión Europea (UE) y del espacio Schengen el certificado Covid, el documento digital o en papel que tiene que recoger toda la información de vacunación o tests, simplificará el papeleo en los controles a partir del 1 de julio. Y con quizás más trabas, también se podrán recuperar algunos de los destinos no continentales preferidos de los catalanes.
El pasado miércoles la Eurocámara terminaba el certificado Covid de la UE, un mecanismo que, de hecho, ya está en marcha en un grupo reducido de países, incluida España. Si la intención es viajar dentro de las fronteras comunitarias, pues, hay dos cuestiones clave que hay que tener en cuenta: el certificado digital y el mapa de colores. Son dos herramientas que la UE ha puesto en marcha para evitar un caos de papeleo y dolores de cabeza antes de atravesar cualquier frontera y, por lo tanto, para facilitar los viajes.
La fecha clave es el 1 de julio, cuando el certificado tiene que estar en vigor en toda la UE. Antes de esta fecha hay que ir a la página web de cada gobierno o del ministerio de Exteriores español para saber qué requisitos se piden de entrada. Por ejemplo, para viajar a Italia ahora mismo hace falta un test PCR o de antígenos negativo hecho con dos días de antelación a la llegada; y en Francia ya se aceptan personas vacunadas catorce días después de haber recibido la última dosis o una PCR negativa hecha 72 horas antes del viaje.
Después del 1 de julio los criterios se tendrían que unificar, pero continuará siendo aconsejable consultar las páginas webs mencionadas porque cada país tiene la potestad para establecer otros. Pero el certificado lo simplificará todo. Lo primero que habrá que comprobar siempre es el color que Catalunya tiene en el mapa y el color de la zona de destino. El Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) actualiza semanalmente otro mapa de la UE por regiones y países. Es recomendable consultar la web reopen.europa.eu, donde hay toda la información.
Desde el 1 de julio, las personas totalmente vacunadas podrán viajar sin ningún tipo de restricción a todas partes, salvo que la zona de origen o de destino tenga una situación epidemiológica especialmente compleja. Ahora bien, con las personas no vacunadas todo cambia. Este grupo no tendría que tener ninguna restricción si provienen de una zona verde, es decir, con una situación epidemiológica buena (ahora mismo, solo Noruega, Finlandia, Polonia y Rumanía; Austria e Italia tienen algunas regiones verdes).
Si viajan desde zonas naranjas, de situación regular (como por ejemplo mismo las Islas Baleares y el País Valenciano), solo se les podría exigir una PCR negativa para ir a cualquier país europeo.
Pero en caso de provenir de una zona roja se les podría pedir una PCR de entrada y hacer cuarentena hasta que el resultado de un segundo test sea negativo. En cualquier caso, los menores de familias vacunadas tendrían que quedar exentos de cuarentenas y los más pequeños de seis años de cualquier tipo de test. Habría que mirar destino por destino si se aceptan tests de antígenos en vez de PCR.
Lo que sí que será igual en todas partes será el certificado digital. Dejará por escrito qué vacuna se ha recibido y cuándo se ha administrado. El certificado también incluirá si una persona ha pasado la enfermedad, lo que se probará a través de una PCR positiva no más antigua de 180 días, y también hará constar las negativas o tests de antígenos. Así, no habrá que viajar con un papel aparte o llenar un formulario concreto para entrar, sino que el certificado será el mismo.
Fuera de la UE
Sin embargo, si lo que se pretende es salir más allá de las fronteras comunitarias, la casuística de casos es casi tan amplia como los países posibles a visitar. A título anecdótico se ofrece una panoplia de países con todo tipo de medidas, lo que demuestra que la pandemia mundial se ha combatido con medidas locales. Pero sí que es casi universal la petición de una PCR negativa 72 horas antes del viaje.
Hay que tener siempre presente que las condiciones pueden cambiar al mismo ritmo que evoluciona la pandemia y por eso la primera cosa que hay que hacer es consultar la web del ministerio de Exteriores tanto del país de destino como del español. Por ejemplo, si se quiere ir a Andorra no hay ninguna restricción. Quedan exentos de presentar PCR todos los visitantes residentes en territorio francés, español y portugués. Tampoco hay restricciones en países como México y Albania. Esta permisividad contrasta del todo con un grupo de estados en que parece que será casi imposible de entrar por turismo. Desde China y Vietnam, con todo tipo de restricciones para impedir todavía la llegada de turistas extranjeros, hasta Argentina, que también tiene prohibida la entrada a no nacionales o residentes, pasando por Australia, donde las fronteras están cerradas excepto para ciudadanos australianos, neozelandeses con residencia habitual, residentes permanentes, familiares directos de los anteriores y diplomáticos acreditados. En el caso de los Estados Unidos, se han elaborado una serie de excepciones que el viajero tiene que cumplir si quiere ir y que se pueden encontrar en la web del gobierno.
Otros destinos más accesibles serían Brasil, Corea del Sur, Cabo Verd, Egipto y Suiza, donde habrá que presentar una prueba PCR hecha 72 horas antes. En otros es algo más complicado: además de la PCR negativa, países como el Reino Unido, Islandia, Cuba y Tailandia piden cumplir una cuarentena.
¿Un punto de inflexión?
En 2019, el último año en que los desplazamientos turísticos durante el verano -y el resto del año- no se vieron interrumpidos por la pandemia, datos estadísticos oficiales indican que los ciudadanos de Catalunya hicieron tres millones de desplazamientos fuera de las fronteras del Estado. Difícilmente la cifra de 2019 se repetirá este 2021. El año pasado cayó más del 85% y la gran mayoría de los viajes eran debidos a motivos profesionales o de estudios.
En todo caso, el mes de julio próximo puede marcar un punto de inflexión y el comienzo, todavía muy tímido, de la recuperación de la industria turística mundial, sobre todo gracias a una Unión Europea y a unos Estados Unidos con altos índices de vacunación.