Rusia

"Me hice la muerta"

Cientos de personas rinden homenaje a las víctimas del ataque a las afueras de Moscú

ARA
y ARA

BarcelonaLa niña está tumbada en una cama de hospital mirando hacia el techo. Tiene la parte izquierda de la cara totalmente hinchada y un brazo vendaje. “Uno empezó a disparar contra la gente. Caí al suelo y fingí que estaba muerta. Estaba sangrando”, describe con voz calmada y refiriéndose a los terroristas que sembraron el pánico la noche del viernes en la sala de conciertos Crocus City Hall, en las afueras de Moscú. Según dice, a algunos los remataron en el suelo. Ella, sin embargo, tuvo suerte. La niña es uno de los testigos de la masacre que ha difundido el canal oficial de televisión Rusia Today. Hay muchos más.

El concierto estaba a punto de empezar y todas las entradas estaban vendidas: 6.200. Actuaba el grupo de rock ruso Piknik, creado en los setenta. De hecho, muchos de los asistentes rondaban la cuarentena y se habían desplazado a ella desde otras ciudades. Al principio, algunos pensaron que los rasgos eran fuegos artificiales. Otros, que el grupo de música comenzaba su actuación de forma original. Muchos sacaron los teléfonos móviles y filmaron a los terroristas creyéndose que formaban parte del espectáculo. “Guarde sus teléfonos y gatee”, se puede sentir que llama a un hombre, en uno de los vídeos difundidos en las redes sociales, para advertir que aquello no era un show, sino una matanza real.

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“Vi a un hombre con ropa de camuflaje. No dijo nada y empezó a disparar contra la gente que tenía delante”, explica Alexander, que es otro de los afortunados que logró salir con vida. La gente corría en desbandada para intentar huir, mientras que otros intentaron buscar refugio entre las butacas del auditorio. Algunos subieron al escenario y se escondieron tras las cortinas, pero los terroristas disparaban de forma indiscriminada hacia todas las direcciones.

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“Lanzaron un cóctel Molotov y todo empezó a quemar”, explica otro hombre, Vitaly, que también logró salvar la vida. De hecho, algunas víctimas fallecieron por los disparos, pero otras por la inhalación de humo. El fuego se extendió rápidamente por el patio de butacas y llegó al techo, que se hundió parcialmente. Asimismo, las llamas afectaron al segundo piso. Sin embargo, los bomberos tardaron en intervenir. No podían acercarse al auditorio porque los terroristas seguían dentro.

Este sábado cientos de personas se han acercado al lugar del ataque y han depositado flores y velas en homenaje a las víctimas. Las autoridades han hecho un llamamiento para que la gente dé sangre y ante algunos hospitales se han formado colas de personas que intentaban ayudar de esta manera, aunque durante buena parte del día ha lloviznado en la capital rusa. En las vallas publicitarias y en las paradas de autobús de todo Moscú se han colocado carteles con la foto de una vela y la leyenda “22/3/24. Estamos de luto”. Una fecha que será difícil de olvidar.