Casi la mitad de los infantes del mundo sufren el impacto de la crisis climática

Unicef y FFF presentan el primer análisis exhaustivo de los riesgos climáticos para niños y niñas

Mar Sala
y Mar Sala

BarcelonaFridays for Future (FFF) y Unicef unen voces para dar visibilidad a una urgente y grave realidad: casi la mitad de los niños y las niñas en el mundo, unos 1.000 millones, están actualmente expuestos a los peligros climáticos y ambientales, puesto que viven en uno de los 33 países donde más incide la crisis climática.

Ciclones, inundaciones, desertificación y sequías, erosión de las costas por el aumento del nivel del mar… Los infantes, además de ser los más vulnerables a todos estos impactos de la crisis climática y a las enfermedades que derivan de ello, “son los que vivirán en un planeta que, si no actuamos deprisa, será un lugar mucho más peligroso donde vivir”.

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“Por primera vez disponemos de un panorama completo que nos revela dónde y de qué manera los infantes son vulnerables al cambio climático, y se trata de un panorama mucho más grave de lo que podíamos imaginar”, declaró la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore. Añade que la totalidad de los derechos de los infantes se ven deteriorados, “desde su acceso a un aire limpio, alimentos y agua potable hasta su derecho a la educación, a la vivienda, a estar protegidos contra la explotación e incluso a sobrevivir”. En el informe La crisis climática es una crisis de los derechos del infante: presentación del índice de riesgo climático de la infanciase señala, por cada país, la vulnerabilidad y la exposición de los niños ante los efectos de la crisis climática. Se trata del primer análisis exhaustivo de los riesgos climáticos desde la perspectiva de los infantes.

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En el tercer aniversario del nacimiento de FFF, el movimiento estudiantil que empezó un viernes con una pequeña protesta ante la puerta de una escuela de Suecia y que encabezaba Greta Thunberg, ahora la reivindicación se extiende a más de 120 países y Unicef se suma con el testimonio de este análisis, y da su “apoyo a su reivindicación a favor del cambio con un mensaje irrefutable: la crisis del clima es una crisis de los derechos de los infantes”, añadió la directora.

Los infantes, más expuestos

Que los niños y las niñas son los más afectados por la crisis climática no es ninguna novedad, porque no pueden controlar su nivel de exposición al riesgo, son menos capaces de protegerse de manera rápida e inmediata, tienen más dificultades para acceder a agua limpia y comida, son más susceptibles a las enfermedades como la malaria y el dengue que proliferan con el cambio climático, en olas de calor, no regulan la temperatura del cuerpo como los adultos e incluso la exposición a pequeñas cantidades de productos químicos tóxicos serán mucho más perjudiciales para los niños que para los adultos.

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Es un tema de justicia climática. El informe nos deja claro que los infantes y jóvenes más vulnerables a esta crisis son los que habitan en los países de la República Centroafricana, Chad, Nigeria, Guinea y Guinea Bissau. Todos ellos abajo en la lista de los 33 países de riesgo extremadamente alto, que juntos solo contribuyen en un 9% a las emisiones mundiales de CO2. Mientras que los diez países más contaminadores en conjunto abocan casi el 70% de las emisiones. Y solo uno de estos diez se clasifica de riesgo extremadamente alto en el índice.

Mapa de la exposición de los niños y su vulnerabilidad a los impactos del cambio climático
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El índice de riesgo climático para la infancia expone los datos siguientes:

·    240 millones de infantes están expuestos a las inundaciones costeras

·    330 millones de infantes están expuestos a las inundaciones fluviales

·    400 millones de infantes están expuestos a los ciclones

·    600 millones de infantes están expuestos a las enfermedades transmitidas por vectores

·    815 millones de infantes están expuestos a la contaminación por plomo

·    820 millones de infantes están expuestos a las olas de calor

·    920 millones de infantes están expuestos a la escasez de agua

·    1.000 millones de infantes están expuestos a niveles cada vez más elevados de contaminación atmosférica

Un informe que sale a la luz pocos meses antes de la Conferencia por el Cambio Climático de las Naciones Unidas que se celebrará el próximo noviembre en Glasgow, y con el que esperan hacer presión a los gobiernos y las empresas para que aborden urgentemente las causas de raíz del cambio climático. "Se tienen que reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en línea con el Acuerdo de París", sentencia Blanca Carazo, de Unicef. Una evidencia que forma la base de las exigencias y el clamor a la acción a los gobiernos, las empresas y los actores relevantes.

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Ámbitos de acción

En el informe, Unicef exige un aumento de las inversiones destinadas a la adaptación y la resiliencia al clima en los servicios más importantes para la infancia, como lo son los sistemas de agua, saneamiento e higiene y los servicios de salud y educación. Hay que reducir las emisiones de gases,en un 45% como mínimo (en comparación con los niveles de 2020), antes de 2030 para impedir que la temperatura aumente más de un 1,5 ºC. Se tiene que educar a los infantes sobre el clima y competencias ecológicas, que son fundamentales para su adaptación. Los jóvenes tienen que estar incluidos y participar en todas las negociaciones y las decisiones relacionadas con el clima a escala nacional, regional e internacional, incluida la COP26. Y para acabar, se tendrá que garantizar una adecuadarecuperación de la pandemia del covid-19, que no ponga en peligro la capacidad de las generaciones futuras para abordar y responder a la crisis climática.

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Mientras la crisis climática no se trate como lo que es, una crisis, los jóvenes afirman que “seguirán surgiendo movimientos de jóvenes activistas por el clima que continuarán creciendo y luchando por lo que es justo, porque no tenemos elección”, sentenciaron Farzana Faruk Jhumu (Bangladesh), Eric Njuguna (Kenia), Adriana Calderón (México) y Greta Thunberg (Suecia), coautores del prefacio del informe.