Cumbre en Madrid

La Moncloa ya celebra la cumbre como un éxito

España cree que se han cumplido todos sus objetivos, incluida la defensa de Ceuta y Melilla

MadridEn la Moncloa no pueden esconder su satisfacción después de meses preparando la cumbre de la OTAN. Llegados al día clave, consideran que se han conseguido todos los objetivos, tanto los políticos como los organizativos. Alieno a todos los problemas internos de su gobierno, Pedro Sánchez ha aparecido como el anfitrión ideal, repartiendo sonrisas a diestro y siniestro y departiendo con los líderes del planeta con desparpajo. La cena en el Prado rodeados de las grandes obras de la pintura española, de Velázquez a Goya, es la guinda del pastel. ¿Pero cuáles son exactamente las ganancias diplomáticas que Madrid considera que ha obtenido?

La nueva hoja de ruta de la OTAN incluye una mención en la defensa de "la integridad territorial de todos los aliados" que el gobierno español interpreta que sirve para los casos de Ceuta y Melilla, puesto que es cada miembro el que define cuál es su "integridad territorial". Madrid siempre ha pensado que si alguien atacara las plazas norteafricanas españolas se activaría el artículo 5 de la Alianza de defensa mutua, pero con esta mención piensan que lo refuerzan en el ámbito jurídico. Y es que el texto fundacional de la Alianza, el Tratado de Washington de 1949, habla solo de los territorios europeos de los aliados y de las islas que están por encima del Trópico de Cáncer, puesto que en aquel momento muchos estados mantenían colonias.

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También señalan como contribuciones españolasen el texto la mención a la "instrumentalización de la inmigración" y a la "manipulación de suministros energéticos" como amenazas que hay que combatir. Y es que España tiene un problema grave en la frontera con Marruecos, que antes de la reanudación de relaciones usaba el grifo de la inmigración como arma política de presión, y ahora también con Argelia, que es el principal proveedor de gas natural y que quiere castigar a España por su cambio de posición respecto al Sáhara Occidental.

Todo esto, sumado al énfasis en el flanco sur, que centrará la sesión del jueves, redondea las expectativas españolas. "Esta es una cumbre que se recordará en el tiempo, puesto que estamos en un momento históricamente crucial", comentaba un miembro de la delegación diplomática española. De alguna manera, la guerra de Ucrania ha convertido Madrid en el centro del mundo estos días. Y Sánchez está dispuesto a exprimirlo hasta la última gota.