Vida de película

Muere (en el aeropuerto) el refugiado iraní que inspiró el personaje de Tom Hanks en 'La terminal'

Mehran Karimi Nasseri vivió durante casi dos décadas en el Charles de Gaulle de París

ARA
y ARA

BarcelonaFue en 2004 cuando Tom Hanks se puso en la piel de Viktor Navorski en la película La terminal. Dirigida por Steven Spielberg, el actor norteamericano interpretaba a un hombre de un país ficticio, Krakozhia (supuestamente una ex república soviética), que quedaba atrapado en el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York: no podía volver a su casa, donde se acababa de producir un golpe de estado, ni podía entrar en los Estados Unidos, donde se había dejado de reconocer a su país como nación. La rocambolesca historia no era únicamente fruto de la imaginación de Spielberg, sino que el director se inspiraba en la vida de Mehran Karimi Nasseri, un refugiado iraní que durante 18 años vivió en el Charles de Gaulle de París y que este sábado murió, precisamente, en el mismo aeropuerto.

Nacido en 1945, Nasseri quedó atrapado en 1988 en la zona de tránsito de la capital francesa después de intentar establecerse, sin éxito –por la falta de los documentos necesarios–, en varios países europeos. Como pasa en La terminal, el refugiado se acabaría convirtiendo en uno más del aeropuerto, donde establecería relaciones con el personal y los viajeros, entre los cuales era conocido como Sir Alfred. A pesar de que en 1999 Francia le concedió el estatus de refugiado y el permiso de residencia, Nasseri decidió seguir viviendo en la terminal 1 de Charles de Gaulle hasta 2006, cuando tuvo que ser hospitalizado por una intoxicación alimentaria.

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A la salida del hospital fue acogido por varias organizaciones humanitarias y acabó estableciéndose en un albergue, donde vivió hasta que hace unas semanas decidió volver al aeropuerto. El sábado murió a los 77 años, aparentemente por causas naturales, en el lugar que se había convertido en su segunda casa. Su vida, recogida en una autobiografía publicada en 2004 con el título de The terminal man, ya había inspirado en 1993 la película Tombé du ciel (En tránsito), del director francés Philippe Lioret, y acabaría llegando adaptada a Hollywood de la mano de Spielberg, que le pagó los derechos de la historia.