Irán, sin aliados para responder al ataque de Israel
La caída de Al Asad en Siria y el debilitamiento de Hezbollah han acabado de dejar solo a Teherán
DamascoDurante más de dos décadas, los analistas de Oriente Medio han especulado sobre las consecuencias que tendría un ataque a las instalaciones nucleares iraníes, una vieja amenaza de Washington y Tel-Aviv. La opinión mayoritaria siempre había sido que un ataque de esa naturaleza incendiaría la región entera y provocaría una gran guerra de consecuencias imprevisibles. Sin embargo, todos los cálculos y equilibrios en la región han cambiado tras los ataques del 7 de octubre en Gaza, ya que la red de aliados que Teherán había ido construyendo desde los años ochenta para protegerla de un ataque está bien agujereada.
En todo caso, después de tantos años de hablar de la posibilidad de una guerra regional destructiva, la región entera contiene la respiración a la espera del ciclo de represalias mutuas que conllevará el bombardeo. En Damasco, bajo un sol de justicia, las calles estaban bastante vacías este viernes, primer día del fin de semana. La expectación se palpaba en el ambiente. "Me preocupan los efectos que puede tener el ataque sobre nosotros. Israel ya ha ocupado parte del sur del país este último año", comenta Mossad, un joven transportista que se pasó nueve años haciendo el "servicio militar" durante la guerra civil.
Precisamente, Siria es el único estado que formaba parte de la red de aliados iraníes y ya se ha caído de la lista tras el derribo de Bashar el Asad. Si bien es cierto que el ejército sirio no se encontraba en disposición de participar en una guerra regional, enfrascado como estaba –desde el 2011– en una guerra civil, sí era clave para permitir el suministro de armamento a la milicia libanesa Hezbolá, que durante años fue la principal punta de lanza disuasoria de Irán.
Debilidad de Hezbollah
Claramente, éste ya no es el caso. No sólo salió completamente derrotada de la guerra contra Israel del pasado otoño, sino que el ejército israelí descabezó la organización, e incluso dejó fuera de combate a muchos de sus cuadros medios con la audaz operación de los dispositivos buscapersonas y los walkie-talkies explosivos. Aunque es probable que Hezbolá todavía disponga de una parte de su arsenal de misiles, no está claro que pueda utilizarlos sin sufrir duras represalias.
Y es que la posición de la milicia islamista dentro del país de los cedros es la más precaria de su historia. Cualquier ataque contra Israel desde territorio libanés se traduciría en una dura respuesta que podría destruir las principales infraestructuras del país, lo que inflamaría aún más las tensiones entre la organización y el nuevo presidente libanés, Joseph Aoun, apadrinado por EEUU. Aoun se comprometió a desarmar a Hezbollah, tal y como exige Washington, si bien prometió que lo hará "a través del diálogo".
En la primera reacción tras los bombardeos de la pasada noche, Hezbollah ha condenado la acción en un comunicado público, pero no ha prometido venganza alguna, toda una muestra de debilidad por parte de una organización que siempre se ha caracterizado por una actitud desafiante ante Israel.
Por supuesto, el régimen liderado por el ayatolá Jamenei ya no puede contar con la milicia palestina Hamás, que solo lucha por su supervivencia en una Gaza hecha ruinas. Una de las pocas cartas de las que aún dispone son las milicias chiítas en Irak y los houthis de Yemen, que han demostrado ser la milicia proiraní más peligrosa de Oriente Medio, con el acoso de los barcos que atraviesan el mar Rojo en solidaridad con Gaza, lo que ha perturbado al comercio marítimo mundial durante más de un año.
Ante la casi invulnerabilidad adquirida por Israel a través de las diversas capas de sus escudos antimisiles, estos dos actores podrían responder atacando intereses y bases estadounidenses en la región, sobre todo en Irak, como ya ha hecho en otras ocasiones. En anticipación de ese escenario, horas antes de la ofensiva israelí, Washington retiró parte del personal destinado a Irak.
Los houthis, "domesticados" por Trump
Ahora bien, no está claro que los houthis, la milicia más independiente de las que forman el llamado Eje de la Resistencia, se plegara ante las órdenes de Teherán si considerase que no se alinean con sus intereses. Hace aproximadamente un mes que los houthis llegaron a un acuerdo de no agresión con Donald Trump a cambio de poner fin a sus actos hostiles contra los barcos del Mar Rojo. ¿Estarían realmente dispuestos a romperlo si se lo pidiera Teherán?
Por lo tanto, no parece que Irán tenga la capacidad de "incendiar la región", como se había temido. de abatir a ninguno del centenar de aviones que han participado en los bombardeos de la pasada noche da una idea de la debilidad de su ejército, sobre todo después de que los ataques israelíes anteriores neutralizaran buena parte de las defensas antiaéreas iraníes El cielo de Teherán iraní se limite a llevar a cabo algunos ataques de alcance limitado en los próximos días y busque algún tipo de acuerdo con Trump que le permita sobrevivir, su gran prioridad en estos momentos. consecuencias imprevisibles, vistos los precedentes de Iraq y de Siria.