Israel anuncia que está preparado para una guerra inminente con Líbano

BeirutLas llamas que en los últimos días tragan los bosques de Galilea, en el norte de Israel, provocados por el impacto de cohetes lanzados por la milicia de Hezbollah desde el sur del Líbano, amenazan con cambiar el rumbo de la guerra. Desde el asentamiento israelí de Kiryat Shmona, donde el fuego llegó a zonas de viviendas residenciales, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha anunciado este miércoles que el ejército israelí se prepara para "una fuerte acción" militar en norte (contra Hezbollah).

Según el diario Haaretz, las Fuerzas de Defensa de Israel han aprobado el reclutamiento de 50.000 nuevos reservistas, que se sumarán a los 300.000 soldados reclutados hasta ahora. Los enfrentamientos fronterizos, que se repiten desde el 8 de octubre a lo largo de la Línea Azul –la demarcación de la ONU para separar al Líbano de Israel, puesto que no hay frontera reconocida entre ambos países–, han entrado en una nueva fase de violencia, en la que la opción de que el conflicto se extienda al Líbano es más que probable.

Tras el último fracaso de un alto el fuego en la Franja de Gaza y la brutal operación israelí en Rafah, Hezbollah –que apoya a Hamás– ha pasado de la contención a la ofensiva. Ha lanzado salvas de docenas de cohetes más precisos y potentes del tipo Almas –de fabricación iraní–, utilizando drones armados que muchas veces no son interceptados por la Cúpula de Hierro (el sistema de defensa antiaérea israelí).

Este sábado, la milicia chií libanesa se adjudicó el abatimiento de un dron Hermes, el mayor avión y tripulado de las fuerzas aéreas israelíes, con un misil tierra-aire cuando entró en territorio libanés. El abatimiento de este sofisticado aparato de reconocimiento aéreo, valorado en 10 millones de dólares, provocó la respuesta israelí en forma de una ola de bombardeos contra las localidades fronterizas del sur y el este del país, en la que murieron dos civiles y varios combatientes de la milicia chií libanesa.

A su vez, en represalia por esta última acción, Hezbollah lanzó salvas de cohetes hacia el norte de Israel y un escuadrón de drones suicidas, algunos de los cuales burlaron el sistema de defensa antiaérea y golpearon la sede de la Brigada Golani en el cuartel de Shraga, en la ciudad de Acre, a 15 kilómetros de la frontera. Éste ha sido el ataque que se ha adentrado más en territorio israelí hasta ahora de los que ha llevado a cabo Hezbollah.

Incendios en el norte de Israel

No es la primera vez que Netanyahu o algún ministro de su gabinete de guerra amenaza con una invasión del Líbano para eliminar a Hezbollah, que representa una amenaza para la seguridad de las poblaciones del norte de Israel, prácticamente evacuadas, por los enfrentamientos fronterizos en curso . Este domingo, el ministro de Finanzas de extrema derecha israelí, Bezalel Smotrich, declaró que "Israel debe dar un duro golpe a Beirut, capital del terrorismo".

El hecho de que la milicia chií libanesa haya causado incendios de gran extensión que han destruido 1400 hectáreas –el doble que en la guerra del 2006– y que las llamas se hayan extendido a zonas urbanas representa una verdadera amenaza para Israel. Sobre todo para su ministro de Defensa, Yoav Galant, que recientemente declaró que dejaría el cargo si no logra que, al inicio del próximo curso escolar, hayan devuelto a casa los más de 80.000 desplazados del norte de Israel.

Ataques israelíes con fósforo blanco

Desde octubre, los cohetes de Hezbolá han dañado 930 viviendas y edificios en las 86 localidades fronterizas, mientras que los bombardeos israelíes han destruido 1.700 viviendas y han dañado otras 14.000 en el sur del Líbano.

Los ataques israelíes incluyen proyectiles de fósforo blanco, munición prohibida por la Convención de Ginebra, y bombas incendiarias contra las zonas forestales en la frontera con Israel. De hecho, este miércoles, nuevos ataques con fósforo blanco han quemado los bosques de la localidad fronteriza de Qabaa, en el distrito de Marjayoun, y otros fuegos se han propagado en la región fronteriza de Bint Jbeil, en el oeste.

Las posibilidades de que el ataque a gran escala en Líbano sea inminente, “en las próximas semanas”, según ha anunciado el ejército israelí, no está tan claro. Para el general retirado Hisham El Khoury, “es evidente que el ejército israelí intensificará sus acciones para hacer frente a los acontecimientos en las últimas 48 horas [en referencia a los fuegos en el norte de Israel], ya que necesita ofrecer algún tipo de imagen de poder al público que presenció la devastación de los bosques y sufrió pérdidas severas”. "Con la escalada viene otra escalada, y esto nunca se detiene en ningún punto", matiza el analista militar antes de añadir: "Personalmente, todavía pienso que es muy poco probable que el gobierno israelí, sin que haya detenido la invasión de Rafah, lance una invasión terrestre al sur del Líbano”.

Teniendo en cuenta que Hezbollah forma parte del llamado eje de la resistencia, "si Israel abre el frente norte abriría a la vez seis frentes más", explica en referencia a Siria, Irak, Yemen, Irán y Palestina, donde están activas también las milicias islámicas proiraníes. A su juicio, en el peor de los escenarios “la aviación israelí llevará a cabo ataques a gran escala contra aldeas libanesas en el sur y ataques puntuales a Beirut y Bekaa [haz de Hezbollah al este del país]”.

La tensión también ha aumentado en Beirut tras un ataque con armas automáticas ante la embajada estadounidense este martes, que ha herido a un guarda de seguridad en la entrada de la legación diplomática. Según las investigaciones en curso, uno de los atacantes fue neutralizado por las fuerzas del ejército libanés y otros dos huyeron en un vehículo. El atacante, de nacionalidad siria, llevaba la insignia del Estado Islámico, pero ningún grupo terrorista ha reivindicado el ataque.