BeirutEste domingo, Gaza ha despertado con una tregua parcial. Desde las diez de la mañana y durante diez horas, el ejército israelí ha suspendido operaciones en la Ciudad de Gaza, Deir al Balah y Al Mawasi, presuntamente para permitir la entrada de ayuda humanitaria. Paralelamente, se han habilitado corredores seguros desde las seis hasta las once de la noche para la entrada de convoyes de la ONU y organizaciones internacionales que distribuyan "comida y medicina a la población en toda la Franja de Gaza". Israel, que lo ha calificado de "pausa táctica" en un comunicado difundido por el ejército, presenta esto como parte de uno "esfuerzo por aumentar la escala de ayuda humanitaria que entra en Gaza".
Según las cadenas estatales de televisión de Egipto, Al Qahera y ExtraNews, decenas de camiones cargados con ayuda humanitaria han ido entrando en Gaza a lo largo del día. Este lunes por la mañana, Israel cifraba en 120 los camiones que habían entrado en un solo día, pero la ONU advertía de que eran sólo "una gota en un océano" de necesidades. Estas "pausas tácticas" serán aplicadas durante "diez horas diarias" y "hasta nuevo aviso". La medida se evaluará cada semana, y las agencias humanitarias no se pronuncian sobre su duración, porque saben que puede acabar sin previo aviso.
La decisión de Israel llega después de una ola de condenas internacionales por el hambre y la malnutrición que sufre la población civil en Gaza, especialmente los niños. El ejército israelí, de hecho, detalla que estos movimientos se llevan a cabo "de acuerdo a las directrices del nivel político" de Israel y siguiendo "una evaluación de la situación". También explica que forman parte de "una serie de acciones que buscan mejorar la respuesta humanitaria en la Franja de Gaza, así como desmentir la afirmación falsa sobre un hambre deliberada en el enclave". Pese a todas las advertencias lanzadas, Israel insiste en que se trata de una campaña propagandística "promovida por Hamás", que gobierna en Gaza. En este sentido, también se ha expresado el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu: "La ONU está poniendo excusas y mintiendo sobre el estado de Israel. Dice: 'No permiten la entrada de suministros humanitarios'. Sí que se permiten. Hay convoyes protegidos. Siempre ha habido, pero hoy es habido, pero hoy es habido, pero hoy es habido, pero hoy es habido, pero hoy es. en conseguir todos nuestros objetivos de guerra, hasta la victoria completa".
Sea como fuere, habrá que ver qué impacto tiene sobre el terreno y si la medida es suficiente para hacer frente a la horrorosa crisis humanitaria que se vive en el interior de la Franja. Las organizaciones humanitarias que están en el terreno celebran su decisión, pero también son críticas. En primer lugar, porque acusan a Israel de provocar hambre deliberadamente. En segundo porque creen que la medida de Tel-Aviv es insuficiente para solucionar la horrorosa crisis humanitaria que se vive en la Franja. "Un hambre provocada por el ser humano sólo puede resolverse con voluntad política", afirmó el secretario general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, quien exigió el fin del asedio a Gaza y la apertura de todos los pasos para garantizar "movimientos seguros y un acceso digno para las personas que necesitan ayuda".
Tom Fletcher, el coordinador humanitario de la ONU sobre el terreno, ya apuntaba que, sin garantías firmes, la población civil seguirá atrapada. Cerca del 90% del territorio está bajo control militar o bajo órdenes de desplazamiento. Las zonas más afectadas acumulan semanas sin combustible, sin hospitales operativos ni servicios básicos. En los últimos cuatro meses, el acceso ha sido prácticamente nulo en el norte, y las cifras de desnutrición han aumentado de forma alarmante.
Desde marzo, Israel ha endurecido el bloqueo. Ni siquiera el alto el fuego breve de enero frenó esa tendencia. Desde entonces, las muertes por inanición se han ido acumulando. Se han registrado más de mil muertes relacionadas con el hambre. Solo en julio, al menos 127 personas murieron por desnutrición, según el ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás. Ochenta y cinco eran niños. En total, más de cien muertes por hambre han sido confirmadas por Naciones Unidas desde que comenzó el bloqueo total en marzo. En los hospitales se repiten los mismos casos: menores de cinco años con un peso por debajo del mínimo vital, madres sin leche para alimentarlos, pacientes adultos con signos de fallo multiorgánico por malnutrición severa. En total, la guerra en Gaza ha matado a 59.821 personas desde octubre de 2023.
Mensaje de Tel-Aviv
Desde el gobierno israelí se insiste en que las pausas humanitarias demuestran su compromiso con el derecho internacional. Pero, al mismo tiempo, niegan toda responsabilidad sobre el hambre, señalando supuestos fallos logísticos de la ONU o, directamente, asegurando que todo es un invento de Hamás. Afirman, de hecho, que el grupo islamista obstaculiza el reparto y muchas solicitudes son rechazadas por motivos de seguridad. Sin embargo, existen decenas de testigos que contradicen esta versión. Hay camiones parados durante días en los pasos fronterizos, convoyes tiroteados, personas asesinadas mientras intentaban llegar a centros de distribución de ayuda o cooperantes asesinados o mutilados por fuego israelí.
Este mismo domingo, medios locales informaron de más de cincuenta muertes en zonas cercanas a Rafah y Beit Lahia, en paralelo a las horas de tregua. También se reportaron seis muertes por inanición. La sensación entre la población civil es de completa indefensión. No hay certeza de qué zonas están protegidas ni durante cuánto tiempo. Los partes militares no siempre coinciden con los hechos sobre el terreno.
La distribución de ayuda tampoco garantiza un acceso real. Muchos puntos quedan fuera de las zonas habilitadas, y los desplazamientos, a pie o con carretillas, son arriesgados. La mayor parte de la población se concentra en el sur, en campamentos saturados. Las escenas se repiten: colas bajo el sol, cuerpos cubiertos con mantas en las esquinas de la calle y cocinas improvisadas con leña húmeda.
Israel intercepta el barco 'Handala', que llevaba ayuda a Gaza
La Marina israelí ha interceptado este fin de semana al Handala , el segundo barco que zarpa hacia Gaza con ayuda humanitaria en los últimos dos meses, en un intento de romper el bloqueo impuesto por Israel en el enclave palestino. "La Marina israelí ha impedido que el buque Navarn (nombre oficial de registro) entrara ilegalmente en la zona marítima de la costa de Gaza. El barco se dirige sin inconvenientes hacia la costa israelí y todos los pasajeros se encuentran sanos y salvos", decía el comunicado del gobierno de Tel-Aviv, que añadía que ilegales y merman los esfuerzos humanitarios en curso".
La organización palestina Adala , que representa legalmente al grupo en Israel, aseguró este domingo en un comunicado que el Handala no había entrado en aguas territoriales israelíes ni tenía la intención de hacerlo. "El barco se dirigía hacia aguas territoriales del Estado de Palestina, tal y como lo reconoce el derecho internacional", señaló la ONG. "Israel no tiene jurisdicción ni autoridad legal sobre las aguas internacionales por las que navegaba la embarcación", subrayó.
A bordo del Handala viajaban 21 personas de doce países diferentes: seis estadounidenses, cuatro franceses, dos italianos, dos españoles, dos australianos, un noruego, un tunecino, una ciudadana franco-británica, un marroquí y un iraquí-estadounidense.