Israel intensifica los ataques terrestres en Ciudad de Gaza en medio de la desesperación de un millón de habitantes

BarcelonaLas fuerzas israelíes han intensificado en las últimas horas los ataques contra Ciudad de Gaza y han empezado a rodearlo. Según fuentes de Al Jazeera en el enclave palestino, dos brigadas de infantería y blindados operan en el barrio de Zeitoun, en las afueras de la capital de la Franja, tras fuertes bombardeos aéreos y navales, mientras otra brigada actúa en el campo de Jabalia, en el norte. El objetivo declarado es la conquista de la ciudad, todavía habitada por cerca de un millón de personas, sometidas a un asedio implacable y sin vías seguras de evacuación.

El primer ministro Benjamin Netanyahu ha dado este jueves por la tarde la luz verde definitiva al plan militar para tomar Gaza. "He llegado hoy a la División de Gaza para aprobar los planes que las Fuerzas de Defensa nos presentaron a mí y al ministro de Defensa para tomar la ciudad de Gaza y derrotar a Hamás", ha anunciado el dirigente a través de un vídeo.

A lo largo del día de hoy, las fuerzas israelíes han atacado los barrios densamente poblados de Tuffah, Shujayea y Zeitoun. Los residentes han visto cómo en cuestión de horas las calles en ruinas se transformaban en las nuevas líneas del frente. La redoblada presión militar ha desatado un nuevo éxodo caótico y desesperado. Miles de civiles han empezado a salir de Ciudad de Gaza a pie, cargando bolsos, colchones o niños a hombros, sin saber muy bien hacia dónde dirigirse ni si encontrarán un lugar seguro. Familias enteras han abandonado los refugios frente a la amenaza inminente de los combates urbanos y los continuos bombardeos. "No sabemos a dónde vamos, solo huimos", explicaba un hombre en las cámaras de televisión.

Pero no todo el mundo puede huir. Tras cinco meses de bloqueo humanitario y estar expuestos a bombardeos constantes, el número de enfermos y heridos es elevadísimo. Por eso, el ministro de Salud de Gaza, controlado por Hamás, ha rechazado este jueves la última orden de evacuación del ejército, que obligaba a todos los hospitales de Ciudad de Gaza a desplazarse hacia el sur a la vista de una ofensiva inminente. El ministro ha justificado la decisión al considerar que trasladar a todos los hospitales al sur, además de las dificultades logísticas que presentaría, privaría "más de un millón de personas de su derecho a recibir tratamiento médico" y "expondría las vidas de los residentes, de los pacientes y de los heridos a un peligro inminente".

Por su parte, Hamás ha denunciado que la ofensiva representa una violación flagrante de la mediación internacional para conseguir un alto el fuego y ha acusado al primer ministro, Benjamin Netanyahu, de querer imponer por la vía militar su visión del conflicto. El dirigente israelí dice haber ordenado el inicio de las negociaciones para liberar a la totalidad de los rehenes retenidos en Gaza y para poner fin a la guerra "en términos aceptables para Israel". La decisión se enmarca en la estrategia de tergiversar el discurso planteando demandas inaceptables para Hamás –que en caso de acceder, perdería definitivamente el último activo de negociación que le queda– para justificar la invasión total de la Franja frente a su población, que le exige poner fin al conflicto de forma inmediata.

Mientras Netanyahu justifica la ofensiva para "derrotar el último bastión de los terroristas de Hamás", una investigación del rotativo británico The Guardian en colaboración con el diario israelí +972, señala hoy que al menos el 83% de los fallecidos palestinos en esta guerra eran civiles. El informe, que se basa en los datos clasificados de la inteligencia de Israel, afirma que el ejército había registrado a 8.900 combatientes de Hamás y la Yihad Islámica Palestina como "muertos" o "probablemente muertos", una cifra que equivale sólo al 17% del total de palestinos muertos hasta la fecha.

Las órdenes de evacuación afectan ya a más del 90% del territorio de Gaza. En este contexto, el secretario general de la ONU, António Guterres, ha advertido de que "es vital lograr de inmediato un alto el fuego en Gaza y la liberación incondicional de todos los rehenes, y evitar la muerte masiva y la destrucción que una operación militar contra la ciudad provocaría de forma inevitable". También reclamó la reversión de la decisión israelí de expandir las colonias ilegales en Cisjordania, que considera "una violación del derecho internacional".

Que tanto la información como las imágenes de la invasión lleguen con cuentagotas se debe a la falta de periodistas sobre el terreno. Este jueves, 27 países, entre ellos Francia, Alemania y Reino Unido, han emitido un comunicado en el que exigen a Israel que dé "acceso inmediato e independiente a los medios de comunicación extranjeros" en Gaza. El texto, que destaca el "papel esencial" de los periodistas "a la hora de poner de manifiesto la devastadora realidad de la guerra", llega diez días después de que Israel matara a todo el equipo de la agencia de noticias de Al Jazeera en la Ciudad de Gaza, y se dificulte de esta forma que se pueda relatar el asalto a la ciudad que ya en ese momento tenía prevista. Estos asesinatos despertaron una ola de indignación que llegó hasta Cataluña.

Israel ha impedido el acceso a la Franja a los periodistas internacionales desde el inicio del conflicto, por lo que los únicos relatores de la guerra son los periodistas palestinos, a los que Tel-Aviv a menudo califica de terroristas para justificar su asesinato. Desde el 7 de octubre de 2023, en Gaza han muerto cerca de 270 periodistas, lo que hace de esta guerra la más mortífera de la historia para los informadores.

Rotura de Cisjordania

Al mismo tiempo, la comunidad internacional ha reaccionado con dureza al proyecto aprobado por el ejecutivo israelí y conocido como E1, que contempla una expansión de colonias en Cisjordania en un corredor estratégico entre Jerusalén y el asentamiento de Ma'ale Adumim. Gobiernos europeos, la Unión Europea y la ONU han condenado la decisión porque fractura de forma irreversible el territorio palestino y hace inviable la creación de un futuro estado soberano. Los ministros de Exteriores de 22 estados –entre ellos, Francia, Canadá, Reino Unido o España– han calificado la decisión de "inaceptable" y de contraria "al derecho internacional". "Si se implementan, estos planes de asentamiento serían una violación flagrante del derecho internacional y dividirían un futuro estado palestino en dos, lo que perjudicaría gravemente una solución de dos estados".

Estos movimientos militares y políticos se inscriben en un discurso más amplio de Netanyahu, que en reiteradas ocasiones ha invocado el concepto del "Gran Israel". Una retórica que no sólo es simbólica: supone una amenaza directa a los acuerdos de paz firmados con vecinos como Jordania o Egipto, y una violación de las convenciones internacionales que prohíben la expansión territorial por la fuerza.

Desde el punto de vista del derecho internacional, la ocupación y la colonización de territorios palestinos constituyen una violación grave y continuada de la Carta de las Naciones Unidas, de las Convenciones de Ginebra y de resoluciones como la 2334 del Consejo de Seguridad, que en 2016 declaró ilegal cualquier actividad de asentamiento. Sin embargo, el gobierno israelí, empujado por ministros ultraderechistas como Bezalel Smotrich, aceleró la construcción de colonias para eliminar cualquier opción de un estado palestino viable.