El Senado y el Congreso de los Estados Unidos ratifican la victoria de Joe Biden
Trump promete "una transición ordenada" y los líderes republicanos condenan la violencia, que deja cuatro muertos
WashingtonEl Senado y el Congreso de los Estados Unidos, en sesión conjunta, han certificado los votos del Colegio Electoral y por lo tanto la victoria de Joe Biden, que el 20 de enero se convertirá en presidente de los Estados Unidos. Un trámite administrativo que normalmente pasa desapercibido pero que Donald Trump ha aprovechado para protagonizar su último desafío al resultado de las elecciones de noviembre y al sistema electoral. La sesión había sido interrumpida durante cinco horas y media por el asalto de los seguidores de Donald Trump. Miles de sus seguidores, alentados por sus infundadas acusaciones de fraude, rodearon y asaltaron el Capitolio el miércoles, hicieron suspender la sesión, la ciudad de Washington decretó el toque de queda, se desplegó la Guardia Nacional y el mundo vio una imagen inédita de los Estados Unidos.
Donald Trump, a quien Twitter y Facebook habían bloqueado las cuentas por "peligro de violencia", ha reaccionado a la ratificación de Biden en un muy breve comunicado. "Aunque estoy totalmente en desacuerdo con el resultado de las elecciones, y los hechos me lo confirman, aún así, habrá una transición ordenada el 20 de enero. Siempre he dicho que continuaríamos nuestra lucha para que solo se contabilizaran los votos legales. Aunque esto representa el final del primer mandato más grande de la historia presidencial, solo es el comienzo de nuestra lucha por volver a hacer América grande otra vez". Una vez más, Trump ha mentido sobre el posible fraude.
Unas horas antes, en el Senado, el vicepresidente Mike Pence ha valorado los hechos refiriéndose a los atacantes. "No han ganado", ha apuntado, haciendo hincapié en que "la violencia nunca gana, la libertad gana". Hores antes, el segundo de Trump había prometido que los culpables del asalto serían procesados, aunque solo se han producido 26 detenciones dentro de los terrenos del Capitolio de un total de 52 en Washington, según ha informado la policía de la capital norteamericana. Cuatro personas han muerto. Una de ellas por disparos, y las otras tres en circunstancias que no han sido aclaradas.
Ninguna referencia a Trump por parte de Pence. Tampoco por parte del líder republicano del Senado, Mitch McConnell, que ha señalado, eso sí, que los asaltantes "han intentado trastocar nuestra democracia". Más contundente, el futuro líder del Senado , el demócrata Chuck Schumer, ha tildado de "insurrectos" y "terroristas domésticos", entre otros calificativos, a los miembros de la turba trumpista. Schumer no ha dudado en culpar al presidente: "Esta violencia es en buena parte su responsabilidad, su eterna deshonra".
Pelosi: "Demostrem al món de què està feta Amèrica"
Una hora más tarde, la Cámara de Representantes ha reiniciado su debate. La presidenta, la demócrata Nancy Pelosi, ha asegurado que "se hará justicia". En un intento para darle la vuelta a los acontecimientos, Pelosi ha propuesto que la reacción al asalto sea parte "de una historia que muestre al mundo de qué está hecha América". Como conclusión, ha pedido una oración "para que Dios siga bendiciendo" a los Estados Unidos.
El líder de la minoría republicana, Kevin McCarthy, uno de los fieles aliados de Trump, ha dicho que "el Congreso no será el mismo después de hoy" y ha denunciado "la violencia, la destrucción y el caos" como "inaceptables, antidemocráticos y antiamericanos". Su compañero Matt Gaetz, uno de los congresistas más afines a Trump, ha puesto una de las notas más lamentables de la madrugada al apuntar que entre los asaltantes había antifascistas "disfrazados de seguidores de Trump".
Como respuesta a los acontecimientos de la jornada, varios senadores republicanos han revertido su posición y han declinado participar en la objeción a los resultados de varios de los estados en los que Donald Trump asegura, sin fundamento, que existió fraude. Otros, sin embargo, han continuado muy entrada la madrugada con el teatrillo político para retrasar la inevitable victoria de Joe Biden. El presidente saliente, bloqueado por Twitter, Facebook e Instagram durante horas, ha permanecido mudo.