La 'reunión' de Sánchez y Biden: 30 segundos y un apretón de manos
El presidente español sí se ha reunido con el primer ministro británico, Boris Johnson
Bruselas / MadridNo ha habido reunión. La expectativa que se había generado por el que tenía que ser el primer encuentro oficial entre el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y el presidente español, Pedro Sánchez, se ha visto hecha pedazos en los poco más de treinta segundos que ha durado el paseo que los dos presidentes han hecho el uno junto al otro después de hacerse la fotografía de grupo en la cumbre de la OTAN en Bruselas de este lunes. El encuentro, en plena crisis diplomática con Marruecos, ha sido esto: un apretón de manos y 30 segundos de pie.
El esperado encuentro con Biden era precisamente uno de los contrargumentos a la fotografía de la manifestación de la Plaza de Colón este fin de semana y finalmente ha quedado aguado en un simple apretón de manos. Sánchez sí tiene en la agenda una reunión con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y sólo llegar se ha visto con el primer ministro británico, Boris Johnson, con el que ha abordado la necesidad de un acuerdo por la cuestión de Gibraltar después del Brexit.
"La prueba de la excelente relación entre los dos países"
Fuentes de la Moncloa señalaron el pasado jueves que había diferentes posibles temas de conversación sobre la mesa, como el "refuerzo de la relación transatlántica, el multilateralismo y las migraciones", pero vista la brevedad del encuentro difícilmente se habrán podido abordar, puesto que las imágenes transmitidas en directo por la OTAN muestran a un Biden que casi no ha hablado ante la insistencia de Sánchez, que de hecho se ha apartado al cabo de unos segundos y lo ha dejado solo con sus acompañantes en el pasillo.
Ante las dudas de los periodistas de si se trataba realmente del encuentro esperado, desde el equipo de Sánchez se han rebajado las expectativas y han señalado que en todo momento se habló de un "saludo" para "conocerse personalmente" y "establecer un primer contacto". Está previsto que el presidente español comparezca en rueda de prensa durante la tarde y explique el contenido de las primeras palabras con Biden. Pero según la Moncloa, la imagen es "la prueba de la excelente relación que existe entre los dos países", aunque no haya habido una reunión bilateral como tal.
Los analistas destacan la importancia de recuperar las relaciones bilaterales con los Estados Unidos después del unilateralismo de Donald Trump, que solo intercambió unas palabras con Sánchez en la última cumbre de la OTAN para indicarle dónde estaba la silla al presidente español. Carlota García Encina, del Real Instituto Elcano, recuerda que "con Trump hubo muy poca sintonía política y España optó por dejar que temas como los acuerdos comerciales se trataran a través de Bruselas, pero las autoridades comunitarias no tienen las mismas prioridades, por ejemplo, a la hora de defender la oliva negra. El gobierno español tendría que decir cuáles son sus prioridades y en vez parte de limitarse a pensar qué quieren los norteamericanos, reflexionar sobre qué quiere España de los Estados Unidos", asegura. La guerra de aranceles es uno de los temas pendientes con los aliados europeos y Biden, presionado entre otros por la industria del acero, será cauto a la hora de liberalizar el comercio de productos que puedan competir con empresas norteamericanas.
El fugaz saludo de Biden y Sánchez llega en un momento delicado de las relaciones con Marruecos, después de que Trump reconociera la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental, un paso que Rabat quiere que España repita. "No queda claro si Biden mantendrá este posicionamiento, porque tiene otras prioridades más importantes. En todo caso, Marruecos es un aliado estratégico para los Estados Unidos, porque tiene una ubicación clave y por la lucha antiterrorista. Pero España, que acoge las bases norteamericanas de Rota y Morón, también es un aliado estratégico: no es un juego de suma cero", apunta Encina.
Para Rachid El Houdaigui, profesor de la Universidad Abdelmalek Essaadi de Tánger, "para Marruecos es insostenible que el gobierno español haga una campaña en los Estados Unidos y dentro de la UE contra el reconocimiento americano de la soberanía marroquí sobre el Sáhara". El profesor marroquí alerta de que Rabat necesita a Europa como su principal socio, y su alianza con los Estados Unidos e Israel es estratégica. Pero como otros países de la región, Marruecos "encuentra en China un socio más activo y eficaz que Europa tanto en tiempo de estabilidad como de crisis sanitaria".