Encuentran muerto el ministro de Transportes que Putin acababa de destituir
La principal hipótesis es que se haya suicidado, salpicado por un caso de posible fraude y malversación
MoscúHan encontrado muerte a Roman Starovoit, exministro de Transportes ruso, este lunes horas después de que Vladimir Putin le destituyera del cargo. Según el Comité de Investigación, un análogo de la fiscalía, la principal hipótesis es que se haya suicidado. Han localizado su cuerpo entre unos arbustos, junto a un parking público de la región de Moscú donde estaba estacionado su coche particular, con una pistola al lado. Según varios medios, el arma con la que supuestamente se ha disparado era un premio que había recibido del ministerio del Interior en el 2023. Mientras se investigan las causas de la muerte de Starovoit, de 53 años, la prensa rusa apunta a que podría estar implicado en un caso de presunto fraude y malversación en la construcción en mayo de 2024. Tres meses después de que lo relevaran del cargo, soldados ucranianos invadieron este territorio sin que las defensas rusas pudieran hacerle frente y ocuparon más de 1.000 kilómetros cuadrados.
Su sucesor como gobernador, Aleksei Smirnov, fue detenido el pasado mes de abril, acusado de un delito de corrupción y estafa por haber desviado diez millones de euros destinados a proteger la región. Tanto él como otros políticos salpicados por el caso habrían involucrado también a Starovoit, que pudo enfrentarse a una pena de hasta veinte años de cárcel. Los medios rusos señalan que la policía tenía intención de detener al ministro de Transportes este lunes por la noche para interrogarle.
También indican que la muerte se habría producido este lunes por la mañana, después de haber asistido a una reunión en el ministerio y que se hiciera pública su destitución. Se trataría del primer ministro ruso que se suicida durante el período postsoviético, concretamente, desde el golpe de estado de agosto de 1991, cuando los sectores más involucionistas del Partido Comunista, el ejército y el KGB fracasaron en el intento de derribar al gobierno de Mijaíl Gorbachov.
Horas después del cese, Putin ha nombrado al frente de la cartera de Transportes a Andrei Nikitin, que hasta ahora era su viceministro. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, había asegurado horas antes de que se conociera la noticia de la muerte de Starovoit de que la destitución no estaba relacionada con "la pérdida de confianza" en su figura. Ahora bien, fuentes de la industria del transporte aseguran a Reuters que los planes para hacerlo plegar llevaban semanas en marcha, al menos desde antes del Foro Económico de San Petersburgo, que tuvo lugar entre el 16 y el 20 de junio.
Además, en las horas previas a la muerte, había estado en el ojo del huracán por el caos en los aeropuertos rusos. Más de 2.000 vuelos han sufrido afectaciones desde el sábado, sobre todo en Moscú y San Petersburgo, por la amenaza de los drones ucranianos. Casi 500 han tenido que cancelarse y 1.900 han sufrido retrasos, en un nuevo episodio de una problemática que se ha vuelto cada vez más frecuente en los últimos meses y ha obligado a algunos aeropuertos a cerrar en varias ocasiones desde la primavera.
Desde su nombramiento, Starovoit había tenido que enfrentarse a éste y otros retos, como los sabotajes ucranianos contra la logística rusa, sobre todo contra el sistema ferroviario, que también habían interrumpido recientemente el funcionamiento de trenes militares y de mercancías. Era el clásico funcionario de carrera ruso, de un perfil ecléctico, con estudios superiores en administración pública, especializado en ingeniería y tesis doctoral en pedagogía de deportes de invierno. Antes de que le nombraran gobernador de Kursk en el 2018, dirigió seis años la Agencia Federal de Carreteras.
Otra muerte súbita
También este lunes falleció otro funcionario del ministerio de Transportes, Andrei Korneichuk, durante una reunión. Según canales cercanos a las fuerzas de seguridad, tras enterarse del fallecimiento de Starovoit, se levantó bruscamente y cayó fulminado sin que el personal sanitario pudiera hacer nada por reanimarle. Korneichuk, de 42 años, era subdirector del departamento del fondo de terrenos del ministerio de Transportes.
El pasado viernes otra muerte de un personaje público ruso despertó suspicacias y dejó preguntas sin resolver. El vicepresidente de la compañía estatal de oleoductos, Andrei Badalov, cayó por la ventana de su casa, en un decimoséptimo piso, a las afueras de Moscú. Según la agencia TASS, el empresario dejó una nota de despedida y, por tanto, todo apuntaría a un suicidio, aunque se desconocen sus motivaciones. Esta muerte en extrañas circunstancias se suma a las de otros altos ejecutivos rusos que no se han despejado, como la de Ravil Maganov, presidente de la petrolera Lukoil, la de Vladislav Avayev, ex vicepresidente de Gazprombank, o la de Sergei Petrosenia, directivo de la principal productora independiente de gas.