Los talibanes decretan el uso obligatorio del burka en espacios públicos
La orden advierte que las trabajadoras del Gobierno que no lleven hiyab serán despedidas
BarcelonaEl burka ya era obligatorio cuando los talibanes gobernaron Afganistán entre 1996 y 2001. Entonces, se convirtió en el símbolo de la represión contra las mujeres afganas. Ahora, unos nueve meses después de que volvieran al poder, el burka vuelve a ser de uso obligado en todo el país. Una orden pública emitida por el ejecutivo talibán este sábado lo ha decretado así. "A pesar de que el 99% de las mujeres afganas ya usan hiyab, el resto también lo tendría que utilizar y no hay excusa", dice la orden aprobada por el ministerio de Propagación de la Virtud y Prevención del Vicio, que especifica que cuando dice "hiyab" se refiere a todas aquellas piezas que cubran todo el cuerpo y que en este caso "el burka es la mejor versión".
De hecho, se advierte a las mujeres que trabajan en el Gobierno talibán que serán despedidas en caso de que no usen el hiyab, que es el velo que cubre la cabeza. Pero queda claro que en realidad se refieren al burka y también advierten que si la mujer o la hija de un funcionario del Gobierno no usa esta prenda de ropa él mismo será despedido.
Según la orden aprobada este sábado, si se detecta alguna mujer que no lleva hiyab, en primer lugar, se enviará a las fuerzas de seguridad a informar al tutor o miembro masculino de la familia y, si sigue sin cumplir la norma, este hombre será llamado a declarar, podrá "ser detenido durante tres días" y "entregado a los tribunales para recibir su castigo como última instancia".
"El hiyab es nuestra felicidad y nuestro orgullo como mujeres musulmanas, pero el Gobierno talibán nos impone su código de vestimenta específico para nosotras", dice la activista social afgana Yalda Parwani a la agencia Efe. Según Parwani, esta imposición de los fundamentalistas es una manera de "convencer a sus combatientes de que están haciendo un gobierno islámico en Afganistán como se les prometió durante la guerra de los últimos 20 años".
Desde la llegada al poder de los talibanes, a mediados de agosto del año pasado, las mujeres han visto como sus derechos se reducían progresivamente a pesar de que en un primer momento habían asegurado que esta vez el nuevo gobierno las respetaría, lo que preocupaba especialmente a las potencias occidentales como Estados Unidos, que facilitaron la llegada al poder de los talibanes con una retirada caótica del país. Pero pronto se prohibió a las adolescentes de asistir a las escuelas, se impuso la segregación por sexos en lugares públicos y el veto a viajar sin velo y sin ir acompañadas de un familiar masculino en trayectos largos. Poco a poco, la realidad que viven las mujeres en este país se va asemejando cada vez más a la época del primer régimen talibán, de 1996 a 2001, cuando fueron recluidas en casa, sin posibilidad de estudiar ni trabajar.
Detrás de muchas de estas regulaciones contra las mujeres está el todopoderoso ministerio de Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio, que entró en vigor durante el primer régimen talibán, se extinguió con la invasión norteamericana y quedó como un mal recuerdo para los afganos durante los siguientes 20 años. Con el retorno al poder de los talibanes el 15 de agosto pasado, este ministerio ha vuelto y se ha instalado, precisamente, en la sede que ocupaba hasta ahora el desaparecido ministerio de la Mujer.