Estados Unidos

Trump dice que se reunirá con Putin en Budapest para seguir negociando sobre Ucrania

El presidente estadounidense ha valorado la llamada con su homólogo ruso como "productiva"

WashingtonTras una "larga" llamada con Vladimir Putin, Donald Trump ha anunciado que la próxima semana una delegación de EEUU liderada por el secretario de Estado, Marco Rubio, se reunirá con altos cargos rusos para seguir negociando sobre el futuro de Ucrania. El presidente estadounidense también ha afirmado que, después de este encuentro, él y Putin se encontrarán en Budapest. "El presidente Putin y yo nos reuniremos después en un lugar acordado, Budapest, Hungría, para ver si podemos poner fin a esta guerra "infame" entre Rusia y Ucrania", ha escrito en Truth Social. Las fechas y la ubicación exacta aún deben concretarse.

El encuentro en la capital húngara supondría la primera vez que Putin pisa la Unión Europea desde que comenzó la guerra y la elección de la ubicación no es casual: sobre la cabeza del dirigente ruso cuelga una orden de detención del Tribunal Penal Internacional por crímenes de guerra en Ucrania y, aunque Hungría se acogió en el Estatut de Roma, ya ha violado con anterioridad otras citas penales. Además, este movimiento supone también un reconocimiento simbólico por parte de Trump a su fiel seguidor dentro de la UE, el dirigente ultraderechista Viktor Orbán, también el más cercano al Kremlin dentro del bloque comunitario.

Cargando
No hay anuncios

Trump ha calificado de "productiva" la llamada con el presidente ruso, utilizando el mismo calificativo que ha utilizado el Kremlin. En un comunicado paralelo, el enviado especial de Putin, Kiril Dmítriev, valoró la conversación como "muy productiva" y destacó que sirvió para establecer claramente los siguientes pasos a seguir. Por su parte, el asesor presidencial Yuri Uixakov ha dicho que la reunión "podría" estar en Budapest y ha añadido que el ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov, y su homólogo estadounidense, Marco Rubio, hablarán en los próximos días por teléfono para ponerlo en marcha. Según Uixakov, Putin y Trump se han telefoneado a petición del presidente ruso.

La llamada se ha producido un día antes del viaje a Washington de Volodímir Zelenski, el cual se reunirá por tercera vez con el republicano para pedir un mayor apoyo de Estados Unidos en la guerra en un momento en quelas relaciones con Moscú parecen haberse enfriado. De hecho, Trump ha asegurado que mañana discutirá con Zelenski "la conversación con el presidente Putin y otras muchas cuestiones" y ha añadido: "Creo que hoy se han hecho grandes progresos con la conversación telefónica".

Cargando
No hay anuncios

La amenaza de los misiles de largo alcance

En su visita, Zelenski busca conseguir los misiles de largo alcance Tomahawk que fabrican Estados Unidos y que pondrían a Moscú a su alcance en medio de la intensificación de los ataques rusos contra los sistemas energéticos ucranianos. Trump, frustrado con el estancamiento de las conversaciones sobre el fin de la guerra, dijo recientemente que podría suministrar este tipo de armas a Kiiv si Putin no acepta sentarse en la mesa de negociaciones.

Cargando
No hay anuncios

"¿Les gustaría que los Tomahawk volaran en dirección hacia ellos [Rusia]? No lo creo. Si la guerra no se detiene… quizás lo haremos o quizás no", advertía Trump en una de las habituales amenazas abiertas. Sea como fuere, se trata de la advertencia más contundente hasta ahora del republicano sobre la posibilidad de armar a Ucrania con misiles capaces de dispararse a 2.500 kilómetros de distancia y golpear a la Rusia profunda. El giro es notable si se tiene en cuenta que a principios de año Trump suspendió los envíos de ayuda militar y económica a Ucrania, así como la colaboración de inteligencia. Todo con la intención de presionar a Kiiv para que cediera en las negociaciones. Ahora Trump vuelve a aplicar la misma lógica, pero en sentido contrario: espera que con la amenaza de una posible entrega de los Tomahawk a Kiiv, el Kremlin se movilice y desatasque la situación.

De hecho, Zelenski confía en que el presidente estadounidense "utilice los mismos instrumentos que en Oriente Próximo" para presionar a Moscú y que la perspectiva de que Kiiv disponga de misiles de crucero de gran precisión empuje a Putin a negociar en serio. Desde el anuncio del pasado agosto, cuando Trump aseguró que empezaba a trabajar en los preparativos para un futuro encuentro entre Zelenski y Putin, que las conversaciones han vuelto a quedar en punto muerto.

Cargando
No hay anuncios

No es la primera vez que el Kremlin logra ganar tiempo para continuar con la invasión a costa de promesas huelgas o pactos de mínimos con Trump. Ya ocurrió en primavera, con el alto el fuego para dejar de atacar infraestructuras energéticas –que rápidamente Rusia rompió–, y durante la cumbre de Alaska, donde el republicano prácticamente se marchó con las manos vacías si se entiende que el objetivo del encuentro era discutir el fin de la guerra y no otros negocios con Moscú. En el poso de las reiteradas conversaciones entre el mandatario estadounidense y ruso también planeó la idea de reanudar las relaciones comerciales. Una idea que Trump ha vuelto a mencionar en su valoración sobre la llamada: "También hemos pasado mucho tiempo hablando sobre el comercio entre Rusia y Estados Unidos cuando la guerra con Ucrania acabe".

Pocos días después de que Trump anunciara ese eventual cara a cara entre los dos dirigentes, el Kremlin ya enfriaba las expectativas. Durante la última visita a la Casa Blanca, donde Zelenski estuvo acompañado de una delegación de dirigentes europeos en gesto de apoyo, el presidente ucraniano se jugó todo en la carta que Putin nunca aceptaría sentarse en la misma mesa que él. El eventual encuentro entre el dirigente del país invadido y el del país agresor comportaba que Kiiv aceptara que debería ceder algunos territorios, lo que siempre ha sido una línea roja para el ucraniano. En su segunda visita, Zelenski no solo corrigió la vestimenta, sino que empezó a entender cómo acercarse al magnate para seguir dentro de la partida.

Cargando
No hay anuncios

Como resultado del enfriamiento con Moscú, Trump no sólo ha hablado de la posibilidad de dar misiles de largo alcance a Ucrania, sino que después de verse con Zelenski en la ONU también dio un giro radical y dijo que Kiiv podría recuperar todas sus fronteras si contaba con el apoyo de Europa. En el comentario, que finalizaba con un "buena suerte a todos", parecía que Trump se estaba desentendiendo de la guerra –cansado ya de no conseguir ponerle fin– y ponía toda la responsabilidad en la UE animándola a hacer más gasto para seguir armando a Ucrania.

Rusia y Ucrania intensifican la guerra energética

Los ataques cruzados entre Rusia y Ucrania contra las infraestructuras energéticas se han intensificado en los últimos días, antes de que se reanuden los contactos diplomáticos para intentar acercar un acuerdo de paz.

La madrugada del jueves, Moscú ha lanzado más de 300 drones y 37 misiles en varios puntos de Ucrania y, entre otros, ha impactado contra una planta de procesamiento de gas. Este tipo de infraestructuras son uno de los principales objetivos de Rusia, junto a las plantas de generación de electricidad. Según el ministerio de Energía de Ucrania, éste ha sido el sexto bombardeo masivo de este mes contra infraestructura gasista. El operador de la red eléctrica estatal, Ukrenergo, ha realizado cortes de emergencia en todas las regiones del país.

Por otra parte, Ucrania también ha intensificado los ataques a la industria petrolera rusa, en un intento de forzar a Vladimir Putin a ceder y aceptar un alto el fuego. Este jueves, unas 84.000 personas todavía están sin luz en la parte de Kherson controlada por Rusia tras los ataques de esta semana contra las infraestructuras energéticas.