Trump, investigado por rasgar y llevarse documentos oficiales y confidenciales de la Casa Blanca
Los trabajadores de los archivos lo habían avisado e intentaban reparar los papeles con cinta adhesiva
BarcelonaTodo en el expresidente Donald Trump es extravagante, y su forma de tratar los documentos oficiales de trabajo cuando estaba en el Despacho Oval tampoco se salva. Y esto, a pesar de que podría ser delictiva. En su etapa en la Casa Blanca, Trump parece que tenía la costumbre de rasgar todos los papeles que dejaban de interesarle cuando los había leído, desde clippings de prensa a compilaciones de tuits o informes de alguna cuestión que ya no le despertaba interés: simplemente los rompía y tiraba los trozos de papel al suelo, han explicado varios funcionarios de la Casa Blanca, anónimamente, a The Washington Post y la CNN.
Tanto es así que muy a menudo los trabajadores de la Casa Blanca recuperaban los papeles y los enganchaban con cinta adhesiva para poder clasificarlos de manera adecuada y depositarlos a los archivos oficiales de la presidencia. De hecho, todo ha salido a la luz precisamente porque algunos de los documentos de la presidencia de Trump que la Administración de los Registros y Archivos Nacionales ha entregado al comité del Congreso que investiga el asalto al Capitolio del 6 de enero (después de una batalla legal que Trump llevó hasta el Tribunal Supremo porque no quería que los entregaran) estaban enganchados con cinta adhesiva.
Parece que miembros del equipo de Trump le repitieron varias veces que no se podían rasgar documentos oficiales de la presidencia, y le pedían que los dejara en una pila encima de la mesa, pero el entonces presidente no hizo caso. La ley de documentos de la presidencia de los Estados Unidos fija que hay que preservar todos los papeles oficiales del presidente y guardarlos en los Archivos Nacionales una vez acabe la presidencia. Y aquí viene otra violación de la legislación por parte de Trump: cuando abandonó la Casa Blanca en enero , se llevó al menos 15 cajas de documentos a su residencia de Mar-a-Lago, en Florida.
Después de una negociación entre los responsables de los Archivos Nacionales y los abogados de Trump, el expresidente devolvió el mes pasado las 15 cajas. Entre la documentación que se había querido llevar había información clasificada y material bajo el epígrafe de "alto secreto", según ha podido saber el Washington Post. Ha trascendido, por ejemplo, que entre los papeles que se llevó estaba la carta que el expresidente Barack Obama le dejó en el Despacho Oval cuando se marchó y las "cartas de amor" –según la definición del propio Trump– que le envió el dictador de Corea del Norte, Kim Jong-un. Estas últimas serían, probablemente, material clasificado.
Este jueves, la Cámara de Representantes de los Estados Unidos ha abierto una investigación para averiguar si el comportamiento de Trump constituye un delito respecto de la ley de documentos de la presidencia, tanto por la destrucción de documentos como por haberse llevado algunos cuando se fue. El Congreso también quiere saber si Trump destruyó documentación relacionada con el asalto al Capitolio. Según The New York Times, el comité que investiga los hechos del 6 de enero ha encontrado vacíos sospechosos en horas críticas de aquel día en los registros de llamadas telefónicas de la Casa Blanca.
Parece claro que la gestión de Trump de los documentos oficiales de su presidencia, tanto en su etapa de presidente como después, implica violaciones de esta ley. Pero los expertos apuntan que la norma no prevé ningún mecanismo sancionador y que tampoco hay precedentes que se hayan tomado nunca medidas contra un presidente de acuerdo con esta norma, de forma que parece más que probable que esto tampoco acabe pasando factura al expresidente.