Estados Unidos

Los 187 minutos de silencio de Trump y otras incógnitas del asalto al Capitolio, un año después

El comité que investiga el ataque intenta averiguar si hay motivos para impulsar un proceso penal contra el expresidente

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El asalto al Capitolio y el debilitamiento de las instituciones

Barcelona¿El asalto al Capitolio fue un acto espontáneo o un ataque organizado para mantener a Donald Trump en el poder? ¿Formaba parte de una estrategia organizada desde el Hotel Willard de Washington por un grupo de leales a Trump? ¿Qué papel jugó el propio Trump? ¿Qué pasó en la Casa Blanca en las horas que duró el ataque? Todas estas preguntas son las que trata de responder el comité de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos que desde julio pasado investiga los hechos del 6 de enero del 2021. Un asalto que dejó cinco muertos e hirió gravemente a la democracia norteamericana.

Los miembros del comité están considerando incluso la posibilidad de pedir al departamento de Justicia que abra una investigación penal contra el expresidente, según ha avanzado el New York Times y confirmaba el jefe del comité, Bennie Thompson, a la CNN: "Estamos buscando toda la información, y si encontramos algo que pensamos que hay que enviar al departamento de Justicia, lo haremos", respondía.

¿Qué hacía Trump?

El comité ha puesto el foco en las acciones del expresidente y ha averiguado, por ejemplo, que Trump se pasó casi todo el asalto al Capitolio siguiendo los acontecimientos por la televisión en la sala comedor próxima al Despacho Oval. Mientras veía lo que pasaba, mantuvo silencio público durante 187 minutos, un tiempo en el que varios de sus colaboradores, sus hijos Donald Junior e Ivanka, e incluso presentadores de la Fox, le estuvieron pidiendo que interviniera para parar el asalto de sus seguidores al Congreso.

Ivanka Trump entró hasta dos veces en la sala comedor donde su padre veía la televisión para pedirle que saliera a pedir públicamente a los trumpistas que se marcharan del Capitolio, según ha explicado la vicepresidenta del comité, la republicana Liz Cheney. La hija del ex vicepresidente Dick Cheney, una de las pocas figuras del partido que se ha posicionado claramente en contra de Trump, ha señalado que hay que averiguar si el entonces inquilino de la Casa Blanca cometió algún crimen "por acción o inacción".

¿Hubo criminalidad?

No está claro que se pueda imputar al expresidente el mismo crimen que se ha impuesto a 275 de los 725 detenidos por asaltar el Capitolio, que es el de obstrucción al Congreso, puesto que el ataque paró temporalmente la sesión que tenía que confirmar la elección de Joe Biden como presidente. A unos 40 detenidos se les ha imputado cargos de conspiración. "Si su inacción conlleva algún nivel de criminalidad dependerá de la intencionalidad: si él sabía que los asaltantes iban a irrumpir en el Capitolio y les hubiera dicho «Hacedlo y yo no haré nada, no llamaré a la guardia nacional ni a la policía», esta inacción podría ser acción", explicaba el ex fiscal federal Michael Zeldin a la cadena MSNBC.

En estos 187 minutos de silencio, se sabe también que el entonces presidente estuvo grabando su mensaje público y que lo tuvo que repetir varias veces, presuntamente porque no acababa de acertar las palabras que se esperaba que usara. Finalmente, el mensaje televisado en el que pedía a sus seguidores que pararan el asalto todavía contenía un "Os queremos". De hecho, él mismo los había animado a ir hacia el Capitolio en su mitin cerca de la Casa Blanca aquella misma mañana. Algunos expertos apuntan también que esto podría ser incitación a la insurrección.

El rastro del dinero y el plan para anular la victoria de Biden

El comité ha creado un grupo de trabajo dedicado exclusivamente a seguir el rastro del dinero que se usó para promover el mensaje falso del fraude electoral. Un mensaje que fue esparcido y repetido no solo por el presidente sino también por varios legisladores republicanos, a pesar de que las pruebas del propio gobierno norteamericano aseguraban que no había habido ningún fraude. Fue esta falsa creencia, todavía viva hoy entre muchos norteamericanos, lo que llevó a muchos seguidores de Trump al Capitolio, convencidos de que cumplían un deber "patriótico".

Según ha podido saber el comité, en las semanas previas al 6 de enero, en una habitación del Hotel Willard de Washington se estuvieron reuniendo un grupo de aliados de Trump encabezados por su abogado Rudi Giuliani, y que incluye a varios legisladores republicanos. Entre los documentos facilitados al comité por Bernard Kerik, exinspector de policía de Nueva York y aliado de Giuliani, hay un "plan estratégico de Comunicación" de 22 páginas que tiene como objetivo anular la victoria de Biden: "¡Tenemos 10 días para ejecutar este plan y certificar al presidente Trump!", dice el documento.

Kerik, sin embargo, se ha negado a facilitar otros documentos por contener información sensible a pesar de que ha apuntado cuáles serían algunos, como "el borrador de una carta del presidente para confiscar pruebas sobre las elecciones de 2020 en favor del interés de seguridad nacional". Según ha podido saber el comité, el equipo de Trump, incluido su asesor de seguridad nacional Michael Flynn, discutía la posibilidad de declarar una emergencia nacional para confiscar máquinas de votación.

A la espera de los documentos de la Casa Blanca y las audiencias públicas

Parece claro que el comité, que hasta ahora ha trabajado a puerta cerrada, tiene alguna fuente del entorno próximo de Trump que les ha dado detalles de lo que pasaba dentro de la Casa Blanca. Pero buena parte de la documentación oficial e incluso grabaciones que pueda haber no le han llegado porque el expresidente lo mantiene bloqueado, alegando su "privilegio ejecutivo". Un asunto que está pendiente de una resolución judicial. También el jefe de gabinete de Trump, Mark Meadows, y su asesor Steve Bannon se han negado a cooperar con la investigación y han sido acusados de desacato al Congreso. Meadows dejó de colaborar después de entregar un buen grupo de documentos que incluían un powerpoint con varias opciones para parar el traspaso de poder.

El comité ya ha tenido acceso hasta ahora a 35.000 documentos y ha entrevistado a puerta cerrada a hasta 300 testigos. Se espera que en las semanas próximas arranquen las audiencias públicas y el informe final del comité se espera para el otoño, antes de las elecciones de medio mandato de noviembre.

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