Trump, cada vez más insurrecto
Las seis audiencias televisadas ponen en el punto de mira el rol del expresidente en el asalto al Capitolio
Nueva YorkNadie se esperaba que las audiencias públicas del comité del Congreso de Estados Unidos que investiga el ataque al Capitolio del 6 de enero dieran unas revelaciones tan jugosas, capaces de generar un flujo constante de titulares y acaparar la atención de los norteamericanos durante semanas. Algunos expertos ya las han puesto al nivel de las que se hicieron durante el escándalo de Watergate (1973) y que provocaron la dimisión del entonces presidente norteamericano, el republicano Richard Nixon.
Desde el primer día, el 9 de junio pasado, con la presentación en hora de máxima audiencia de las principales conclusiones de su investigación, hasta el pasado martes, con un testigo explosivo de última hora, los legisladores han intentado demostrar la conexión entre las mentiras del expresidente Donald Trump sobre las elecciones presidenciales de 2020 y la insurrección del 6 de enero. Pero también han revelado los esfuerzos tanto de él como de algunos de sus aliados para anular los resultados electorales e impedir el traspaso de poder.
Después de hacer más de 1.000 entrevistas y de recopilar más de 125.000 documentos, tanto las seis audiencias públicos hechos hasta ahora como las que se harán después del receso del Congreso por el 4 de julio han revelado nueva información sobre lo que pasó aquel día infame y los días anteriores. Y, sobre todo, han planteado una serie de preguntas sobre el rol de Trump en el ataque de sus seguidores en el Capitolio que seguramente serán el foco de futuras investigaciones tanto del comité legislativo como de los fiscales federales.
El rol de Trump en la insurrección
El comité del 6 de enero ha presentado varios testimonios que muestran que Trump estaba informado y directamente involucrado en los intentos de revertir su derrota en las presidenciales de 2020. Cassidy Hutchinson, el exayudante de la cabeza de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, ha sido de largo el testimonio más revelador de todos. El pasado martes aseguró que el expresidente fue informado momentos antes de pronunciar su discurso en el Ellipse, cerca del Capitolio, la mañana del 6 de enero, de que había personas armadas con rifles, pistolas y cuchillos entre la multitud. Trump, según su relato, aseguró a sus agentes que le daba igual porque “no están aquí para hacerme daño a mí”. Y pidió que se redujeran las medidas de seguridad para dejar entrar a sus partidarios en la zona.
Algunos expertos legales consultados por los medios norteamericanos afirman que este testimonio podría abrir un proceso penal contra el expresidente, puesto que sugirió que Trump era consciente del peligro que podían representar algunos de sus partidarios para los legisladores y, aun así, les pidió que fueran al Capitolio “a luchar” por él.
Por otro lado, en audiencias anteriores, trabajadores del departamento de Justicia y cargos republicanos de Georgia y Arizona hablaron de las presiones que recibieron para que presentaran pruebas de posible fraude electoral para revertir la victoria de Biden. El secretario de Estado de Georgia, Brian Raffensperger, explicó con detalle una llamada telefónica de casi una hora durante la cual el presidente lo instó a "encontrar" los votos necesarios para cambiar el resultado.
Pence es quien pidió ayuda para defender el Capitolio
Mientras la multitud trumpista atacaba el Capitolio para impedir la certificación de los resultados presidenciales, Trump no movió ni un dedo para reforzar la seguridad de los legisladores y de su exvicepresidente, Mike Pence. El presidente del estado mayor conjunto, Mark Milley, declaró ante el comité que fue Pence quien pidió ayuda a los líderes del Pentágono para que "sufocaran" la insurrección. "El presidente Trump no solo se negó a decirle a la turba que abandonara el Capitolio, sino que no hizo ninguna llamada a ninguna institución del gobierno de Estados Unidos para ordenar que el Capitolio fuera defendido", dijo la congresista republicana Liz Cheney, durante la comparecencia de Milley.
Congresistas republicanos pidieron a Trump el indulto después del ataque
Cheney, que con Adam Kinzinger es el único congresista republicano que forma parte del comité, también aseguró que múltiples congresistas republicanos solicitaron indultos a Trump por su participación en diferentes planes para revertir las elecciones. John Eastman, el abogado del entonces presidente, también lo pidió. Eastman escribió una teoría legal en la cual aseguraba que Pence podía bloquear unilateralmente la certificación de los resultados electorales. Los abogados de la Casa Blanca aseguraron a Trump que esto no era posible y que era ilegal. Aun así, lo intentó igualmente y presionó hasta el final a su vicepresidente.
Testimonios impactantes sobre los hechos del 6 de enero
Las audiencias también han mostrado testimonios impactantes sobre la violencia que se vivió en el Capitolio aquel día y del peligro que corrieron tanto los legisladores como Pence. Varios testigos, incluida Hutchinson, han afirmado que, aun así, Trump tardó horas en mandar un mensaje para pedir a sus partidarios que se retiraran. Y ante los gritos de “colgad a Mike Pence” aseguró que “quizás se lo merecía”.