Vance se muestra optimista sobre el alto el fuego en Gaza, pese a los temores internos de Washington
Los recientes ataques del fin de semana muestran las grietas de la frágil tregua mediada por Trump
WashingtonUno de los grandes problemas que tienen las paces exprés (o pseudopavos, según el caso) con las que Donald Trump quiere ganar el Nobel de la Paz es la fragilidad. Muchos analistas ya hacían notar lo mismo de otras treguas que ha mediado el presidente estadounidense antes de que se llegara al acuerdo para el fin de la guerra en Gaza. Pero en este caso es aún más evidente: un plan pactado entre Trump y Benjamin Netanyahu sin los palestinos que, sin embargo, corre el peligro de ser reventado por el propio primer ministro israelí. En este contexto, el vicepresidente estadounidense, JD Vance, ha viajado este martes a Israel para asegurarse de que no se agriete la tregua después del fuego cruzado del fin de semana.
La tarde antes, oficiales de la Casa Blanca expresaban en el New York Times sus temores sobre el hecho de que Netanyahu pudiera hacer saltar por los aires el alto el fuego a raíz de los últimos estallidos de violencia. El viernes Israel atacó a un grupo de palestinos acusándoles de haber cruzado, supuestamente, la línea que marca donde las fuerzas israelíes (IDF) se han retirado dentro de Gaza. Aunque el ejército decía que se trataba de militantes, el sábado informó que entre los fallecidos había varias criaturas. El domingo militantes de Hamás abrieron fuego contra soldados israelíes que protegían a otras milicias palestinas que han sido financiadas por Tel-Aviv en contra de Hamás. Los hechos ocurrieron en el sur de la Franja y Tel-Aviv contestó con una ola de bombardeos que mató a 45 palestinos. Desde el inicio de la tregua, Israel ha matado al menos a un centenar de palestinos. Aunque Hamás e Israel digan que siguen comprometidos con la tregua pese al estallido de violencia, Washington no puede ignorar las grietas que están apareciendo en el alto el fuego.
Pese a los ataques del fin de semana, Vance se ha mostrado optimista para avanzar en las negociaciones sobre la paz y ha descartado que su viaje sea una reacción a los hechos. "Mi visita no tiene relación alguna con los acontecimientos de las últimas cuatro horas", ha dicho el vicepresidente, que ha añadido: "Las cosas están yendo mejor de lo que esperaba, francamente".
Vance también ha agradecido la labor al enviado especial Steve Witkoff y al yerno de Trump, Jared Kushner, por su rol en las negociaciones. Ambos acompañaron al vicepresidente en el viaje que se prevé que se alargue hasta el jueves. El miércoles Vance se reunirá con Netanyahu, según la agenda del primer ministro israelí. Según explicaban fuentes de la Casa Blanca, el objetivo es que la tríada estadounidense convenza al israelí de que no vuelva a atacar a Hamás, y en consecuencia, a Gaza.
Sobre la reunión del miércoles, Netanyahu ha dado pocos detalles. "Hablaremos de dos temas: principalmente de los retos de seguridad y las oportunidades diplomáticas que afrontamos", decía el lunes en su intervención en Knesset. "Superaremos los retos y aprovecharemos las oportunidades".
Hace tan sólo doce días que se acordó el alto el fuego en Gaza en medio de grandes interrogantes en torno a temas esenciales para garantizar una paz real, como, por ejemplo, el reconocimiento de Palestina o la retirada total de las tropas israelíes. Otro de los jefes sin atar es el desarme de Hamás, cuestión sobre la que Vance no ha sido capaz de dar ni una fecha límite para que el grupo islamista entregue las armas ni ha quedado claro cómo conseguirán que la banda acepte esa parte del acuerdo.
Trump vuelve a amenazar a Hamás
Pocas horas antes de que Vance aterrizara en Israel, Trump volvió a amenazar a Hamás diciendo que si violaba la tregua varios aliados estadounidenses en la región "agradecerían la oportunidad" para contestar al grupo "con fuerza pesada". "Aún hay esperanza para que Hamás haga lo correcto", escribía en Truth Social.
Trump sigue con la misma cantinela que prácticamente ha mantenido todos estos meses con Hamás: amenaza tras amenaza. El lunes el presidente decía a los periodistas que el grupo islamista se llevaría bien y añadía: "Si no lo hacen, los eliminaremos. Ellos lo saben". Una de las cláusulas del acuerdo es que si Hamás llegara a romper el pacto en cualquier momento, Washington daría total apoyo a Tel Aviv para que pueda "acabar el trabajo" en la Franja.
Israel dejó de bombardear a Gaza después de que Hamás acabara de entregar a los veinte rehenes israelíes con vida que aún retenía dentro de la Franja, tal y como estipulaba el plan. El grupo islamista también devolvió los cuerpos de al menos trece personas, y había anunciado una nueva entrega este martes por la noche (hora local).
Con el inicio de la tregua comenzaba una de las partes más complicadas del plan que es la progresiva retirada del ejército israelí de la Franja, así como la creación de una especie de protectorado sobre Gaza – dirigido por Trump–, que tendría un propio cuerpo armado que se encargaría de controlar el territorio, y también de controlar el territorio. El grupo islamista no se mostró del todo convencido con este punto del plan y ninguna de las dos partes mostró avances en los puntos clave para definir el futuro de la Gaza de posguerra.