Lleida¿Qué sentido tiene la vida? ¿Hasta qué punto somos libres? ¿Quién controla el mundo y cómo? ¿Se puede soñar en un mundo mejor o vivimos en una pesadilla? ¿Existe espacio para hacer frente a todo lo que consideramos injusto?
Estas dudas existenciales y otras planeaban sobre mí nada más salir del Screenbox este fin de semana. Acababa de ver la recién estrenada película de animación para adultos Decorado, dirigida magistralmente por Alberto Vázquez. El hecho de ser la única espectadora en la sala (sin pantallas de móviles que se ponen en marcha a diestro y siniestro torpedeando la vivencia) seguro que propició que me sumergira en cuerpo y alma.
La semilla del filme es su propio corto homónimo, una pequeña joya astuta y subversiva que acogió a Animac en el 2017. De esas que te dejan en estado de choque y nutren el espíritu crítico, ¡vaya! Con tintes de humor negro, sátira y altas dosis de drama y terror al más puro estilo Kafka, el largo no solo no se queda atrás, sino que ensancha su universo con una crítica feroz a la sociedad contemporánea, al sistema capitalista inhumano y violento y al abuso de poder. Sin ofrecer respuestas obvias y con una multiplicidad de lecturas posibles, la cinta pone de manifiesto que más allá de ser "títeres que deambulan," es necesario vivir con los ojos bien abiertos. Y es que quizás (sólo quizás) puede haber un rayo de luz, una salida para "escaparse del sistema".
Son numerosos los colectivos que se cuestionan el sistema impuesto, que se rebelan y plantan cara a las injusticias e imposiciones, tanto sociales como burocráticas. Uno de ellos es la Asociación de Artistas Promethea, que después de muchos meses de incertidumbres y obstáculos ha visto la luz al final del túnel demostrando que no se doblan al control institucional y afianzando su ADN, según el cual "el arte es una herramienta de transformación social." Así, a principios de octubre arrancó una flamante etapa en la que Promethea inauguró un nuevo espacio comunitario independiente y autogestionado, al tiempo que presentaba el fanzín y la exposición David contra Goliat, que se podrá visitar hasta el 19 de diciembre.
En esta exposición se explora y se repiensa "el mito de David contra Goliat, más allá de su contexto religioso", desde un rico abanico de miradas, sentimientos, matices y disciplinas artísticas. La docena de artistas participantes denuncian, como Decorado, que "no es síntoma de buena salud estar bien adaptado a una sociedad enferma", y que "una piedra bien lanzada por una mano valiente puede cambiar el curso del destino". Los conflictos bélicos, el genocidio que sufre el pueblo palestino, la vulneración de derechos humanos y el auge de ideologías extremas y de líderes megalómanos son algunos de los ejes temáticos en los que el colectivo profundiza. Una retahíla de artefactos creativos que quieren ser "un grito de resistencia contra la imposición, donde el espíritu humano se eleve" y sea posible soñar en un mundo mejor.