40 toneladas de basura informativa por la DANA
El desastre valenciano ha atraído a los clásicos buitres de las noticias falsas, algunos de los cuales buscan sólo que les hagan un poco de caso, otros quieren mover a la opinión pública y los de más allá están contentos destruyendo la noción de que un periodismo basado en la factualidad es posible. Entre las noticias más falsas de que una moneda de tres euros está la que asegura que Pedro Sánchez ha ordenado tirar 40 toneladas de ropa y comer en el vertedero, se supone que por despecho. La fuente es un presunto trabajador de la limpieza entrevistado por el ínclito Vito Quiles, del medio ultra Estado de Alarma, en el municipio de Alfafar. Pero en ninguna parte se demuestra que efectivamente fueran 40 toneladas de ayuda, y menos que fuera Pedro Sánchez quien diera una orden tan absurda.
Pero las redes han quemado, como suele decir el tópico gastado, hasta el punto de que el Ayuntamiento ha tenido que explicar que no se está echando nada y que la única ropa que se destruye es la que se dejó de forma descontrolada en la vía pública y ha quedado dañada por el barro, por lo que se ha convertido en un foco de insalubridad. Pero el gran triunfo de este tipo de bolas es que tú ya puedes darle una explicación racional, porque los conspiranoicos se refugiarán en el clásico "sí, claro, qué deben decir" para seguir insistiendo en sus teorías tornasoladas. Y esa es la gran victoria de las fake news: generar la idea de que todas las versiones sobre una realidad empírica son válidas y que tiene la misma autoridad un organismo oficial, o un estamento científico, que un señor con un cucurucho de papel de plata en la cabeza asegurando que te explicará el-que- los-medios-no-quieren-que-se-sepa. Y, sin embargo, aunque sea la envidia de Sísifo, los medios deben persistir en defender el método basado en los hechos, aunque cada vez más demasiadas personas sean impermeables.