Abascal, te picaré…
Permítanme una anécdota familiar. Mis tíos me explicaban que, en una ocasión y siendo yo un niño pequeño, iba marraneando y mi madre iba diciendo "Álex, te picaré…" una y otra vez con efecto nulo. Al cabo de diez minutos de alertas ignoradas, aplicó una fuerza de medio newton en mi brazo y me espetó "¡Venga, ya te he picado!" Esa severidad impostada de madre es la que exhibía hoy El Mundo en su portada con el titular "Vox debe empezar a funcionar de forma profesional y limpia", correspondiente a unas frases dichas en unos audios filtrados que evidencian que el partido ultra estaba en el caso de las distintas corruptelas que se han denunciado a su alrededor. La Razón también clava la pincha con el mismo tema con "Vox quiso quedarse con la asociación que ahora denuncia por estafa". Estas oportunas filtraciones llegan justo a las puertas de las elecciones extremeñas, en las que el PP podría conseguir mayoría absoluta (según la encuesta delAbc) aunque El País mujer por hecho que necesitará Vox para gobernar.
Y aquí es cuando me salta el "Ave, ya te he picado". Porque estos tímidos tirones de oreja suelen salir en momentos en los que conviene un buen resultado del PP, sin demasiadas injerencias de los de Abascal. Durante el resto del año estos medios mantienen un discurso de abucheo y trinchera que claramente armoniza con la ultraderecha de Vox y facilita su crecimiento electoral. Pero cuando llega el momento decisivo de las urnas entonces se ponen exquisitos y empiezan a salir reparos y murritus porque a pesar de todo se nota que los quieren para un doble objetivo: desplazar al PP hacia posiciones más duras y que sean una muleta mínima pero suficiente si el sonso de Feijóo no logra entusiasmar a la parroquia. El tratamiento de sus pollos contrasta con la virulencia con la que hablan si es el PSOE el afectado. ¡Abe, Abascal, ya te he picado!