El empate técnico que dejó mágicamente de serlo
Le hice una foto con el móvil porque las portadas web se las lleva el viento. Se acababan de anunciar las encuestas a pie de urna y el titular delAbc era "Empate técnico entre PP y PSOE". Cuando hacia las once cayeron los resultados oficiales, se puso de manifiesto que el sondeo lo había clavado: los populares ganaban, sí, pero con los socialistas lo suficientemente cerca para que fuera una victoria amarga y no pudiera considerarse un castigo a Sánchez .
¿Qué no? Aguántame el cubata, debía decir alguien. Al día siguiente, la portada de este diario abre con el titular “Feijóo gana a las europeas y debilita la coalición de Sánchez”. ¿No habíamos quedado en que era un empate técnico? Otros ítems de la primera página: "El PP se impone", "Vox sube", "Alvise consigue 3 escaños, a sólo 10.000 papeletas de Sumar", "La izquierda y el independentismo retroceden"... Si alguien recibe como primer input esta portada, pensará que ha habido un barrido brutal de la derecha y la ultraderecha, y que ya estarán instalando altavoces en cada esquina para hacer sonar elhimno en sesión continua. No es el caso: este bloque apenas suma 31 escaños, por los 30 que tienen sumados los partidos que sostienen al actual gobierno del Estado. Esta desconexión entre web y papel es un fenómeno que se observa con frecuencia: en las portadas de los digitales hay titulares más factuales, más informativos, más genuinos. Y entonces, ale hop, en las ediciones impresas se ven las tres o cuatro capas de intención hasta el punto de que la madera de pino acaba pareciéndolo de roble, cerezo o wengué, a conveniencia. Al final, los editoriales nunca suelen ser los artículos más leídos, así que son las portadas, con sus elementos emocionales, los que acaban marcando no sólo la posición, sino también –y sobre todo– el tono con el que quieren que el lector encare su jornada. Y el nivel de autoestima.