La incertidumbre siria: ¿terroristas o rebeldes?
El Asad ha huido, pero el nuevo escenario sirio plantea muchos interrogantes. Basta con echar un vistazo al quiosco para ver el desconcierto entre las distintas cabeceras a la hora de valorar la victoria de las fuerzas que han logrado –ante la pasividad rusa– desalojar al dictador en menos de dos semanas. Algunos diarios lo explican aplicando el marco narrativo de la liberación del yugo de una dictadura asesina. Otros lo explican en tanto que expansión del área de influencia del yihadismo. Dos ejemplos antagónicos: "Día de celebración entre los rebeldes sirios por la caída del régimen de Al Asad" (The Independent) y "El terrorismo yihadista logra conquistar Siria" (La Razón). Ciertamente, tanto la UE como Estados Unidos consideran que el grupo HTS merece la etiqueta de terrorista, pero otros medios operan con mayor cautela, como El Periódico, que en uno de los subtítulos de portada asegura que "los vencedores intentan dejar atrás el radicalismo islámico".
Por lo general, cuanto más a la derecha es el medio, más tiende a poner el acento en la vertiente yihadista de los grupos liderados por Abu Mohammad al-Julani Y cuanto más a la izquierda, más se le concede el beneficio de la duda, a la espera de saber si realmente hará buenas sus palabras para la radio pública de EE.UU., en 2021: "Nuestro mensaje es breve. No supongamos ninguna amenaza para vosotros, así que no hay necesidad de clasificar a personas como terroristas ni poner un precio a sus jefes". Con todas las reservas que se puedan tener, la sensación es que algunas marcas informativas han jugado la carta del terrorismo yihadista de forma preventiva y precipitada. Que se han abonado a la doctrina del miedo más por interés editorial que por el análisis frío de la situación. Ante la complejidad, prudencia léxica.