Política y medios

Larry Ellison, el hombre clave del asalto republicano a los medios de EEUU que quiere desbaratar los planes de Netflix

El multimillonario fundador de Oracle trabaja en varios frentes con su hijo para reforzar el clan que lidera dentro del mundo comunicativo

BarcelonaLa diferencia entre Dios y Larry Ellison es que Dios no se cree que es Larry Ellison. Éste es el indicativo título de la biografía del impulsor de la compañía informática Oracle, tercer hombre más rico del planeta –durante unas horas llegó a ser el primero– y persona clave en el giro que el trumpismo quiere aplicar al sistema comunicativo de Estados Unidos. Por el momento, el presidente americano ya le ha señalado como la persona que le gustaría que liderara la adquisición de TikTok para que deje de estar en manos chinas y se resuelvan así las inquietudes sobre espionaje y seguridad que genera el vínculo de esta red social con las autoridades del país asiático. Y su hijo, David Ellison, es presidente y CEO de Paramount, el conglomerado mediático que quiere descabalgar la compra de Warner por parte de Netflix con una oferta económica superior y el apoyo de la Casa Blanca detrás.

Existe una diferencia fundamental entre ambas ofertas de adquisición. Mientras Netflix sólo quiere comprar sus estudios cinematográficos y la plataforma rival HBO Max, Paramount aspira a quedarse toda la empresa entera, que incluye cadenas televisivas como TBS, TNT y, sobre todo, la CNN, lo que daría a la familia Ellison un gran poder de influencia editorial. En su oferta valoran a la empresa en 108.000 millones de dólares (Netflix lo hacía en 82.000) y prometen completar el proceso en doce meses (en vez de los dieciocho que se fija como máximo la empresa de Ted Sarandos). Un dato relevante que evidencia que se trata de la apuesta preferida de Trump es que parte de la mejora económica de la oferta proviene de 24.000 millones de dólares aportados por Arabia Saudí, Qatar, Abu Dhabi y el fondo de inversión Affinity Partners, fundado y dirigido por Jared Kushner, yerno.

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El control de las ondas y de las redes

El movimiento de cambiar la propiedad de TikTok del patriarca del clan va más allá de un cambio accionarial. Está en juego tomar el timón del algoritmo que decide qué contenidos se muestran y cuáles se silencian a los usuarios. "Tendremos un muy buen control. Hablamos de inversores americanos, y todos aman a nuestro país, son gente conocida, muy famosos, de hecho, y tendrán el control", decía Trump en una rueda de prensa informal en la Casa Blanca el 19 de septiembre del 2025. Uno de los nombres que mencionaba era el de Ellison. Una semana más tarde le preguntaban si esto quería decir que a partir de la operación el algoritmo promovería contenidos MAGA (en referencia a la corriente ideológica que se agrupa en torno al lema"Make America great again"). La respuesta fue taxativa: "Si pudiera hacerlo 100% MAGA lo haría. Pero no va a funcionar así. Desgraciadamente no, todo el mundo será tratado de manera justa", pero a nadie se le escapa que este "de manera justa" puede ser altamente subjetivo, especialmente en manos de un presidente que no duda en insultar y denigrar a los medios de comunicación que le desplazan.

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han empezado a mover otras fichas que les sitúan como principal baluarte del nuevo panorama mediático que quisiera instalar un Trump que se ha pasado la última década acusando a los medios tradicionales de ser enemigos del pueblo y funcionar sólo como altavoz de los progresistas. 41 años y sin experiencia en el mundo de la televisión, esta periodista ha conseguido el timón de una de las cadenas televisivas tradicionales después de haberse significado como azote de los progresistas en el país desde su newsletter The Free Press. Anteriormente había trabajado para The Wall Street Journal y como jefe de Opinión del New York Times, de donde dimitió al considerar que el diario estaba cayendo en un cuarto de eco en el que sólo se publicaban las columnas que reforzaban la línea editorial cercana a los demócratas en vez de abrir el debate a otros puntos de vista. La publicación de un artículo en el que la columnista pedía la intervención del ejército para sofocar unas protestas raciales motivó una rebelión interna en la redacción –que está radicalmente separada de la sección de Opinión, como suele ocurrir en los medios anglosajones– y el malestar propició su salida.

Al ficharla para su filial CBS News, el conglomerado Paramount Skydance le compró su newsletter por 150 millones de dólares. Uno de los hits de este medio fue, por ejemplo, la entrevista reivindicativa de la actriz Gina Carano, después de ser despedida de la serie The Mandalorian, de Disney+, por unos mensajes en las redes sociales en las que parecía comparar ser republicano en Estados Unidos del 2021 con ser judío en Alemania del Holocausto.

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El entendimiento con los reguladores

Este aterrizaje desde arriba se interpreta como la forma que tiene la familia Ellison de dar respuesta a una serie de compromisos que adquiridos ante la Federal Communications Commission (FCC), cuando solicitó al regulador audiovisual que autorizara la fusión entre Paramount Global y Skydance para crear un nuevo coloso de los medios y el cine. En la carta para defender el movimiento, la empresa afirmaba que "adoptaría medidas para erradicar los sesgos que han erosionado la confianza en los canales de noticias nacionales", en un claro gesto para alinearse con las narrativas de Trump en cuanto a lo que en el país se llaman los legacy media, es decir, los grandes medios tradicionales. El seno de la FCC, y 8.000 millones de dólares de inversión, permitieron consumar la unión.

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La CBS, propiedad de Paramount, es la misma cadena que acordó pagar 16 millones de dólares a una fundación de Donald Trump para evitar acudir a juicio por el caso de la entrevista a Kamala Harris que el presidente americano consideraba editada de forma fraudulenta. Se da por hecho que con ese dinero no sólo se ahorraban pasar por los tribunales, sino que eran una condición necesaria para conseguir el visto bueno de la FCC, comandada por uno de los acólitos de Trump, Brendan Carr. La cadena, pocos días después del acuerdo, sorprendió con una vuelta: cancelaba el late show crítico con Trump de Stephen Colbert, que dejará de emitirse en mayo. La argumentación que se cancela por las pérdidas económicas que generaba no ha convencido a los analistas críticos con el actual inquilino de la Casa Blanca.