Obituario

Muere Toni Cruz, miembro de La Trinca y pieza clave de la televisión catalana

Compañero de armas de Josep Maria Mainat durante más de medio siglo, tenía 78 años

BarcelonaVoz de tenor, sus álbumes se vendieron más en las gasolineras en formato casete que en las tiendas de audífilos. No pareció importarle: durante más de cincuenta años tuvo olfato y orgullo de saber conectar con el público masivo al margen de la crítica, fuese como integrante del trío humorístico La Trinca, fuese como creador de programas de éxito pero controvertidos como Crónicas marcianas. El talento de Toni Cruz se ha apagado a los 78 años. El 14 de julio habría cumplido 79 años. Su amigo y compañero Josep Maria Mainat ha recibido la noticia de la muerte cuando se encontraba de viaje en Atenas, Grecia, y esta tarde trataba de encontrar un vuelo que le permitiera volver lo antes posible a Barcelona, ​​según ha explicado en TV3.

Nacido en Girona en 1946, se trasladó de adolescente a Canet de Mar y, para bajar a Barcelona, ​​solía tomar el mismo tren que otro joven inquieto: Josep Maria Mainat. De esas idas y venidas sale la idea de crear un grupo musical. Pero antes de formar el trío que les convertirá en paisaje sonoro de dos décadas, hay algunas probaturas, como las del quinteto The Víkings, con un repertorio convencional de tangos, boleros y chachachas que, de vez en cuando, salpimentaban con algún tema propio que unía folclore y humor irreverente con crítica social. El bajista de ese combo era Miquel Àngel Pasqual y los tres probaron fortuna con un nuevo grupo.

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El trampolín, como a tantos otros grupos y solistas, se lo pone Salvador Escamilla. Mainat es oyente de su célebre programa de radio y se da cuenta de que para actuar no es necesario tener disco publicado. Dicho y hecho, logran una actuación. Y dice la leyenda que es justo el día antes de que deciden cambiar de nombre, para pasar a llamarse La Trinca. Se convierten en habituales en el programa y el locutor les pone en contacto con el responsable de Edigsa, que les ofrece su primer contrato discográfico. El resultado es un primer álbum, titulado La Trinca, que ya es un éxito de audiencia, si bien la crítica se les mira desde cierta distancia y los despacha como poco más que una torpeza, en un tiempo en el que el compromiso político se expresa a menudo con el aire comprensiblemente sobrecogido de la canción protesta.

A lo largo de dos décadas editan discos que dejarán clásicos del humor musical como El barón de Bidet, No viene de un palmo o Cosas del idioma. E introducirán un elemento esencial que será a la vez semilla de su posterior labor en el mundo del audiovisual: una concepción teatral de sus espectáculos, que no serán simples recitales. También muy pronto comienzan a actuar para la televisión: el primer especial de una hora en TVE data de 1972. Sin embargo, el primer programa propio llega en 1986 a TV3, con No pasa nada, que combinaba una entrevista informal con canciones y sketches.

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Paradójicamente, eso sería el principio del fin para La Trinca. El trabajo televisivo es tan absorbente que dejan de realizar las giras teatrales y también discos. El trío tiene un nuevo juguete entre manos: el productor Gestmusic, creado en 1987, que es también el año de su último disco de estudio, ¡Marro! Con esta nueva empresa harán los programas posteriores, como Mira qué hacen ahora, también en TV3, o los de La 1, como Tariro, tariro. La marcha de Miquel Àngel Pasqual en 1990 y la venta de sus participaciones de Gestmusic al grupo holandés Endemol ponen punto final al triunvirato.

En busca del formato de formatos

Cruz centra en esta etapa todos sus esfuerzos en la productora. Su primer gran éxito sin estar frente a las cámaras es Crónicas marcianas, presentado por Xavier Sardà. El programa revoluciona la televisión nocturna y obtiene unos registros de audiencia inauditos, pero a medida que avanzan las temporadas el carácter transgresor del principio va cediendo a otros segmentos más controvertidos y ese show marciano acaba siendo tildado a menudo de televisión basura, aunque Cruz, Mainat y Sardà siempre han rechazado ese apela.

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Hay otro momento histórico televisivo menos polarizante. A mediados de los 90, en un encuentro con Jon de Mol, el fundador de Endemol, Cruz escucha asombrado como éste le explica el formato que lleva entre manos: encerrar a un grupo de participantes en una casa en medio de la nada y filmarlos todo el día. "Está loco", piensan él y Mainat, en el camino de vuelta. Pero resulta que esa es la semilla de Gran Hermano, que se convierte en un fenómeno mundial. y si aplicaran ese principio, pero en vez de no hacerles pegar brote, se cogiera unos cantantes amateurs, se les pusiera en forma, se les diera formación y se les convirtiera en cantantes comme il faut? ¿Y si, encima, se lanzaran semanalmente sus versiones grabadas en las galas? Había nacido Operación Triunfo, un formato que acabarían exportando a docenas y docenas de países. De nuevo, también la crítica pone el grito en el cielo por el impacto de ese formato y por cómo eclipsa a los cantantes en serio, pero los productores recordarán que nunca se habían vendido tantos discos como entonces y, al final, el número de artistas que han surgido de esa academia televisiva y llenan escenarios no es despreciable.

En 1995, Cruz y Mainat deciden integrar Gestmusic dentro de Endemol, pero siguen dirigiendo la compañía hasta el 2011, dejando una retahíla de programas de éxito (Lluvia de estrellas, Alta tensión, Parodia Nacional, No te rías que es pitjor, Fuerza Barça, Esos locos bajitos, Si acierto lo adivino o Amor a primera vista) y un paraguas enorme: la gestión de los derechos de autor deOperación Triunfo, que seguirán monetizando cada vez que se vende el formato en un nuevo país. En los últimos años también estuvo vinculado al Barça ejerciendo de consultor externo por el proyecto Barça Studios, que acabó desembocando en Barça One, la plataforma de contenidos audiovisuales gratuitos del club deportivo. La última etapa de Cruz será en la productora independiente Reset TV, un proyecto más modesto, junto a su compañero de armas eterno, Josep Maria Mainat. Ambos se construyen una mesa de un diseño especial que les permite trabajar juntos y separados al mismo tiempo, según convenga. Una mesa que, hoy, décadas después de esos viajes en Renfe entre Canet y Barcelona, ​​es la imagen del duelo por Toni Cruz con su inaudita asimetría.

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La sociedad catalana y la industria televisiva lloran la muerte de un referente

Después de hacerse pública la noticia de su fallecimiento, han sido muchos representantes del mundo político, social y de la industria de la televisión quienes han lamentado su pérdida y han destacado su carácter innovador. de la Generalidad, Salvador Illa.

"Toni Cruz ha sido uno de los mejores talentos de la producción audiovisual no sólo catalana, sino también española y europea. Era una persona entusiasta, emprendedora, que contagiaba energía positiva y que era capaz de levantar cualquier proyecto", ha resumido Ferran Cera, presidente de Proa, la federación de productoras audiovisuales También ha tenido palabras de recuerdo Toni Soler. difíciles". Por su parte, Mònica Terribas, que trabajó con él durante su etapa como directora de TV3, le ha calificado de "motor de acción". "Creo que Toni se ha ido demasiado pronto y que no hemos aprovechado suficientemente su maestría", ha lamentado Andreu Buenafuente.

También se ha sumado a la lista de condolencias Joan Laporta, presidente del Barça, al que Cruz asesoraba en cuestiones audiovisuales. su carrera.

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