No hace falta una encuesta para querer fuera Carlos Mazón

El hombre contra Dios. El hombre contra la máquina. Y, en Medialandia, el hombre contra la encuesta. El País se gasta varios miles de euros para que un sondeo legitime lo que todo el mundo sabe: que es una vergüenza que Carlos Mazón siga presidiendo la Generalitat en vez de permanecer escondido bajo una piedra, orando para que nadie le descubra o eche de menos. "El 71 por ciento de los valencianos quiere que Mazón dimita por la dana", dice el principal titular de la primera página del diario. Y, por si alguien tenía la tentación de pensar que esto era porque la pérfida izquierda le tiene manía, remataban con el subtítulo: "El 56,6% de los votantes del PP y el 69% de los de Vox piden que se vaya". La ironía de realizar una encuesta ad hominem como ésta es que el PP sabe de sobra que el suyo barón valenciano no es el hombre más popular del momento, pero sí El País le pone en el punto de mira de forma tan abierta, ahora está obligado a mantenerlo si no quiere conceder un triunfo a la bancada rival. Estoy convencido de que, cuando Esperanza Aguirre se convirtió en una ministra-riota, si mantuvo el cargo es precisamente por el clamor que reclamaba su jefe. En política, mejor no dar ningún placer. En el caso de Mazón, si uno es malpensado –y le gusta la teoría de juegos– podría llegar a pensar que el diario de Prisa busca en realidad ese efecto protector y que el PP sufra entonces el desgaste político de seguir arrastrando a ese personaje funesto. Paradojas del periodismo político (que no quiere decir del periodismo sobre política).

O tal vez la única manera que tenga el periodismo para rendir cuentas a alguien sea pasearlo en primera página, aunque sea con el recurso de una encuesta diseñada con una punta de malicia para expresar lo que todo el mundo sabe, del cabo de Gata hasta el de Finisterre, pasando por el restaurante El Ventorro: que su gestión.