Amor de alta intensidad: cinco series para dejarse llevar por el romanticismo

BarcelonaAunque parezca que no está demasiado de moda, dejarse llevar por el romanticismo es una de las grandes satisfacciones que nos proporcionan las ficciones televisivas. Para vivir un amor catódico, podemos optar por las comedias románticas u optar por la intensidad con dramas o melodramas románticos. Así pues, tome el paquete de pañuelos y la manta y adéntrate en las cinco propuestas que puede encontrar ahora en las plataformas.

La adolescencia es una etapa de gran estruendo emocional, y esto lo refleja muy bien Heartstopper, centrada en un grupo de amigos que van descubriendo su sexualidad y tienen sus primeras experiencias románticas. La pareja principal de esta serie tirando a tierna son Nick, que en la primera temporada se daba cuenta de que era bisexual, y Charlie, que lleva años sufriendo acoso escolar en la escuela. Si bien Heartstopper siempre ha destacado por ser una ficción luminosa, la tercera temporada que se estrena este jueves en Netflix se adentra en caminos más oscuros tocando cuestiones como la salud mental (al final de la segunda temporada ya se evidenciaba que Charlie tenía un trastorno de la conducta alimentaria). Ante la evidencia de que su novio tiene problemas, Nick, que siempre ha sido más bien responsable y sensato, no sabe qué hacer. "Nick tiene 16 años y en ningún caso está preparado para saber qué hacer cuando su novio tiene un problema de salud mental importante. El amor es maravilloso, pero no resuelve todos tus problemas", explica Alice Oseman, autora de las novelas gráficas en las que se basa la serie y guionista de la producción.

Si hay una serie idolatrada por los amantes del romanticismo épico es Outlander, que el 23 de noviembre estrenará la segunda parte de la séptima temporada. Protagonizada Caitriona Balfe y Sam Heughan, la serie adapta una saga de Diana Gabaldon que sigue la gran historia a través del tiempo de Claire, una enfermera de la Segunda Guerra Mundial, y Jamie, un guerrero escocés de las Highlands. Juntos, la atractiva pareja han vivido los levantamientos jacobitas del siglo XVIII y los inicios de la Revolución Americana.

En paralelo al estreno de la séptima temporada, el equipo de la serie está rodando la octava y última entrega de la ficción, que promete ser todo un evento para los seguidores de esta intensa historia de amor . Los fans deOutlander no se quedarán huérfanos una vez acabe la serie: después del estreno de la octava temporada será el turno de la precuela Blood of my blood, centrada en los padres de Jamie.

Coincidiendo con el lanzamiento de su última novela, Intermezzo, la irlandesa Sally Rooney ha confesado que no tiene ganas de adaptar más libros suyos a la pequeña pantalla. La autora sabe de primera mano que las adaptaciones son un arma de doble filo, tanto pueden salir muy bien como muy mal. En la balanza de los proyectos audiovisuales exitosos figura Normal people, la miniserie que se hizo de su segundo libro, que contaba la historia de amor intermitente del Connell y la Marianne. No sólo apresó a la perfección la sensibilidad de la historia, sino que tenía una pareja protagonista que funcionaba maravillosamente bien. De hecho, fue gracias a esta miniserie que la carrera de Paul Mescal y Daisy Edgar-Jones se disparó y se convirtieron en dos de las grandes estrellas del actual audiovisual anglosajón. La obra de Rooney también sabe lo que es una mala adaptación televisiva: dos años después del éxito de la miniserie de Normal people, Max estrenó Conversaciones entre amigos, basada en su primera novela y que recibió muchos palos de la crítica.

Siempre el mismo día debería estar en el podio de las series con un 100% de efectividad a la hora de provocar el llanto. Aunque Netflix la promocionó como una comedia romántica, todo el que hubiera visto la anterior adaptación de la novela de David Nicholls, protagonizada por Anne Hathaway y Jim Sturgess, sabía que las lágrimas ganaban por goleada las risas. Leo Woodall y Ambika Mod interpretan a dos amigos y enamorados que parecen tener el tiempo en contra: nunca parece el momento idóneo para estar juntos. La pregunta que traspasa toda la serie es si llega un instante en el que los deseos y necesidades de ambos coincidan.

El género de la fantasía es terreno abonado por los amores prohibidos, como nos enseñó la saga de Crepúsculo y los millones de adolescentes suspirando por un vampiro. Los chupadores de sangre siempre han tenido un cierto sex-appeal y El descubrimiento de las brujas reincide en este tópico adentrándonos en la historia de amor entre el vampiro Matthew Clairmont (Matthew Goode) y la historiadora y bruja Diana Bishop (Teresa Palmer). Aparte de sucumbir al deseo, aunque están prohibidas las relaciones entre especies diferentes, ambos lucharán por proteger un manuscrito mágico hallado en la biblioteca de Oxford.