Cinco series de argumentos delirantes: una chica que es un 'nugget' de pollo y una monja contra la IA

BarcelonaEn el calendario de estrenos de este marzo hay un título que sobresale por su argumento delirante: una chica, hija del presidente de una compañía tecnológica, entra por error en una extraña máquina y acaba convertida en un nugget de pollo, una de las comidas más populares en Corea del Sur, donde sienten devoción por el pollo rebozado y frito. El padre y un becario de la empresa que está enamorado de la protagonista harán todo lo que puedan para protegerla y conseguir que recupere su forma humana. Nugget de pollo se estrenó este viernes en Netflix y su sentido del humor hará que la serie sea candidata a rareza del año.

Nugget de pollo es de esas propuestas que hacen que los espectadores levanten las cejas en señal de incredulidad, pero no es la única serie reciente que ha provocado el asombro de los espectadores. Repasamos un puñado de ficciones recientes con argumentos que no pasarían el filtro del sentido común.

En Mrs. Davis pasan tantas cosas y hay tantos elementos, que es difícil definirla de forma rápida. Lo intentaremos. La monja Simone vive en un convento perdido de Nevada y rechaza entrar en contacto con la inteligencia artificial que gobierna el mundo. Aparte de dedicarse a sus actividades piadosas, también da caza a magos estafadores. Cuando finalmente Simone accede a hablar con la inteligencia artificial, que llama Mrs. Davis, acaba haciendo un pacto. Simone acepta la misión que le encomienda el robot –encontrar y destruir al Santo Grial–, pero, una vez la misión haya sido alcanzada, la inteligencia artificial se apagará, es decir, que, de alguna manera, se suicidará. En la aventura de Simone se cruzarán un grupo de bandidos alemanes vestidos de negro que la persiguen para intentar saber dónde está escondida la inteligencia artificial y un exnovio implicado en la resistencia contra la tecnología que controla sus vidas. La propuesta parece surrealista, pero el sello de Damon Lindelof (Perdidos) y Betty Gilpin (GLOW) como protagonista hacen que valga la pena echarle un vistazo.

Esta serie de Amazon podría definirse como un drama iniciático, pero su punto de partida es tan raro que llama la atención entre toda la oferta de este género tan popular. Cottie (Jharrel Jerome) es un chico de 19 años que mide cuatro metros. Ha vivido siempre encerrado dentro de casa, leyendo cómics y mirando la televisión, porque sus padres quieren protegerlo de los peligros del exterior. Cuando su cuerpo empieza a sobresalir de la vivienda, es imposible seguir manteniéndolo oculto. Cottie se hace amigo de un grupo de activistas adolescentes y descubre todas las maravillas del mundo que le han sido privadas hasta ahora, pero también la parte oscura de la vida. En este viaje iniciático, también entrará en contacto con The Hero, una sátira de Batman que no lleva muy bien que el adolescente gigante le haya sacado del foco. I'm a Virgo juega con el humor absurdo y está cerca de comedias como Atlanta o The boys.

Con este título, podríamos pensar que se trata de una de las muchas telenovelas que pueblan Netflix. Nada más lejos de la realidad. Nuevo sabor a cereza es de esas series que cada cinco minutos hace que te preguntes "¿Pero qué diantre estoy mirando?". Con una estética cercana a David Lynch o David Cronenberg, a quien se menciona explícitamente, cuenta la historia de Lisa Nova, una joven que en los 90 llega a Los Ángeles con la intención de ser directora de cine. Ha rodado un corto muy impactante que ha llamado la atención de un productor, que le ha prometido de todo pero que a la hora de la verdad la traiciona. Decidida a no sucumbir a la extorsión sexual del productor, se alía con una señora muy extraña, interpretada por Catherine Keener, que le ayuda a hacer un conjuro contra su enemigo. La extrañeza de la serie no está tanto en su trama como en sus detalles: Lisa pare (o vomita, según se mire) gatos por la boca y tiene una herida en el estómago que le produce placer sexual. Nuevo sabor a cereza se hizo célebre por una escena sexual especialmente incómoda de ver que se hizo viral en TikTok.

Steve Buscemi es Dios, creador de la Tierra, pero resulta más cercano a un señor deprimido que se pasa el día en chándal y bebiendo cerveza en el sofá que a un ser superpoderoso. Ante la evidencia de que la humanidad no le ha salido demasiado bien, Dios decide que ha llegado el momento de destruir la Tierra. Sin embargo, la idea no acaba de agradar a Craig (Daniel Radcliffe) y Eliza (Geraldine Viswanathan), dos ángeles entregados a su trabajo de responder a las oraciones más diversas (su especialidad es hacer que los humanos encuentren llaves o guantes perdidos). Eliza propone a Dios un pacto: si ellos logran dar respuesta a una oración especialmente difícil, la Tierra no será destruida. El creador accede y les da un plazo de dos semanas para que consigan que las dos personas socialmente más ineptas del mundo se enamoren y empiecen una relación.

Una de las particularidades de Miracle workers es que es una serie de antología y que cada temporada tiene una historia distinta con los mismos actores. Así, la segunda temporada se ambienta en la Edad Media, la tercera en el Far West y la cuarta muestra un mundo distópico y apocalíptico en el que una pareja se enfrenta a lo peor de sus pesadillas: vivir en los barrios residenciales.