FICCIÓN

‘The handmaid's tale’, en pie de guerra contra el terror machista

La tercera temporada de la serie de HBO se adentra en la resistencia contra el fascismo de Gilead

Alejandra Palés
06/06/2019

BarcelonaLas capas rojas y las cofias blancas vuelven a invadir la pantalla, pero esta vez llegan dispuestas a dar guerra. The handmaid's tale estrena hoy en HBO su tercera temporada prometiendo plantar cara a los horrores de Gilead con una June (Elisabeth Moss) que no está dispuesta a dejar pasar ni una más, aunque tenga que esperar mucho para ver la victoria. La serie reanuda la acción 10 minutos después de la discutida escena con la que acabó la segunda temporada, cuando la protagonista decide quedarse en Gilead después de conseguir enviar a Canadá a su hija, recién nacida, y a su amiga Emily (Alexis Bledel). Su objetivo es recuperar a su primera hija, Hannah, que todavía está bajo el poder de una familia acomodada próxima a la dictadura.

A pesar del criticado final de la segunda temporada, Bruce Miller, el creador de la serie, no afloja y sigue ampliando la distopía que escribió Margaret Atwood, que se limitaba a lo que se vio en la primera entrega. En esta ocasión, los espectadores asistirán a la necesidad de rebelión de June, que jugará un papel importante en la resistencia contra el régimen machista de Gilead. “Avanza cada vez más porque ha entendido de qué va el juego”, asegura Miller. “Es un personaje muy paciente y, especialmente de la manera que lo interpreta Lizzie [Elisabeth Moss], increíblemente observador y que escucha mucho. Con el paso del tiempo June ha recopilado bastante información, tiene más herramientas a su alcance y se siente más preparada para participar en el juego”, asegura Miller sobre la situación en la que se encuentra la protagonista en esta nueva temporada. Si hasta ahora las motivaciones de June eran personales –salvarse ella, encontrar a su hija Hannah–, ahora será consciente de la necesidad de comprometerse para acabar con Gilead y con la esclavitud a la que están sometidas las mujeres.

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Una temporada para la esperanza

Durante la emisión de la segunda temporada se publicaron varios artículos que señalaban que la violencia que mostraba la serie –que en algún momento recibió la consideración de “pornografía de la tortura”– hacía insoportable seguir viéndola. Miller asegura que ha tenido en cuenta los comentarios y que en la nueva entrega ha intentado disminuir el número de imágenes desagradables. “Tomamos nota del feedback;feedback sobre si éramos demasiado brutales, estoy de acuerdo. June pasó un año muy duro y al final triunfó, pero fue realmente duro”, explica.

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Elisabeth Moss explica que los nuevos capítulos –13, en total– están más centrados en el concepto de esperanza. “Es especialmente importante en el mundo actual, y para nuestra audiencia, mostrar que hay esperanza y que hay una salida,” asegura la actriz. Para June, la esperanza es construir lentamente un movimiento que plante cara al poder de Gilead. Miller confiesa que una de sus inspiraciones a la hora de crear el movimiento de resistencia de Gilead es Rosa Blanca, un grupo fundado por estudiantes de la Universidad de Múnich que apostaban por la resistencia no violenta contra el nazismo.

Mientras June trabaja para acabar con el régimen, seguirá sufriendo sus penalidades. Tras dejar atrás el matrimonio Waterford, pasará a ser propiedad del comandante Joseph Lawrence (Bradley Whitford), uno de los ideólogos de las políticas del infierno machista que ha tomado el control de Estados Unidos.

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El estreno de la nueva temporada coincide con el anuncio de que Margaret Atwood publicará en septiembre una continuación de The handmaid's tale, traducida al castellano como El cuento de la criada. El nuevo libro, The testaments, no irá en paralelo a la serie, según ha explicado la autora. De hecho, la novela empieza 15 años después de la última escena deEl cuento de la criada y estará narrada por tres personajes femeninos diferentes.

Símbolo de la lucha feminista

El vestuario que llevan por obligación las criadas –la capa roja y la cofia blanca– ha sido adoptado como símbolo por los movimientos feministas y combativos de Estados Unidos. Si la primera temporada coincidió con el boom del #MeToo, la tercera llega en plena polémica por las leyes que limitan el derecho al aborto que se están aprobando en muchos estados del país. A mediados de mayo, medio millar de personas se manifestaron por las calles de varias ciudades de Alabama para protestar contra la nueva ley. Muchas de las mujeres que participaron en las manifestaciones lo hicieron vestidas con la misma ropa que las criadas de la serie.

“Querría vivir en un mundo en el que la gente solo se vistiera de criada en Halloween y no como posicionamiento político. Me encantaría que nuestra serie acabara siendo irrelevante; interesante pero fantástica”, dice el creador de The handmaid's tale, Bruce Miller.