El truco de Trump para matar a una historia incómoda

El nombramiento de Bari Weiss como directora de la cadena CBS News hizo levantar un buen puñado de escépticas cejas. Con nula experiencia en televisión y habiendo hecho sobre todo opinión, se intuía que la habían contratado más por su activismo antiprogresista que por los méritos estrictamente periodísticos. Ahora que ha trascendido su decisión de abortar un reportaje incómodo para Trump se confirman los presagios: Weiss ha venido para virar ese transatlántico de la comunicación hacia los intereses MAGA. Dice la directora que el reportaje todavía no estaba listo, ya que faltaba incorporar la versión de Trump sobre la cárcel salvadoreña a la que se está enviando –sin proceso garantista alguno– los venezolanos que la Casa Blanca arbitrariamente considera. Pero los autores han explicado que se han puesto en contacto con el presidente repetidas veces y que rehusa dar explicación alguna.

Si efectivamente la pieza queda encallada aquí, se le habrá regalado a Trump la herramienta definitiva para matar todas las historias que no le plazcan. Le bastará con no responder. Los periodistas tienen la obligación de recoger la opinión de todas las partes, se dice. Pero yo lo matizaría: tienen la obligación de intentar recogerlo. Y si alguien no quiere hablar, se indica que ha declinado comentarlo y abajo que baja. Es de sentido común. La pieza había sido revisada por el equipo legal y por los periodistas en la CBS News que velan por los estándares periodísticos: nadie había visto problema y, de hecho, ya se estaba publicitando. Weiss ha dejado claro que se pliega a los intereses de la oligarquía que, pieza a pieza, va transformando a Estados Unidos en una autarquía. Los vetos recientes a conceder visados ​​a los políticos europeos que trabajan en la fiscalización de las redes sociales y contra los discursos del odio son otro ejemplo de ese inquietante encapsulamiento. Land of the free? Cada vez menos.