Pedroche, la salvadora de la humanidad
El miércoles la presentadora y modelo Cristina Pedroche fue de invitada a El hormiguero para promocionar su nuevo libro de autoayuda sobre la maternidad y sus miedos en relación con el parto.
Lo que vimos más bien se ajustó al patrón de la pobre chica rica que convierte su melodrama personal en una iluminación vital para los espectadores.
El descubrimiento del talento innato para escribir: Pedroche aseguró que ella no quería escribir ningún libro, sino que escribió por recomendación terapéutica y sus apuntes íntimos plasmados en las notas del teléfono maravillaron a la editorial, que se encargó de dar forma al libro.
La primera madre del mundo: Pedroche convierte su experiencia de parto y primera crianza en una especie de revelación social y colectiva, vivida en primera persona, como si no hubiera precedentes de ninguna otra buena madre en el mundo. Alecciona a las mujeres sobre los miedos y los sufrimientos y se convierte en una especie de mesías de la maternidad.
La épica de su proceso y el victimismo: la presentadora convierte su singladura en una especie de epopeya que la ha obligado a ir a contracorriente ya formarse a través de una fuente de ciencia tan fiable como internet. Se ha sentido empujada ante un panorama médico desolador que no está a su altura ni se ajusta a sus elevadas y selectas necesidades emocionales y físicas. Resume una experiencia de sufrimiento inaudito que ella ha convertido en una clarividencia superior que salvará a la humanidad de la ignorancia.
Desprecio de la comunidad médica y científica: Pedroche criticó a médicos y sanitarios, desde la indulgencia más altiva, y los acusó de tener carencias formativas. Por suerte la tenemos a ella: "Soy una persona muy enferma de la información y me gusta estudiar todo el rato", aseguró. Los tachó de profesionales caducos que no podían actualizar sus conocimientos debido al volumen de trabajo y que tenían protocolos pasados de moda. La Venus de las campanadas de Antena 3 comunicó que estaba haciendo un casting de pediatras porque ningunp había sido capaz de responder correctamente sus consultas ante su complejísimo nivel de exigencia y formación.
La misión de combatir el miedo: Pedroche insistía en que su objetivo es acompañar a la gente en la lucha contra sus miedos. Sus mensajes y consejos no tenían en cuenta sus privilegios económicos: desconfía de los médicos, de los protocolos hospitalarios, de los tratamientos y promete que existen alternativas mucho mejores y más saludables para las mujeres y los bebés. Reniega de los obstetras que tiran la placenta en vez de guardarla y aconseja contratar a una asesora personal en lactancia.
Como los gurús de antaño, promueve la desconfianza en el sistema para estimular su rol de salvadora y visionaria. La ignorancia es, a menudo, demasiado atrevida. A ver cuánto tarda en monetizar sus consejos.