Festival de Eurovisión

Austria gana Eurovisión e Israel queda segunda gracias al voto del público

España sólo puede ser la tercera por la cola con 37 puntos

El representante austríaco
18/05/2025
4 min

BarcelonaLas casas de apuestas auguraban a Suecia más de un 40% de posibilidades de ganar Eurovisión, pero a la hora de verdad el país escandinavo se ha quedado sin la tan deseada victoria después de que le haya pasado por delante el segundo favorito de la noche, Austria. JJ –nombre artístico de Johannes Pietsch– ha emocionado a los eurofans con Wasted love, una canción muy lírica que le ha permitido demostrar sus cualidades como contratenor. Al final de la noche, el duelo ha sido entre Austria e Israel, que ha quedado en segunda posición gracias al voto del público.

Austria, que ha actuado en novena posición, ha roto la leyenda negra que asegura que aparecer durante la primera mitad de la gala da mala suerte. El público respondió con furor al dramatismo de su actuación, reforzada por un juego de luces que hacía que todo se viera en blanco y negro. Con Wasted love, JJ simulaba ir en un barco que debía superar una tormenta. Es la tercera vez que Austria se lleva la victoria al festival.

El elefante en la sala de Eurovisión es la participación de Israel, que la organización del festival sigue defendiendo a pesar de las peticiones de distintas organizaciones e instituciones para que se vete su presencia a causa de la guerra de Gaza. El televoto, que ha otorgado 297 votos a Israel y le ha impulsado en la segunda posición del ranking, parece ir en contra de la presión internacional para evitar que el país siga teniendo presencia en el festival. De hecho, la canción israelí ha sido la más votada por el público de países como España, donde el gobierno de Pedro Sánchez mantiene abiertos conflictos diplomáticos con Israel.

Eurovisión, que está patrocinada por Moroccan Oil, empresa israelí, ha querido minimizar al máximo las críticas o protestas contra Israel. Buena muestra de ello ha sido la amenaza de multar a RTVE si los comentaristas Tony Aguilar y Julia Varela volvían a mencionar los muertos de Palestina como ya hicieron en la segunda semifinal antes de la actuación de Yuval Raphael. RTVE ha respondido mostrando un mensaje de apoyo a Palestina justo antes del inicio de la gala y ambos comentaristas han hecho una introducción especialmente neutra a la representante israelí, que cuando salió al escenario fue recibida con menos silbidos de los esperables (o al menos no se oyeron en la retransmisión).

La gran derrotada de la noche, Suecia, se ha hecho esperar hasta casi el final de la gala, ya los productores la situaron en la posición 23 de 26. Kaj, los primeros representantes de Suecia que cantan en sueco desde 1998, han hecho que el público del estadio de Basilea se uniera a su furor por la sauna, elemento imprescindible de la cultura de los países nórdicos. El trío, que son originarios de Finlandia y forman parte de la minoría de ese país de habla sueca, son especialistas en hacer canciones humorísticas que tratan sobre elementos folclóricos finlandeses y suecos.

Melody, la representante española, ha aparecido en el escenario en sexta posición y, haciendo gala de la entrega que ha demostrado durante toda la previa en el festival, ha hecho una actuación con mucha épica y reivindicando su carácter de diva, el motor conceptual de la canción. La sevillana ha sorprendido al público del estadio St. Jakobshalle finalizando su momento de gloria con el característico "gesto del helicóptero": es decir, cogiendo la larga melena y dándole vueltas como si fuera las aspas de un helicóptero. Pese a la pasión de Melody, el público no ha valorado nada su esfuerzo y sólo le ha otorgado 10 puntos. Sumando los votos del jurado y el público, España ha quedado en tercera por la cola con 37 puntos.

Si Melody ha demostrado su emoción haciendo el helicóptero, el representante de los Países Bajos, Claude, lo ha hecho derramando unas cuantas lágrimas cuando ha finalizado la interpretación de C'est la vie, con menos garra que en ocasiones anteriores.

El barroco siempre hace acto de presencia en Eurovisión y este año la encargada de mezclar fuego, sonidos tribales y acrobacias ha sido la polaca Justyna Steczkowska con la canción Gaja, inspirada en la tierra como símbolo de divinidad, fuerza y amor. Como si fuera un personaje de Juego de truenos, Steczkowska se ha elevado por encima del escenario mientras en la pantalla se veía a un dragón volando amenazadoramente. Otros países han rendido homenaje a su tradición musical, como Alemania, que ha presentado un tema muy influenciado por el tecno y la electrónica que triunfó en el Berlín de los años 90. También en el género del dance se ha movido Dinamarca.

Céline Dion, la gran ausente de la noche

Una de las grandes incógnitas de la noche era si Céline Dion, que ganó Eurovisión representando a Suiza en 1998, haría una aparición especial en el estadio de Basilea. Durante toda la semana, el director del festival, Martin Green, ha mantenido viva la esperanza de los eurofans, aunque siempre ha dicho que la posible actuación de la canadiense dependía de su estado de salud; en la primera semifinal, la cantante optó por enviar un mensaje grabado. Finalmente, el sueño no se ha hecho realidad y, a pesar de los muchos rumores, Dion no ha hecho acto de presencia en una gala uno de cuyos grandes momentos ha sido la actuación conjunta del croata Baby Lasagna, que quedó en segunda posición en Eurovisión 2024, y Kaarija, subcampeón de Eurovisión 202.

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