Otro problema para los Mossos
El día de la desaparición de Puigdemont en el Arc de Triomf, en Espejo público tuvieron en directo, durante casi dos horas, a un miembro del sindicato USPAC de los Mossos comentando la jugada en directo. Aquel 8 de agosto, Albert Palacio aparecía en videollamada desde su casa, desde una habitación llena de muñecos de películas de terror. Figuras y pósters de Chucky, el Pennywise de It, Joker, Ghostface y otros malhechores enmascarados del cine. Este integrante de los mossos d'esquadra fue especulando sobre la desaparición y el operativo policial haciendo valoraciones políticas e interviniendo con sarcasmo sobre lo que ocurría. Una imagen inquietante, y no solo por los payasos terroríficos que lo rodeaban. Su participación iba más allá de lo que corresponde a un sindicato. Se convirtió en analista de los hechos haciendo declaraciones de carácter ideológico y consideraciones personales. Al día siguiente, 9 de agosto, Albert Palacio volvía a aparecer, esta vez desde la calle. Quizá alguien le advirtió de que ese encuadre lleno de muñecos siniestros no transmitía confianza. La presentadora Lorena García le pedía que opinara sobre todo lo ocurrido el día anterior y que lo debatiera con un policía nacional. El lunes 12 de agosto lo invitaron de nuevo para pedir la dimisión de la cúpula del cuerpo policial. Mientras, otro miembro de un sindicato de la Policía Nacional solicitaba al ministerio que no se ampliara la plantilla de los Mossos. Palacio volvía a caer en la especulación. Diciendo "Yo creo que..." y “En mi opinión...” teorizaba sobre la fuga y menospreciaba la figura de Trapero como próximo responsable del cuerpo. El martes 13 de agosto, Espejo público dio fiesta a Palacio, pero entonces invitó a Inma Viudes, portavoz del sindicato de mossos SAP-FEPOL, a la que le volvían a preguntar por Trapero. Como ella fue más conciliadora, al día siguiente, miércoles, volvían a la carga con Albert Palacio, que se quejaba de que Salvador Illa hubiera excluido a su sindicato de la reunión con los Mossos. El viernes 16, Espejo público invitaba a Nadia Pajarón, del sindicato unificado de policía, para cuestionar el papel de los Mossos. Y este lunes volvían a invitar a la portavoz Inma Viudes. Más que interesarse por sus respuestas, la clave está en las preguntas de la presentadora, que siempre ponen a los Mossos en entredicho.
El espectador percibe que estos policías que intervienen en directo son la voz oficial del cuerpo y representan a la institución. Como sindicatos tienen una función, que no es la de especular sobre operativos concretos, ni practicar el sarcasmo político. Antena 3 y Espejo público contribuyeron al desprestigio de los Mossos durante los atentados del 17-A aduciendo negligencia profesional con falacias políticas. Ahora incluso convierten a los portavoces sindicales en pseudotertulianos y se aprovechan del afán de protagonismo de algunos personajes. Una cadena de derechas a la que le importan un bledo los Mossos, su eficacia y sus derechos laborales pero que utiliza políticamente a estos portavoces porque, desde hace años, lo que quieren es minar cualquier institución catalana.