Crisis climática

El agua del mar hierve y alcanza nuevos récords de calor

La temperatura del Mediterráneo sigue aumentando con graves efectos en los ecosistemas marinos

BarcelonaEl calentamiento global sigue avanzando imparablemente y acelera un cambio climático que cada vez es más evidente. Las temperaturas no paran de subir por todo el planeta y cada año se alcanzan nuevos récords. Pero este ascenso térmico no sólo tiene lugar en la superficie terrestre, sino que también se nota, y mucho, en el mar. De hecho, este mes de agosto ya se han registrado dos nuevos récords de calor marinos entre Cataluña y Baleares.

El primer nuevo récord se logró el 9 de agosto en l'Estartit, en Torroella de Montgrí (Baix Empordà). Los datos recogidos una milla allá de las islas Medes registraron una temperatura de la superficie del agua del mar de 27,65 °C, lo que pulverizó el anterior récord de 27,5 °C alcanzado en agosto de 2022 .Esta cifra es especialmente importante ya la vez preocupante, ya que es el valor más elevado detectado a lo largo del último medio siglo.

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El topógrafo y observador Josep Pascual lleva 50 años tomando registros del agua del mar en l'Estartit desde su barca de forma manual, y es la serie de datos marinos más antiguo y fiable de Cataluña y de todo el Mediterráneo. Por tanto, el hecho de que este verano se haya alcanzado la temperatura más elevada que se ha registrado nunca de las aguas de este municipio costero nos da una idea de la gravedad del calentamiento del mar en nuestro país. Los datos de Pascual han detectado un aumento medio aproximado de 1,5 °C del agua del mar en el último medio siglo.

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Pocos días después, concretamente el 12 de agosto, salía a la luz un nuevo récord de calor en nuestra zona del Mediterráneo. En este caso en la isla de sa Dragonera, en Baleares. La boya de Puertos del Estado ubicada en esta pequeña isla en el oeste de Mallorca registró una escandalosa temperatura de la superficie del mar de 31,87 °C, que pulverizó el anterior récord de 31,36 °C alcanzado también en agosto de 2022.

Debemos tener en cuenta que este año, a diferencia de los últimos veranos, el calor intenso no ha llegado hasta el mes de julio, y que el año 2022 en el caso de Cataluña fue el año más cálido desde que se tienen registros, con récords de calor ambiental y en el mar. Por tanto, el hecho de que este verano ya hayamos superado algunos récords alcanzados hace dos años evidencia que, a pesar de algunos pequeños respiros que puedan darnos las temperaturas, el calentamiento global y el cambio climático no se detienen.

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Además de estos récords, el observador Josep Pascual también ha registrado recientemente una temperatura muy elevada del estanque de Banyoles, que en estos momentos prácticamente iguala el récord de 29 °C alcanzado en julio del año pasado. Una cifra que también se ha registrado en el embalse de Sau. Los 27,65 °C de récord del agua del mar del Estartit se sitúan unos 4,4 °C por encima de la media climática y, grado arriba grado abajo, estas anomalías se repiten por todo el Mediterráneo.

Los efectos de un mar cada vez más caliente

El aumento tan importante de la temperatura del agua del mar y las cada vez más frecuentes oleadas de calor marinas están causando graves efectos en los ecosistemas marinos de nuestra zona mediterránea. Algunas especies autóctonas de la flora y la fauna acuáticas están en peligro de extinción o están emigrando hacia aguas más frescas ubicadas más al norte. También se está detectando un aumento de especies invasoras propias de aguas más tropicales que ahora encuentran en nuestro país un mar más templado y adecuado para ellas. Y esa situación se está repitiendo en mares y océanos de todo el mundo.

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En este sentido, el programa europeo Copernicus ha registrado recientemente una racha de quince meses seguidos batiendo récords de calor del agua marina a escala global. Un mar más caliente acelera el cambio climático y contribuye al aumento de los fenómenos meteorológicos extremos, como por ejemplo borrascas mediterráneas más profundas y violentas. Las previsiones indican que los aguaceros torrenciales o las ventoleras huracanadas que está provocando estos días la DANA en Baleares irán además en los próximos años debido a la crisis climática.