La sequía no remite: los embalses acumulan ya más de dos meses de bajada

BarcelonaLos embalses de las cuencas internas no acaban de levantar ninguna y acumulan ya más de dos meses de un lento descenso continuado. Ahora mismo se encuentran en torno al 31,5% y ya han perdido casi tres puntos desde finales de noviembre. Lo positivo es que actualmente las reservas duplican las que había hace justo un año, cuando nos encontrábamos en el peor momento de esta larga e histórica sequía. Todo ello es gracias (sobre todo) a las lluvias de primavera y otoño del año pasado. Pero estos dos últimos meses ha llovido muy poco, y eso es un percance importante teniendo en cuenta que se arrastran demasiados años de déficit hídrico.

El descenso continuado de las reservas de las últimas semanas podría frenarse transitoriamente gracias a las lluvias del inicio de este fin de semana, que han afectado sobre todo a las cabeceras de los principales ríos de las cuencas internas del norte del país. En el Pirineo estas precipitaciones han caído en forma de nieve y por el momento no llegarán a los embalses. En cualquier caso se trata de un episodio fugaz y sin grandes cantidades de agua.

Una veintena de municipios del Alt Empordà han empezado el año volviendo a la fase de emergencia por sequía. Y gran parte del resto de comarcas de Girona y Barcelona se encuentran en estado de alerta o de excepcionalidad. También la zona de Riudecanyes (Baix Camp) todavía se encuentra en emergencia. Así, se necesitarían muchos más episodios de lluvias generales y abundantes para revertir del todo la situación. Y también hace falta mucha más nieve en el Pirineo para garantizar agua de cara al deshielo.

Catalunya sigue inmersa en una sequía que ya dura desde hace más de tres años y que parece no tener fin. Y como el invierno no es una época lluviosa en nuestro país, no se espera que se solucione, ni mucho menos, el problema a corto plazo. Y por si fuera poco, este enero ha sido aún más seco de lo que suele ser, con poca agua y nieve. Habrá que esperar a que la primavera no falle y lleve las lluvias habituales, si bien está por verse si serán suficientes o no para empezar a ver la luz al final del túnel de cara al verano.

Sau vuelve a estar prácticamente vacío

Hay una imagen que habla por sí sola sobre la sequía en Cataluña: el campanario de la iglesia de Sant Romà de Sau. Sabemos si vamos bien de reservas o no según si el agua del pantano cubre más o menos esa emblemática edificación. Y ahora lleva demasiado tiempo totalmente al descubierto. De hecho, el embalse vuelve a estar bajo mínimos y prácticamente vacío, al 6%, después del pico del 45% que vivió a principios de verano.

Cabe decir que, más allá de la falta de lluvias, la espectacular bajada que ha sufrido últimamente Sau es porque se ha trasvasado parte de su agua al de Susqueda, su hermano mayor, que ahora mismo se encuentra al 40%. Sin embargo, no es nada normal que esté en este estado. Todo esto es una muestra clara de hasta qué punto todavía nos encontramos en una situación de sequía excepcional.

Por el contrario, el embalse de la Baells –uno de los mayores de las cuencas internas– se encuentra al 55%, mientras que el de Sant Ponç roza el 53% y el de la Llosa del Cavall, el 34%. El conjunto del sistema Ter-Llobregat ya ha descendido hasta el 33,2%. Y la situación sigue siendo crítica en el extremo noreste del país, donde no hay forma de que Darnius-Boadella suba; sigue por debajo del 17%.

También están muy bajos los pantanos de Riudecanyes y de Siurana, aunque han mejorado claramente gracias a las lluvias del otoño. De hecho, han pasado de estar vacíos en el 24% y en el 9%, respectivamente. Por su parte, los embalses catalanes de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), que son un caso aparte, actualmente se encuentran al 70%, ya que las lluvias de los últimos meses han beneficiado mucho a las cabeceras de sus principales ríos.