El 83% de las bases de Junts avalan el acuerdo de gobierno con ERC

BarcelonaLuz verde de las bases de Junts per Catalunya al acuerdo con Esquerra para investir a Pere Aragonès. Este mediodía ha finalizado la consulta interna a la militancia sobre el pacto subscrito el fin de semana pasado entre el secretario general del partido, Jordi Sànchez, y el aspirante a president, y el 83% de los afiliados han votado a favor (3.364 personas). Aun así, un 17% de los militantes de Junts se han opuesto (689 personas), de un total de 6.528 que han participado en la consulta (el 62,18% de los asociados).

La pregunta que tenían que responder los militantes era si apoyaban "la propuesta del ejecutivo de JxCat de avalar el acuerdo de legislatura y gobierno con ERC para poner en valor el 52% del voto independentista". En caso de que mayoritariamente hubiera salido que no, la consecuencia habría sido igualmente la investidura, puesto que Junts se había comprometido a investir a Aragonès y pasar a la oposición.

Precisamente por la formulación de la pregunta –más allá del contenido del acuerdo–, la dirección de Junts recibió críticas de la eurodiputada del partido Clara Ponsatí, puesto que no se daba la opción de oponerse a la investidura de Aragonès. La propia Ponsatí el pasado martes hizo un tuit crítico también con el rumbo independentista del acuerdo subscrito con ERC, que avala la mesa de diálogo al menos dos años a la espera de preparar la "confrontación" con el Estado. "Si las bases de Junts dan luz verde a este documento, ningún partido con representación parlamentaria reivindicará el mandato del 1-O", dijo.

También el ex president de la Generalitat Quim Torra, que no es militante de Junts, dijo el lunes "que sin estrategia independentista no se puede gobernar", una manera de apuntar también que no le gusta lo que han pactado Esquerra y Junts.

Pero quien no se ha pronunciado en las últimas horas sobre el pacto ha sido el ex president y líder de Junts Carles Puigdemont. Desde el inicio de la negociación con Esquerra, sobre todo cuando el Consell per la República se situó en el centro de la negociación, prefirió situarse al margen de las conversaciones. Su entorno asegura que no ha recogido bien el debate sobre el rol que tiene que desarrollar esta legislatura –ERC lo acusaba de querer "tutelar" la presidencia desde Waterloo– y que su voluntad solo es ejercer de eurodiputado e "internacionalizar" el Procés.

La prueba de que Puigdemont se ha "inhibido" –en palabras de un colaborador suyo– de la formación de gobierno en Catalunya es que ha cedido el mando de la negociación al secretario general del partido, Jordi Sànchez. Aun así, sí es el único que ha estado al corriente de todo: por ejemplo, es el único a quien Sànchez avisó el fin de semana de que se reunía con Pere Aragonès para cerrar un acuerdo, lo que ha generado recelos entre el resto de negociadores de Junts per Catalunya.