El análisis de Antoni Bassas: 'De Cercanías, se retrasan los estatutos, incluso'
Continuamos mirando hacia Oriente Próximo. Israel y Hezbollah ya se enfrentan cuerpo a cuerpo en Líbano, mientras que Irán no pasó del golpe de efecto con los misiles que lanzó contra Jerusalén y Tel Aviv, que la Cúpula de Hierro de Israel interceptó sin demasiados problemas.
Les recomendamos especialmente elentrevista a Antoni Segura, presidente del Cidob, que dice que no entiende el papel de Estados Unidos porque la guerra creciente perjudica a Kamala Harris, porque permite decir a Trump “Mirad qué mundo nos están dejando Biden y su vicepresidenta”.
Y ahora, en medio de la gravedad de la cuestión, y cambiando de tema, permítanme que ponga un toque de humor, pero es que me lo han puesto muy fácil. Ayer se reunieron en Madrid el ministro de Transporte, Puente, y la consejera de Territorio, Paneque.
Como ambos son socialistas, la reunión debía ir sobre ruedas (el chiste no es éste). Y sí, acordaron inversiones de más de 700 millones para la AP-2, la AP-7, el Eix Pirinenc y la continuidad de la polémica B-40. La Generalitat proyectará, pujará y ejecutará las obras y las pagará el Estado (es decir, usted y yo) a base de transferencias anuales. Pero en la reunión debían hablar de Cercanías. ¿Se acuerdan de que quedaron que ahora sí, ahora sí, Cercanías sería traspasada a la Generalitat? Pues va tarde. De ahí nuestro titular de hoy:
“Los estatutos de Cercanías Cataluña se retrasan a finales de año”. En Cercanías incluso los nuevos estatutos no van a la vez. Resulta que tras el pacto entre PSOE y ERC de noviembre del pasado año para el traspaso, en marzo, Generalitat y gobierno español dijeron que en seis meses ya estaría terminada la primera propuesta. Hubo elecciones anticipadas en Catalunya, pasaron los seis meses y ayer quedaron que la propuesta inicial del plan estará para finales de año. Qué lento es todo. Recuerden que el pacto para el traspaso decía que Cercanías de Catalunya tendría un consejo de administración paritario con un presidente que desempataría, si fuera necesario, que sería propuesto por la Generalitat. Por el momento, tres meses más.
Finalmente, Puigdemont reunió ayer a los diputados de Junts en Waterloo. Se confirma lo que les adelantamos ayer. Puigdemont no será el jefe de la oposición, se ha tomado muy mal que Isla no se reúna con él, al igual que ha hecho con otros expresidentes. Recuerda que él le llamó por cortesía, para felicitarle, en agosto, ya propósito de lo que les explicamos que Pedro Sánchez había pedido ayuda para convencer a Junts de que colabore, en una comida con el Círculo de Economía en Barcelona, Puigdemont hizo notar que le había llegado algo:
“No hace falta que el señor Pedro Sánchez vaya al Círculo de Economía a pedir nada para que nos haga llegar no sé qué mensaje. Lo que debe hacer el señor Sánchez es hablar directamente con Junts. Como debe hacer el presidente Isla, hablar directamente con Junts y no a través de intermediarios pensándose quién sabe qué. Nosotros defendemos los intereses de nuestros votantes y ciudadanos de Cataluña”.
Puigdemont reclama el protagonismo que le corresponde. Pero la amnistía va con retraso. Como los trenes.
Buenos días.