Juntos

Junts apuesta por mantener la "tensión" con el PSOE sin romper el pacto

Puigdemont apuesta por "renovar liderazgos" y ampliar "el espectro" de Junts

Puigdemont hoy en Waterloo

WaterlooCon la mirada puesta en el congreso del fin de semana del 27 de octubre, Junts ha terminado este miércoles su hoja de ruta de cara a los próximos años, en la que se marcan el objetivo de construir la "alternativa" en el gobierno de Salvador Illa, rehaciendo las relaciones dentro del movimiento independentista y también manteniendo la "confrontación" tanto con el PSC como con el PSOE. "Hay que mantener en tensión a los gobiernos del Estado y de la Generalitat. Juntos no se siente parte de ninguna mayoría parlamentaria estable porque la estrategia es la de la confrontación, y si el gobierno del PSOE pierde nuestro apoyo porque incumple los compromisos , la responsabilidad será suya", afirma la hoja de ruta que ahora podrá enmendar la militancia del partido. Ahora bien, tampoco habla de romper el acuerdo con el PSOE en ningún momento: "Los pactos deben vincular a ambas partes, y si se rompen unilateralmente o se incumplen de forma reiterada, la única salida lógica es plantarse y volver a empezar". De hecho, sostienen que en el contexto actual "las relaciones políticas con España son inevitables", pese a dejar claro que los junteros no forman parte "de ningún bloque para beneficiar a un partido español" y que no darán sus votos " a cambio de nada".

Esta hoja de ruta se ha traducido ya este miércoles con una petición directa que ha hecho el expresidente Carles Puigdemont al gobierno español desde Waterloo, donde se ha reunido con el grupo de Junts en el Parlament para preparar el debate de política general. Puigdemont ha recordado al presidente español, Pedro Sánchez, que no tiene mayoría y que necesita Junts: le ha pedido "negociar directamente" si quiere sus votos para aprobar los presupuestos españoles. Una advertencia que llega después de que Pedro Sánchez pidiera ayuda esta semana al Círculo de Economía para convencer a los de Puigdemont para sacar adelante las cuentas del Estado del 2025.

De este modo ha sacado pecho de la política de Junts en Madrid y de las decisiones que hasta ahora ha tomado, como por ejemplo tumbar el techo de gasto. A su juicio, esto es "luchar por los intereses de todos los catalanes" porque Junts está pidiendo más dinero para los municipios y la Generalitat, ha dicho. A su juicio, eso debería hacerlo el PSC porque gobierna Catalunya y también Barcelona.

Salvador Illa ha sido el otro blanco de sus críticas. Considera que tiene un ejecutivo "frágil" que ha puesto en marcha un proceso de "desnacionalización" de Catalunya, un proceso que sostiene que "empezó cuando el PSC decidió abandonar su identidad para competir con los votos de Cs". Para Junts, Illa preside un "gobierno españolista" y Puigdemont ha hablado incluso de "deriva sectaria": le ha reprochado que este pasado lunes el presidente no haya tenido "ni un minuto" para recordar el séptimo aniversario del 1 de octubre. Ahora bien, también ha admitido que no salen los números para articular ninguna mayoría distinta ahora en el Parlament con el resultado del 12-M.

Para construir una "alternativa", la ponencia estratégica del partido define Junts como un partido "de gobierno y de lucha". Un eslogan que se traduce en querer volver al gobierno de la Generalitat, pero al mismo tiempo dice que sus liderazgos deben asumir la "represión" para lograr la independencia. De hecho, sobre 2017, se refieren como "error" no haber hecho la DUI justo después del 1-O. En cuanto a la estrategia a partir de ahora, propone una "entidad paraguas" en la que partidos y entidades soberanistas se agrupen de forma "confederativa" para facilitar estrategias conjuntas.

En términos sectoriales, Junts sitúa la inmigración como el "debate más importante" en Catalunya ahora mismo, pero marca distancias de la extrema derecha de Aliança Catalana, que la tilda de "nacionalpopulismo con un pensamiento mágico que da soluciones simples a realidades complejas", y también con el "pensamiento woke", que quiere "combatir". ¿Y cuáles son sus propuestas? El traspaso de competencias a la Generalitat para regular la inmigración, a través de una agencia, y medidas como la bonificación fiscal a las empresas que hagan catalán durante la jornada laboral; aumentar los cursos de catalán para que todos los migrantes tengan el "derecho" de acceder a ellos en "todas las franjas horarias del día"; "potenciar la diversidad incorporando perfiles de origen extranjero en el 3Cat"; o un Pacto Nacional para la acogida y la integración que establezca un criterio "homogéneo" sobre los "derechos y deberes" que se desprenden de estar empadronado en un municipio. En cuanto a los impuestos, Junts se afianza en la rebaja de los tramos máximos del IRPF, en el impuesto de sociedades –del 20 al 15%– y también eliminar sucesiones.

"Nuevos liderazgos"

Por otra parte, Puigdemont también ha enviado un mensaje en clave interna. Haciendo un paréntesis para hablar sobre el congreso de Junts, apostó por "renovar mensajes, discursos y liderazgos" con el objetivo de "ampliar el espectro social" del partido, y se mostró confiado en que dentro del grupo parlamentario de Juntos "hay todos los elementos para conseguirlo". Así, aunque evitó adelantar nada concreto, vino a anticipar la llegada de nuevos liderazgos tanto a la próxima ejecutiva del partido como al grupo parlamentario, que preside Albert Batet. En este sentido, la ponencia estratégica dice: "El independentismo necesita hoy los mejores liderazgos de la experiencia del 2017, al tiempo que debe comprometerse a preparar su relevo gradual para hacer emerger nuevas caras del futuro". "Somos el partido más transversal de la sociedad catalana, más rico, más plural, intergeneracional e interclasista", aseguró el expresidente.

El rol de Puigdemont

Puigdemont por ahora se mantiene como diputado raso, sin tomar el rol formal de jefe de la oposición, y trasladó a los diputados que seguirá así, según avanzó El Nacional y ha confirmado el ARA. Asimismo, aunque no lo ha comunicado formalmente, todas las fuentes de Junts dan por hecho que será él quien asumirá la presidencia del partido en el congreso del fin de semana del 27 de octubre.

Pese a la vigencia de la amnistía, Puigdemont continúa en el exilio. Los jueces no quieren aplicarle la ley y él amplía las críticas también al nuevo ejecutivo catalán, después de que Illa se haya comprometido a trabajar por la "normalización" política y social de Catalunya. "Cuando escuchen esta palabra, pónganse la mano en la cartera", ha advertido, remarcando que si el grupo de Junts debe desplazarse a Waterloo para decidir cómo aún el debate de política general es precisamente porque no hay "normalidad" ".

Pero Puigdemont también se ha reivindicado: tras su entrada y extracción de Catalunya del pasado 8 de agosto, el expresidente ha hablado de aquella jornada como "éxito histórico". "Colgaba tanto de un hilo que si algo no hubiera ido como estaba previsto, esta reunión no la haríamos aquí", ha dicho Puigdemont medio sonriendo, agradeciendo a sus compañeros de filas que participaran en aquella jornada, aunque la gran mayoría no sabía que el plan de Puigdemont era volver para irse de Catalunya.

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