Barcelona

Sitiados por el 'coliving': "Es como si dejaran caer una bomba sobre el edificio"

Vecinos de trece bloques de Barcelona propiedad del fondo Vandor piden que no se les expulse

Rosario Castillo es la última vecina de este bloque del Eixample lleno de colivings.
14/12/2025
5 min

BarcelonaUnas letras de color azul serigrafiadas en la escalera dan la bienvenida en inglés, catalán y castellano al edificio de la avenida de Madrid de Barcelona, ​​donde desde hace treinta años vive Walid Guerchouch junto a sus padres y sus dos hermanos pequeños. A primera vista parece más bien la entrada de un hostal que de una comunidad de vecinos. Es así desde que en 2022 el fondo Vandor adquirió el inmueble entero. Entonces comunicó a todos los residentes que no les renovaría sus contratos de alquiler y que convertiría sus pisos en colivings-alquiler de habitaciones con algún espacio común- para estudiantes. Hoy la mayoría ya funciona como tal. En el inmueble sólo quedan cuatro familias que, como la de Guerchouch, tienen que pisar cada día el mensaje de la escalera que, paradójicamente, les recuerda que ellos ya no son bienvenidos a la que siempre había sido su casa.

Casos similares se extienden por toda la ciudad. Sólo Vandor cuenta actualmente con 13 edificios enteros en Barcelona. Hay en la calle Balmes, en Muntaner, en Amigó, en Consell de Cent, en Nápoles... Son casi 200 pisos, que ahora quiere convertir en colivings. En todos ellos ha seguido el mismo procedimiento. En la calle Avenir, por ejemplo, vecinos como Joana Martí recibieron a principios del 2025 la carta notificándoles el cambio de propiedad del inmueble. Después de veinte años viviendo justo en frente de la casa donde ella se había criado y donde todavía viven sus padres, Martí y sus tres hijos recibieron la noticia como un cubo de agua fría. "Alguien que no sabe ni quién eres decide que tú no puedes continuar con la vida que llevas. Es como si dejaran caer una bomba sobre el edificio", lamenta.

Walid Guerchouch y su madre Kheira en el comedor de su piso en la avenida Madrid.

En el caso de la calle Avenir, apenas se encuentran al inicio del proceso. Todos los contratos están vigentes y todavía no se ha ido ningún vecino. En otros inmuebles la realidad es distinta. Muchos pisos ya se han vaciado y los vecinos que todavía están han tenido que sumar a la incertidumbre sobre su futuro las molestias de las obras constantes -se reforman las viviendas que quedan libres para hacer más habitaciones y aseos- y de la convivencia con unos nuevos inquilinos que están de paso -los contratos tienen una duración máxima de donde. Rosario Castillo vive en uno de estos blogs. Desde que en el 2021 se le notificó que Vandor era el nuevo propietario, ha visto marcharse a todos los vecinos. Ella, la única que queda en un blog lleno de colivings, se ha negado a hacer las maletas. Aunque su contrato ha vencido, sigue pagando cada mes su alquiler a Vandor, que le ha demandado por conseguir una orden judicial para desahuciarla.

Joana Martí es una de las vecinas de la calle Avenir a la que Vandor no quiere renovar el contrato de alquiler.

También están demandados por Vandor Elisabeth Lezama y su familia, que viven en el otro extremo del Eixample, en la calle Consell de Cent. Durante 27 años han pagado cada mes el alquiler sin falta y siempre se les había renovado su contrato. Hasta que llegó Vandor y les dijo a ella, a su marido ya sus dos hijos que deberían irse. Ahora les han llevado a los tribunales.

En el caso de la familia Guerchouch, ya tenían fijada una primera fecha de desahucio para el próximo jueves que finalmente se anuló. En cambio, en la calle Concordia, en el Poble Sec, Wendy Sosa recibió justamente este jueves una sentencia que fija su desahucio para el 17 de febrero. Vive en ese blog desde el año 1998, ahora con su madre, su hermana y un sobrino que tiene un 47% de discapacidad. "¿Adónde iremos si nos echan?", se pregunta, y subraya el impacto que puede tener el traslado para su sobrino. "A un niño con autismo no puedes ir cambiando de sitio para que a ellos les dé la gana", dice.

Dinero para marcharse

Para intentar forzar una negociación colectiva, muchos de los vecinos de estos blogs de Vandor se han agrupado en torno al Sindicato de Alquiladoras. Sin embargo, hoy por hoy el fondo rechaza iniciar cualquier diálogo general y busca acuerdos individuales con los vecinos. De hecho, varios testigos explican que Vandor siempre intenta no tener que esperar a las resoluciones judiciales, que pueden tardar años.

Rubén Sospedra es uno de los vecinos que aún vive en el blog de Còrsega 396 y que tiene contrato hasta el otoño del 2026. A él ya sus dos compañeros de piso les ofrecieron hasta 15.000 euros si se marchaban ya. En Sosa, en el Poble-sec, 10.000. También en el caso de Castillo y Guerchouch el fondo les ha ido haciendo ofertas que han ido creciendo desde los 6.000 euros iniciales hasta los 30.000 euros. La misma cifra por la que han sondeado Lezama a Consell de Cent. "Yo no quiero 30.000 euros; quiero poder vivir en mi piso", subraya.

Rubén Sospedra y Joan Ruiz con la carta de Vandor que les comunica que no se les renovará el contrato.

El hecho de que el tope del alquiler no afecte al alquiler de temporada incentiva fondos como Vandor a apostar por el coliving. Con esta rendija pueden pedir casi el mismo precio por cada habitación que lo que paga un inquilino por el piso entero. Un vistazo a la web de CoTown —la empresa que junto a Vanguard Student Housing gestiona todas las fincas de este fondo de inversión— lo corrobora. En Córcega 396, en la frontera entre el Eixample y Gràcia, en pisos con cinco habitaciones, la más pequeña y económica cuesta entre 700 y 800 euros. Se anuncian con frases como "Dicen que el buen perfume se vende en bote pequeño" o "Esta habitación dispone de todo lo necesario para poder dormir, trabajar o presentar el mejor proyecto emprendedor de la historia".

Rosario es la última vecina que queda en su blog del Eixample.

A la hora de publicar este reportaje, Vandor no había atendido la petición del ARA para que pudieran dar su versión. Sin embargo, en su web se pueden ver los 13 blogs que tienen en Barcelona. Aunque también disponen de inmuebles en Madrid, Valencia y Bilbao, la capital catalana por el momento es su principal foco de actuación. Cuando explican su modelo, remarcan que la compañía "cumple plenamente con la normativa vigente". Por eso, los vecinos reclaman a las administraciones que actúen. De momento, este jueves el Parlament debe aprobar finalmente la ley para regular el alquiler de temporada y de habitaciones, una herramienta que debe impedir que la suma de lo que se cobra por habitaciones en un piso supere el tope del alquiler general.

"Habremos cumplido dos años tarde", lamenta en conversación con el ARA Enric Aragonès, portavoz del Sindicato de Alquiladoras, quien subraya que cuando se hizo la regulación de precios del alquiler ya avisaron de que esto pasaría. Con la nueva regulación que aprobará el Parlament, Aragonès confía en que "operaciones como las de Vandor queden desincentivadas". Por eso anima a los vecinos de estos bloques u otros en situación similar a "no irse, a plantarse ya exigir negociación colectiva y renovación de contratos para todos".

Sin embargo, pronostica algunas dificultades. Primero que alguien acabe llevando la normativa al Tribunal Constitucional para intentar tumbarla. Después, que los fondos intenten encontrar la forma de esquivarla. Por eso, pide que la administración esté muy vigilante a la hora de controlar el cumplimiento de la norma. Además, para blindar a los inquilinos considera imprescindible que salga adelante la modificación de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) que el Sindicato ha llevado al Congreso.

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