La gobernabilidad del Estado

¿Por qué es la crisis más grave de Pedro Sánchez hasta ahora?

El goteo de casos de acoso sexual acorrala a un presidente español ya rodeado por varios casos judiciales

Pedro Sánchez el miércoles en el Congreso.
15/12/2025
3 min

BarcelonaA Pedro Sánchez le queda un año y medio de legislatura, pero cada semana que pasa se estrecha el círculo judicial a su alrededor. En mayo del año pasado, el presidente español anunció que se cogía cinco días de reflexión al considerar inasumible "el acoso" judicial a su esposa, Begoña Gómez. Sánchez decidió continuar con el objetivo de sacar adelante una "regeneración pendiente de la democracia" y poner fin a la política del "barro". Más de un año después, las causas judiciales que salpican al gobierno español y al PSOE no han cesado, sino que Sánchez ha visto cómo el poder judicial condenaba a dos años de inhabilitación al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por el caso del novio de Isabel Díaz Ayuso y como caía su ex mano. ¿Vive Sánchez la peor situación desde que revalidó el cargo en el 2023? En los últimos días, a la delicada situación del presidente español se han sumado las denuncias internas por presunto acoso de varios cargos del PSOE. La presión, pues, no sólo procede del exterior y del poder judicial, sino que ahora también llega de dentro de la formación.

En junio, cuando se hicieron públicos los audios que implicaban a Cerdán en la trama del caso Ábalos, Pedro Sánchez hizo una remodelación del partido para relevar al hasta entonces secretario de organización del cargo y decidió crear un área reforzada que estuviera integrada por cuatro miembros, entre ellos Paco Salazar. Sin embargo, su nombre no se llegó a votar en la ejecutiva de los socialistas, porque el mismo día se hizo pública una denuncia de acoso sexual de quien fue secretario general de coordinación institucional en el gabinete de Presidencia del gobierno español. Es decir, Sánchez intentaba taponar la crisis más grave hasta entonces con un cargo de confianza que internamente estaba cuestionado por sus "comportamientos inadecuados". Su círculo de confianza, como le había ocurrido con Cerdán y también con el exministro José Luis Ábalos, volvía a fallarle.

La semana pasada, seis meses después, el gobierno español cesó a Antonio Hernández, el hasta ahora director del departamento de coordinación política en el gabinete de Presidencia del gobierno español, por haber hecho la vista gorda con el caso Salazar tras recibir varias denuncias de trabajadoras de la Moncloa contra Salazar por presunto acoso sexual. El PSOE también le abrió un expediente informativo. De hecho, el partido tuvo que pedir disculpas en las últimas semanas por haber actuado tarde y mal en la gestión de esta cuestión. Lo hizo el propio Sánchez, que, sin embargo, ha intentado poner en valor que hayan actuado en todos los casos.

El goteo de denuncias de acoso sexual

Es el caso Salazar, el que parece haber abierto la veda para que afloraran más denuncias de acoso contra varios cargos del PSOE. La semana pasada dimitió el alcalde de Belalcázar (Córdoba), Francisco Luis Fernández; también juntaron el presidente de la Diputación de Lugo, José Tomé Roca, y la secretaria de igualdad de los socialistas gallegos, Silvia Fraga, quien se mostró crítica con la actuación del partido por este último caso. El pasado viernes también se hizo público que el partido recibió dos denuncias contra el número dos de los socialistas en la provincia de Valencia y alcalde de Almussafes, Toni González, quien pidió que se le suspendiera de militancia y renunció a todos sus cargos en el partido, pero no a la alcaldía. El partido ha abierto también un expediente informativo contra el hasta ahora secretario general del PSOE de Torremolinos (Málaga), Antonio Navarro.

Es decir, a las causas judiciales que han ido rodeando a Sánchez en los últimos meses, desde el caso Ábalos/Koldo/Cerdán hasta el caso Leire –ahora con una nueva rama que implicaría a la SEPI–, pasando por la causa que afecta a su mujer, se ha añadido el fuego amigo que viene de dentro del partido. Ésta es la principal diferencia con la situación que vivió Sánchez en la primavera del año pasado, cuando se tomó cinco días de reflexión y atacó el poder judicial, la derecha y la extrema derecha de crear un clima irrespirable en contra del gobierno español; y también con el pasado mes de junio, cuando el caso Cerdán parecía la estocada final del ejecutivo. Sin embargo, Sánchez mantiene que tiene la voluntad de acabar la legislatura, aunque dentro del ejecutivo hay quien admite con la boca pequeña que, sin poder sacar adelante la agenda legislativa y con el poder judicial en contra, es muy difícil.

stats