El ANC mantiene el veto a los políticos en la zona de invitados
La Asamblea impide desde el 2019 la entrada de los dirigentes independentistas en la zona VIP por sus pactos con el PSC
BarcelonaSe mantiene el veto. La ANC no se plantea levantar el castigo a los políticos y seguirán sin poder entrar en la zona de invitados que la ANC reserva para las personalidades en la manifestación de la Diada. Después de cinco años de destierro, la nueva dirección de la Asamblea apuesta por no dar marcha atrás con el boicot a los representantes políticos, pese a su apuesta por rehacer puentes con partidos y entidades. Preguntado por si cambiaría esta política, este jueves el presidente de la Asamblea, Lluís Llach, durante la presentación de la manifestación en el Arc de Triomf, había dicho que se opondría a que "se prohíba el acceso a los políticos si el su compromiso con la independencia es inexcusable".
Ahora bien, más tarde fuentes oficiales de la entidad han matizado que Llach no se refería a la zona VIP sino a la manifestación en general, excusándose en que no había entendido bien la pregunta y añadiendo que todo continuará igual en relación a la zona de invitados. "Si la Asamblea no quiere cambiarlo, no se cambiará", dicen estos fuentes oficiales, pese a que la marcha sea unitaria por primera vez gracias al pacto con Òmnium y la AMI (que hasta ahora solo colaboraban).
A diferencia del ANC, Òmnium siempre ha invitado a los partidos en el tradicional acto que hace al Arc de Triomf durante el 11 de Septiembre por la mañana, el único acto transversal del independentismo por la Diada les últimos años. En 2019 la Asamblea decidió no invitar a políticos al espacio reservado de la Diada fruto de los pactos de Junts con el PSC en la Diputación de Barcelona y de ERC con los socialistas en diferentes ayuntamientos del país como Sant Cugat del Vallès. Las bases de la entidad estaban muy molestas con los acuerdos de las fuerzas independentistas con los socialistas porque había apoyado la aplicación del 155. Algunas territoriales y parte del secretariado exigieron que no se les invitara y la dirección asumió esta petición. Este veto se ha mantenido hasta ahora, en el que tanto republicanos como junteros también mantienen acuerdos con los socialistas en todas las administraciones.
La decisión ya levantó una gran polvareda en su día. Los primeros en poner el grito en el cielo fueron los exconsejeros Josep Huguet y Anna Simó, quienes anunciaron que no irían a la manifestación en señal de protesta. Huguet tachó a los organizadores como "un grupo de exaltados que quieren convertir la Diada en un aquelarre purificador contra los traidores”.
Elisenda Paluzie, entonces presidenta de la ANC, justificó la exclusión porque la "esencia" de la entidad es "condicionar la agenda política" como hacen los lobbies después de que el exportavoz de ERC al Congreso, Joan Tardà , les acusara de “pervertir la voluntad del independentismo de ser abierto y flexible” y de actuar como contrapoder y no contribuir a acumular fuerzas.
Sin embargo, el ANC no se echó atrás y se iniciaba entonces, entre otras razones, la guerra abierta entre el ANC y ERC, que acentuó su alianza con el PSOE en Madrid. Esta tensión culminó con la negativa del presidente Pere Aragonès y del resto de consejeros republicanos a asistir a la manifestación del 2022 después de que en el manifiesto se tildara a los republicanos de partido "autollamado independentista".
Ahora el ambiente puede volver a enrarecerse a pesar de la voluntad de la nueva dirección de la Asamblea de abandonar los reproches a los partidos. Las cosas pueden volver a complicarse ahora si ERC acaba invirtiendo a Salvador Illa como presidente de la Generalitat. La entidad se ha posicionado claramente en contra de este acuerdo que, de llegar, será antes de la Diada. Este jueves Llach se ha negado a realizar ninguna valoración para poner el foco únicamente en la manifestación.