La economía social se abre paso a las aulas universitarias: ¿qué estudios se ofrecen?

Ser eficientes y competitivos. Saber las oportunidades de mercado antes de que el resto de dinero sea mejor. la enseñanza en las facultades de economía y empresa. Sin embargo, el panorama está empezando a cambiar, por lo menos. Cátedra de Economía Social del Tecnocampus-UPF.

Precisamente, este centro universitario ubicado en Mataró es uno de los que más ha apostado por incorporar la economía social y solidaria a su oferta académica. Hoy todos los grados de empresa que se imparten incluyen una asignatura obligatoria de este modelo económico alternativo, que pone a las personas y al bien común en el centro de la actividad económica, al margen de la obsesión por obtener beneficios. Además ofrecen cursos específicos de finanzas éticas y contabilidad pública responsable. "Esta apuesta responde a la voluntad de presentar a la empresa no como una única realidad, sino como un concepto plural: privada, pública y social", asegura Serrano.

El fenómeno también se está produciendo en la Universidad de Barcelona (UB). Actualmente se imparten diversas asignaturas sobre economía social y solidaria y desarrollo sostenible en los grados de Administración y Dirección de Empresas y Sociología. transformadora del sistema económico, centrada en las personas, la sostenibilidad y la justicia social", valora Núria Rodríguez, profesora titular de sociología y coordinadora del programa de economía social en la Universidad de la Experiencia de la UB. Para Rodríguez, que estas temáticas ganen espacio en la universidad es clave para formar profesionales con conciencia y compromiso".

En la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) ocurre lo mismo. Ofrece la novena edición del Diploma de Especialización en Economía Social y Solidaria, un posgrado orientado a profesionales y personas interesadas en este ámbito "Se trata de una formación específica y centrada plenamente en este modelo económico, con un enfoque académico generalista, explica Rosa Garcia-Hernández, profesora de economía aplicada de la UAB y coordinadora del posgrado. La Universidad Abierta de Cataluña (UOC) y la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) también han empezado a incorporar la economía social y solidaria (ESS) a sus programas, por ejemplo.

Un interés creciente

¿Y el alumnado que se encuentra con una asignatura donde se trata la economía social y solidaria cómo reacciona? Serrano detecta dos tendencias habituales. "Una parte ve el modelo cooperativo como poco realista o idealista, pero otra se muestra muy interesada, especialmente por su alineamiento con las preocupaciones actuales sobre crisis climática, desigualdades y democracia –asegura–. En todo caso, casi todo el mundo agradece poder conocer una alternativa a la empresa convencional". Desde la UB, señalan que cada vez más estudiantes muestran interés por los modelos económicos alternativos. "Un buen indicador es la participación al alza en los Premios de Economía Social, que reconocen los mejores trabajos de fin de grado, master y posgrado en este ámbito", expone Rodríguez.

Una de las principales dificultades para extender el modelo de la economía social y solidaria es hacerlo llegar a colectivos que todavía no conocen. "Existe un perfil de personas que ya tienen interés en formarse: son aquellas que forman parte de asociaciones y cooperativas o trabajan en departamentos públicos vinculados a la ESS", explica Garcia-Hernández. Estas personas siguen formándose: lo hacen a un ritmo lento pero sostenido.

Ahora bien, García-Hernández remarca que el verdadero reto es interpelar a los perfiles que todavía no han tenido ningún contacto con estos modelos. "Nos falta mucho camino por recorrer para llegar a aquellos colectivos que no saben nada: es aquí donde habría que poner el foco", apunta. Considera que es especialmente importante despertar el interés entre las personas jóvenes para que puedan ver a la economía social como una vía profesionalizadora viable.

Encontrar trabajo en la ESS

Poco a poco, esta formación universitaria está contribuyendo a la profesionalización de la economía social y solidaria. Sin embargo, no es un proceso nuevo: hace ya décadas que miles de personas están construyendo su trayectoria laboral dentro de este sector. De hecho, representa casi un 7,5% del PIB español y emplea a cerca de 1,5 millones de personas. Sin embargo, hasta hace poco no existía ninguna plataforma que respondiera específicamente a las necesidades laborales de este ecosistema.

Éste es el vacío que ha buscado llenar Upmeup, una plataforma web y app impulsada por la Federación de Cooperativas y Economía Social de Madrid (Fecoma), Facto Cooperativa, Tazebaez y Ecooo. currículums con ofertas, sino que tiene en cuenta los valores de cada candidato y los confronta con la cultura y las prioridades de cada organización.

Los retos pendientes

A pesar del reconocimiento institucional y la expansión territorial del modelo, la economía social y solidaria tiene todavía varios frentes abiertos para crecer en las universidades. "Un primer reto es traspasar la frontera de las personas ya sensibilizadas y llegar a un público más amplio", apunta Rosa Garcia-Hernández, de la UAB. Para ella, es necesario continuar consolidando el modelo como alternativa real para hacer frente a problemáticas socioeconómicas con criterios distintos a los de la maximización de beneficios. También defiende que la ESS se integre de manera transversal en los currículos de secundaria, de ciclos formativos y de universidades para sensibilizar y activar a los jóvenes.

Desde la UB, Núria Rodríguez coincide en la necesidad de garantizar la presencia estable de la economía social en los planes de estudio y apuesta por vincular el mundo universitario con las entidades del sector. concluye: "Necesitamos generar conocimiento útil, comprometido y con impacto, que no se quede en el ámbito académico sino que llegue a la sociedad".