Emergencia por la sequía: Barcelona y Girona aumentarán las restricciones de agua en enero

BarcelonaEl contexto de excepcionalidad de la sequía, con los embalses, por término medio, por debajo del 18% de su capacidad y 37 meses sin lluvias generalizadas, hace que el Gobierno vea inevitable la entrada en la fase de emergencia por la falta de agua. Hace unas semanas, el ejecutivo ya decretó la fase de preemergencia en el sistema Ter-Llobregat, de donde se abastecen las principales poblaciones del área metropolitana de Barcelona y Girona, con más de seis millones de ciudadanos, para alargar al máximo las reservas. Pero sigue sin llover y el departamento de Acción Climática ya tiene claro que habrá que aplicar restricciones más duras a partir de enero: el límite de consumo será de 200 litros por habitante y día, se rebajará el caudal ecológico de los ríos y se cerrarán las duchas en gimnasios y actividades deportivas.

También habrá limitaciones en la actividad económica: los grandes proyectos turísticos, económicos e industriales del país que requieren un gran consumo de agua tendrán que esperar. El Govern permitirá que se sigan tramitando las licencias y permisos que necesitan para entrar en marcha, pero no podrán operar hasta que se salga de esta situación de emergencia. "Sabemos que estas decisiones no gusta que se tomen, ya que acaban repercutiendo en la vida de las personas y en la actividad económica del país, pero es una situación grave: cada vez queda menos agua y debemos alargar al máximo la que tenemos", ha afirmado el consejero de Acción Climática, David Mascort, que este mediodía ha comparecido públicamente después de una nueva reunión de la mesa de seguimiento de la sequía.

¿Qué proyectos se podrían dejar en standby? Desde nuevos hoteles a granjas o actividades industriales que requieran un uso intensivo del agua. ¿Y cómo encaja en este escenario un macroproyecto como el complejo de casinos y ocio del Hard Rock entre Vila-seca y Salou? Más allá de cuál sea el veredicto de los técnicos en cuanto a la viabilidad ambiental del proyecto –el informe de sostenibilidad está aún pendiente de aprobarse y podría llegar dentro de unas semanas–, el Gobierno ya ha avanzado que la su ubicación le favorece. Porque se abastecería de los embalses del Ebro, que dependen de la Confederación Hidrográfica del Ebro y podrían salir de la fase de excepcionalidad en las semanas que vienen. De hecho, Mascort ha detallado que de entrada la Agencia Catalana del Agua (ACA) ha certificado "que hay suficiente agua" para sacar adelante el proyecto.

El del Hard Rock es un proyecto que incomoda a ERC, pero que puede tener un papel clave en la negociación de los presupuestos de la Generalitat. El consejero de Acción Climática ha querido dejar claro que, más allá de que sea un proyecto "que guste o no" al ejecutivo republicano, podrá ponerse en marcha "si cumple la legalidad". "Este país se ha dotado de unas leyes que establecen que hay que cumplir una serie de preceptos. Y el vector del agua es uno de ellos. Más allá de que guste o no guste, si hay agua, se podrá hacer. Y no se podrá hacer si no cumple con los preceptos que preservan las condiciones de vida de las personas y el medio ambiente", ha dicho Mascort.

Se permitirá regar los árboles

Las nuevas restricciones incluyen una reducción del caudal ecológico del río Llobregat de 500 litros por segundo a 250 litros por segundo, del río Ter de 2.000 a 600 litros por segundo, y de la Muga de 135 a 40 litros por segundo, para garantizar que los embalses pueden estar más llenos para abastecer a la población. Más allá de eso, sin embargo, el Govern sí permitirá el riego de los árboles de las ciudades y pueblos catalanes para garantizar "que no se mueran", así como la supervivencia de los refugios climáticos en las grandes poblaciones. También se permitirá llenar las piscinas públicas y que tengan usos deportivos, aunque en los vestuarios no se podrá duchar a nadie.