Marc Triola: «Las empresas han abusado demasiado De la palabra 'confianza'»

Son hijos de la crisis económica pero también de una historia de amor que comienza en Andorra.

Efectivamente. Antes de la crisis yo era jefe de mantenimiento del Hotel Roc Blanc, en Escaldes-Engordany (Principado de Andorra). Allí conocí a Gemma Bernaus, que trabajaba de recepcionista, y me enamoré. Fue entonces cuando fuimos a vivir a Lleida y empezamos a trabajar para una empresa puntera del sector de la mecánica con presencia en toda Cataluña. Pero con el estallido de la crisis económica, la compañía empezó a tambalearse y en 2012, con Gemma y otro compañero de trabajo, decidimos dar un paso en firme: abrir nuestra propia empresa especializada en la venta y la reparación de maquinaria para el sector de la hostelería y de la lavandería industrial.

Estaban en paro. ¿Cómo lo hicieron para sacar adelante el proyecto?

No fue nada fácil. De hecho, lanzamos con una mano delante y otra detrás. Para reunir el capital inicial decidimos capitalizar el paro: optamos por cobrar en un solo pago buena parte de la prestación. Los inicios fueron muy complicados. Mi mujer se pasaba las noches llenando facturas de Excel mientras la niña dormía, y íbamos a reparar los electrodomésticos industriales con nuestro coche particular. A los ocho meses los números ya empezaban a salir y creímos oportuno convertir a la empresa en una sociedad limitada. Sin embargo, nuestro socio no lo vio así y decidimos separarnos. Ahora, aunque hace cinco años que lo pusimos en marcha todo, todavía estamos picando piedra, pero tenemos bien claro que la crisis nos ha cambiado totalmente la vida.

¿Cuánto facturan?

En 2015 rozamos los 300.000 euros y el año pasado superamos los 420.000. Las cifras no son nada del otro mundo pero superar la barrera de los 400.000 euros fue un paso importante para nosotros. Poco a poco vamos mejorando, si bien en ningún caso queremos crecer rápido. A veces al emprendedor le falta humildad. Nosotros no tenemos en mente ser los reyes del mambo, pero tampoco queremos pararnos. En los negocios es necesario saber encontrar el punto de equilibrio entre tomar decisiones arriesgadas y crecer con prudencia y moderación.

El sector de la reparación de electrodomésticos está bastante atomizado. ¿En qué se diferencian de la competencia?

Apostamos claramente por el valor de la confianza. Luchamos por conseguir que el cliente tenga un servicio muy próximo. Por eso hemos optado por no utilizar la figura de los comerciales a puerta fría. Al menos antes, estos profesionales lo único que buscaban era llegar al objetivo de ventas, independientemente de lo que le fuera mejor al consumidor. En 9grup es el mismo mecánico quien aconseja a los clientes. Tampoco nos casamos con ninguna marca: trabajamos con cerca de 40 casas distintas para ofrecer el máximo de soluciones. Además, hemos creado una aplicación que permite a nuestros clientes enviarnos dudas sobre el funcionamiento de los electrodomésticos que han adquirido.

Hay muchas empresas de su sector que también hablan de confianza.

Tradicionalmente, el mundo empresarial ha abusado demasiado de esta palabra. Cuesta mucho conseguir que el cliente confíe en ti y muy poco que deje de hacerlo. Pero hay que fidelizarlos y ayudarles a que salgan adelante. Si ellos lo hacen, nosotros también.