Destino: Cataluña

Las escapadas de proximidad, la mejor forma de reconectar con el territorio

De un tiempo a esta parte, los turistas priorizan aquellas escapadas que les permiten desconectar del día a día, así como descubrir entornos únicos y, a ser posible, menos masificados que los que propone el turismo tradicional, donde conectar de forma genuina con el destino, su paisaje, su gente y sus costumbres. Al fin y al cabo, es la mejor manera de impregnarse de lo único que hace nuestro país: un abanico de experiencias tan diverso en el que cualquier persona puede encontrar lo que más le motiva. Y estas próximas semanas de otoño y de invierno, las escapadas de proximidad se convierten en la mejor fórmula para conseguirlo.

El paisaje imponente y solitario del Cabo de Creus.
08/11/2025
4 min

Los últimos estudios en materia de tendencias en turismo se refieren a la creciente preferencia por escapadas de 3 o 4 días en detrimento de los viajes más largos. Así lo pone de manifiesto por ejemplo el reciente estudio realizado por la cadena Eurostars Hotel Company entre más de sus 8.000 clientes, que revela, entre otras cosas, que un 64% de los viajeros prefiere aprovechar los fines de semana y puentes para disfrutar de destinos cercanos, lo que favorece que los viajes sean más frecuentes y planificados. La desestacionalización es una tendencia, sin embargo, visible, ya que la época preferida del 30% de los encuestados es el otoño, dado su agradable clima y el encanto de sus paisajes, lejos de la masificación más propia del verano. La encuesta de la cadena hotelera también pone énfasis en que un 52% de los viajeros buscan autenticidad y desconexión del estrés cotidiano a través de experiencias culturales inmersivas, mientras que un 41% también opta por el turismo de bienestar.

Redescubrir la sencillez del territorio

Tal y como apunta la geógrafa y doctora en Turismo y Ocio Alba Font, cada vez más, lo que realmente buscamos es "desconectar, romper con la rutina y reencontrarnos con lo esencial: experiencias auténticas que nos aporten bienestar y sentido, a menudo en fines de semana y pequeñas escapadas". A su juicio, el otoño y el invierno invitan precisamente a ello, "a refugiarse ya redescubrir la proximidad". Para la también docente investigadora de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC y miembro del grupo de investigación NOUTUR, son meses de calma, "de hacer país, de caminar sin prisa y de ir al ritmo de la naturaleza", en los que, "lejos de los horarios del verano y del bullicio de la ciudad, aprendemos a valorar lo que tenemos cerca. diversidad de paisaje". Font apunta que "buscamos y necesitamos experiencias que van más allá del descanso". Momentos que pueden ser "transformadores y que reflejan una nueva forma de entender el turismo y el ocio, más sostenibles, más humanos, más regenerativos".

Font sintetiza las posibilidades que Cataluña ofrece al visitante durante los meses de otoño e invierno: "El país respira un equilibrio entre serenidad y vitalidad: bosques que se tiñen de rojos, amarillos y ocres; viñedos que reposan después de la vendimia; pueblos que recuperan su esencia y su marido, en el interior, la natura, la naturaleza y transparente, los pueblos costeros y marineros recuperan la serenidad y las mejores explosiones de colores en las puestas de sol." Para Font, también es tiempo de cultura y de memoria: "Los pueblos recuperan tradiciones, ferias y mercados, y los museos y los espacios patrimoniales se convierten en rincones para comprender mejor la historia del país."

El auge del ecoturismo

La personalización de la experiencia, entendida como ofrecer al visitante opciones que se adapten a sus intereses, valores y ritmos, es una tendencia clara del turismo actual, y, en palabras de Font, "Catalunya tiene una base muy sólida para responder a ella: diversidad territorial, patrimonio cultural y natural muy rico, y un sector turístico que cada vez entiende mejor la importancia de la autenticidad". Ahora bien, puntualiza la geógrafa y doctora en Turismo y Ocio, la personalización debería entenderse "como una forma de humanizar el turismo", lo que implica "conocer mejor al visitante, pero también respetar el territorio y las comunidades que lo acogen". Y es que, prosigue, "cuando la experiencia es coherente con la identidad del lugar, se convierte realmente en transformadora, tanto para quien viaja como para quien vive". En este sentido, destaca Font, "el turismo regenerativo está tomando fuerza".

Hace tan sólo unos días, Món Sant Benet acogió el Foro Mundial de Ecoturismo (GEF2025), que debatió en torno a los retos globales y definió una agenda común precisamente hacia un ecoturismo regenerativo y universal. Preguntado sobre qué alicientes presenta este tipo de turismo, más paisajístico, slow y basado en la observación y la conexión con la naturaleza, en contraposición a aquel más tradicional o de masas, Ponç Feliu, director del Parque Natural del Cabo de Creus y del Parque Natural de los Humedales del Empordà, subraya la posibilidad de "descubrir la verdadera esencia del territorio, de los paisajes y de la gente".

Disfrutar activamente de la naturaleza

Feliu destaca que el ecoturismo también nos permite "acceder a lugares menos frecuentados, más auténticos y en épocas más adecuadas, así como llevar a cabo actividades que normalmente no se realizan en el turismo convencional". Actividades como pueden ser excursiones en kayak y en barco; escuchar la berrea de los ciervos; observar a los buitres en los muladares; descubrir pájaros durante las migraciones o realizar turismo en bicicleta, "una actividad con un bajo impacto ambiental y que al mismo tiempo permite acceder a lugares donde en coche no puedes llegar", puntualiza. Se trata, sin embargo, de un gran abanico de posibilidades, hasta ahora menos explotadas, las cuales también garantizan que la gente pueda realizar actividades más amenas y descubrir cómo vive la gente del territorio, cómo cambian los colores de los árboles, qué aprovechamiento han hecho tradicionalmente las personas de estos espacios naturales, etc. "Vives la naturaleza mucho más a fondo, la puedes contemplar más a fondo y la puedes vivir mejor", destaca Feliu.

Se trata de un tipo de experiencia que tanto el visitante de proximidad como el de fuera pide cada vez más. "Antes, la gente sólo salía al medio a hacer un turismo más convencional y hoy en día apuestan por realizar actividades diferentes y más auténticas, al igual que antes había propuestas más contemplativas y se hacía una aproximación al medio más pasiva, mientras que, ahora, la gente quiere disfrutar de la naturaleza de una forma más activa". Un segmento por el que apuestan las familias con criaturas, "en tanto que pone al alcance actividades amenas que permiten aprender a la vez que se disfruta", personas mayores y grupos de gente más activa que quiere hacer más montaña, rutas en caballo, ir en kayak por el litoral, etc. "Desde los parques naturales –expresa Feliu– estamos muy contentos de poder acoger este tipo de actividades, pero también es importante promover que no haya masificación y sobrefrecuentación." El reto de los gestores de los parques naturales, concluye Feliu, "es precisamente éste: que se puedan realizar actividades nuevas y que estas actividades estén integradas de forma armónica en el territorio".

Gastronomía y enoturismo, apuesta ganadora

Al hablar del potencial de Catalunya durante los meses de más frío, Alba Font hace énfasis en la gastronomía, que, en su opinión, "acompaña al cambio de ritmo" propio de la época. "Se llenan las tablas de productos de temporada como setas, castañas, boniatos, calabazas, aceites novatos, caldos hechos a fuego lento, y llegan los platos de cuchara, los guisos, las escudillas, los arroces caldosos", apunta la geógrafa, quien también subraya que, en las bodegas conversaciones más largas".

Cataluña hace ya tiempo que quiere posicionarse como un destino referente en turismo enogastronómico, en tanto que es un segmento estratégico en el cambio de modelo turístico que se está fomentando. Y es que el turismo que visita Cataluña en clave gastronómica genera un 20% más de gasto medio que el turista convencional, se desplaza a lo largo de todo el año, favoreciendo la desestacionalización, y viaja por todo el territorio, ya que tiene un gran interés por conocer diferentes zonas de Cataluña, más allá de los circuitos tradicionales. Un auge que también se está haciendo patente en el enoturismo, según la actualización que la Agencia Catalana de Turismo llevó en 2023 del estudio "El perfil de los visitantes a las bodegas de Cataluña", publicado originariamente en 2018. El estudio ponía de manifiesto que, en 2023, un 46% de los visitantes de catalanes internacionales y un 11% del resto del estado español).

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