España quiere garantizar que la demanda del catalán en la UE no se esparza por Europa
El gobierno español ha pedido el coste exacto de la traducciones a la Comisión Europea y propondrá oficialmente asumir todos sus gastos
LuxemburgoEl Consejo de Asuntos Generales de este martes en Luxemburgo debía ser la segunda gran oportunidad de España para conseguir la oficialidad del catalán, el gallego y el euskera en la Unión Europea, pero las negociaciones siguen atascadas y nada hace pensar que este reconocimiento se apruebe antes del plazo máximo en el que Pedro Sánchez puede ser investido, el 27 de noviembre. De hecho, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha anunciado que apenas empezarán a hacer "circular" una propuesta con más información sobre las implicaciones económicas y legales de las iniciativas, tal y como piden desde hace más de uno mas la mayoría de los Estados miembros.
Este documento, más allá de cuestiones presupuestarias y jurídicas, insistirá en "la especificidad" del reconocimiento del que gozan el catalán, el gallego y el euskera en la Constitución española, en el que se recogen como a idiomas cooficiales en sus respectivos territorios. "Es un caso único dentro de la Unión Europea", ha insistido Albares. De este modo, el gobierno quiere blindar que ninguna otra lengua minorizada del bloque comunitario alcance el mismo reconocimiento que el catalán de forma "automática" y tranquilizar el temor de algunos estados miembros a que algunas comunidades lingüísticas dentro de sus fronterizas salgan a reivindicar la oficialidad en la UE.
Aunque el ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, ha asegurado que "se ha avanzado", diferentes fuentes diplomáticas criticaban al ARA que no habían recibido suficiente información sobre la propuesta española pocas horas antes de la reunión. "No tenemos nada de nada", se quejaba una diplomática. De hecho, la discusión sobre la oficialidad del catalán ha durado unos veinticinco minutos y sólo han hablado doce ministros, y Albares se ha marchado a toda prisa a Bruselas para comparecer en el Parlamento Europeo para presentar las prioridades de la presidencia de 'España del Consejo de la UE. Tampoco se ha creado ningún grupo de trabajo o negociación sobre esta cuestión concreta, tal y como había prometido el gobierno español.
Por otra parte, Albares ha explicado que hará oficial la propuesta de la Moncloa de pagar los gastos de interpretación y traducción del catalán, el gallego y el euskera, y ha avanzado que España ha pedido un informe a la Comisión Europea para saber cuál es el coste exacto. En todo caso, el ministro de Exteriores ha dicho que ya tiene una estimación sobre el presupuesto que se necesitaría y que "España puede asumirlo sin problemas". También ha remarcado que sería fácil encontrar profesionales preparados por las tres lenguas, no como ocurrió con el irlandés, y ha recordado que el catalán cuenta con unos 10 millones de hablantes, más que la mayoría de los 24 idiomas oficiales en la UE.&_BK_COD_
Ningún Estado miembro veta la propuesta de España ni tampoco se opone a ello frontalmente. Eso sí, algunos ministros de Exteriores europeos han vuelto a expresar sus recelos, especialmente en cuanto a las prisas que tiene de repente Madrid y el contexto geopolítico actual, en plena guerra de Ucrania y de Israel y Palestina. El titular de Exteriores de Letonia, Krišjānis Kariņš, ha dicho que no cree "que el número de lenguas oficiales de la UE se amplíe en estos momentos" al considerar que no es "el tema prioritario" en estos momentos. A su vez, el ministro de Asuntos Europeos finlandés, Anders Adlercreutz, apuntó que la mayoría de estados tienen dudas y reprochó al gobierno español que en el último Consejo de la UE la oficialidad del catalán se "debatiera mucho de prisa, sin preparación ni presentación de lo que podía implicar".
Aunque el Consell de este martes no ha supuesto ningún paso adelante por la oficialidad del catalán, Junts ha asegurado en un comunicado enviado a la prensa que constata que "se han producido avances". Ahora bien, también ha advertido al gobierno español de que está en "tiempo de descuento" y le ha instado a "intensificar los esfuerzos diplomáticos". De hecho, la próxima y última oportunidad de España para vencer los recelos del resto de Estados miembros antes de que acabe el plazo máximo (27 de noviembre) para que Pedro Sánchez pueda ser investido es el Consejo del 15 de noviembre.
Cabe recordar que la oficialidad del catalán en la UE en estos momentos es una condición de Junts en el PSOE a cambio de su apoyo a la potencial investidura del dirigente socialista. La formación postconvergente avisa de que "habría que anunciar una fecha para la aprobación definitiva de la oficialidad del catalán" en el grupo europeo. Sin embargo, teniendo en cuenta el ritmo en el que avanzan las negociaciones, nada hace pensar que en el encuentro ministerial del 15 noviembre se tome una decisión. "Esto va por largo", pronostica una fuente diplomática.